Gulf Oil Corporation niega sus implicaciones en los sobornos de Corea
Después de las revelaciones del Servicio de Inteligencia Norteamericano sobre las implicaciones de congresistas en los sobornos de Corea, para influir en la política estadounidense hacia dicho país, las investigaciones acerca de compañías y personas sospechosas se han incrementado.Corea del Sur depende en gran parte de la ayuda financiera y del comercio con Estados Unidos. Más importantes todavía para el Gobierno de Pask Chung Hee es la prolongación del Tratado de Defensa Mutua entre ambos países y la presencia de 40.000 soldados norteamericanos en Corea del Sur.
La Gulf Oil Corporation ha negado públicamente la acusación de un hombre de negocios de Corea del Sur, Park Tong Sun, según la cual recibía un millón de dólares al mes por sus relaciones comerciales con la compañía petrolífera.Gulf sostiene en un informe elaborado en sus oficinas de Washington y Pittsburgh que «nunca ha tenido ninguna relación financiera con Tongsun Park» y añade que «la exhaustiva investigación dirigida por el comité Mccloy sobre los sobornos de la Guy no revelaron ninguna conexión política o financiera entre Gulf y Park». Sin embargo, Gulf reconoce que ha tenido contactos de negocios con dos compañías de Corea que pertenecen a un hermano de Park.
Funcionarios federales dijeron privadamente que Park podría haber creado la idea de que él recibía ganancias de la Gulf para disfrazar la fuente real de sus fondos. Uno de los aspectos de la investigación federal señala si Park recibió pagos encubiertos por la agencia de la CIA en Corea -la KCIA (Agencia Central del Servicio de Inteligencia Surcoreano)- y usó el dinero para influenciar la legislación de su país a su favor.
A principios de esta semana, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos cuestionó otro aspecto de las finanzas de Park. Funcionarios de este Departamento dijeron que no era probable que Park hubiera ganado lo suficiente por las comisiones de las ventas de arroz a Corea del Sur para financiar las turbias influencias, o que esto no concordaba con sus ganancias de cinco millones de dólares, sugeridas en algunos informes publicados.
Park no fue capaz de hacer ningún comentario y sus representantes legales en Washington no añadieron nada a estas discrepancias. Sin embargo, diversas fuentes dijeron que Park se había mostrado firme en su demanda, asegurando que tenía doce millones de dólares de beneficios al año procedentes de la Gulf Oil.
Respecto a las relaciones comerciales con el hermano de Park, la compañía norteamericana acusada de soborno declaró que no posee información sobre si parte del dinero que enviaba a éste estaba destinado a Park indirectamente.
El Departamento de Justicia está investigando si Park era un agente de la CIA de Corea (la KCIA) en Washington, intentando influenciar al Gobierno de Estados Unidos a favor del Gobierno de Corea del Sur a través de pagos clandestinos a funcionarios americanos. Park ha negado tajantemente ser un agente del Gobierno de Corea. «Soy un ciudadano privado y yo soy mi propio agente», declaró en Londres a principios de esta semana.
Fuentes diplomáticas y de la misma compañía Gulf encuentran que la cifra de un millón de dólares al mes es «increíblemente alta» y especulan sobre hasta qué punto sería válido y provechoso para la Gulf gastar este dinero.
Cuando el comité MccIoy completó su investigación sobre los pagos políticos de la Gulf, informó que la compañía envió cuatro millones de dólares para los partidos políticos de Corea entre 1966 y 1970. El comité MccIoy está formado por eminentes abogados privados y dirigido por el embajador John Mccloy.
Un industrial, próximo a las actividades de la Gulf en Corea, dijo que creía que Park quería «encontrar su prestigio» diciendo a la gente que estaba trabajando con la GuIf, incluso si no lo estaba haciendo.
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