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Regresan a sus hogares los deportados

De conformidad a las instrucciones del Gobierno, y como segunda fase del proceso de liberación de presos políticos, ayer comenzaron a regresar a sus puntos de origen cerca de dos centenares de personas que habían sido enviadas con residencia forzosa a lugares apartados y lejanos de sus hogares.Esas personas son en su mayoría militantes de organizaciones izquierdistas, algunos dirigentes laborales democratacristianos, cuyo partido como otras entidades democráticas, se encuentra inactivo por disposición de la junta de gobierno.

El decreto del Ministerio del Interior, que libera a los condenados a lugares forzosos de residencia y de presentarse a la autoridad policial, señala que se dicta la norma bajo el compromiso de que se abstengan, de participar en actividades que «atenten de un modo u otro a la seguridad interior del Estado».

También se hace constar que deberán respetar la situación política y toda norma establecida en relación con las disposiciones vigentes sobre el estado de sitio.

Junto con el destierro de personas a puntos distantes del país, con residencia obligada, el Gobierno dispuso anteriormente la salida del país de algunas figuras políticas y juristas, pero por ahora, no se ha informado que vaya a reconsiderarse esa medida.

Se espera que en los días próximos abandonen el país la mayor parte de los dieciocho detenidos que aún permanecen en el campo de concentración de Tres Alamos y declarados peligrosos para tranquilidad interna del Gobierno.

Sólo permanecerán en ese centro el ex senador y secretario general del proscrito Partido Comunista, Luis Corvalán Lepe, de sesenta años de edad, y el profesor y ex senador Hugo Montes.

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Por su parte, el cardenal chileno Raúl Silva Henríquez expresó el viernes sus sentimientos de alegría y esperanza ante la decisión del Gobierno de. su país al poner en libertad a los detenidos políticos.

El prelado que es arzobispo de Santiago, se encuentra actualmente en Nueva York. Desde la ciudad estadounidense se comunicó telefónicamente con los obispos auxiliares que le secundan en su labor para que dieran a conocer su pensamiento.

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