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Más de 41 millones de alemanes acuden hoy a las urnas

Alrededor de 41.600.000 alemanes deben acudir hoy a las urnas para elegir octavo Bundestag alemán. Los locales electorales estarán abiertos desde las ocho de la mañana hasta las 18.00 horas. Los primeros cálculos sobre las tendencias se esperan ya para las 19.00 horas. Los últimos pronósticos emitidos por los institutos demoscópicos señalan un resultado incierto con ligera ventaja para la actual coalición entre socialdemócratas y liberales.

En total se presentan a las elecciones, según datos facilitados por la comisión electoral, 18 partidos, de los cuales sólo cuatro cuentan con reales posibilidades de rebasar la «barrera del 5 por 100» de los votos emitidos, o sea, que los únicos que con casi toda probabilidad ingresarán en el nuevo Bundestag serán los ya conocidos, el Partido Social demócrata, el Partido Liberal-Demócrata y la Unión Cristianodemócrata conjuntamente con su partido filial bávaro, la Unión Cristianosocial.

Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD)

Este partido es el más antiguo de todos los partidos alemanes, ya que fue fundado hace ciento trece años. En 1869, en su programa de Eisenach, se fijó lo que ideológicamente constituiría hasta hoy la esencia de todos los programas del SPD: «La libertad política es la condición indispensable para la liberación económica de las clases trabajadoras. De ahí que la cuestión social sea inseparable de la política, su solución es condicionada por ella y posible, además, únicamente en un Estado democrático». Inspirado por este principio, los social demócratas alemanes han orientado su presente campaña electoral, esencialmente, en dos direcciones: la político-social y la politicoeconómica. Según los socialdemócratas, el socialismo sólo podrá realizarse por la democracia, mientras que, a su vez, la democracia no es posible sin el socialismo. «En un estado democrático todo poder ha de supeditarse al control público y el interés de la colectividad ha de superponerse a los intereses de los individuos».

Considerable importancia concede el SPD, en consecuencia, ala cogestión paritaria, no lograda aún en la República Federal, y a la reforma de la enseñanza con el fin de garantizar la absoluta igualdad de oportunidades.

En el terreno económico, el SPD respeta las estructuras básicas de una economía de mercado capitalista, concepción ha provocado en el pasado fuertes controversias entre los diferentes grupos ideológicos que componen el partido. El SPD respeta en materia de política exterior todos los compromisos contraídos por el Estado federal e insiste en la ampliación y perfeccionamiento de las relaciones con el Este, base de la ostpolilik, llevada a cabo principalmente por socialdemócratas y liberales. El SPD es hoy por su concepción política general un partido centrista con un fuerte compromiso social.

La Unión Cristianodemócrata (CDU)

El partido de Konrad Adenauer, la Unión Cristianodemócrata, (CDU), fue fundado después de la segunda guerra mundial y durante veinte años gobernó a la República Federal. Su presidente, el candidato a la Cancillería de la CDU, Helmut Köhl, resumió el programa de los «conservadores alemanes» con la siguiente frase: «Esta será la hora de la verdad para el SPD y FDP, que se lanzaron a la edificación de una nueva Alemania, prometiendo estabilidad y progreso sin pasar, no obstante, de promesas huecas.»

En lo que concierne a Hacienda, la CDU insiste en la necesidad de una mayor austeridad con un nuevo reparto de las cargas fiscales que hasta ahora, en su opinión, gravaban en exceso a la industria mediana, restando con ello posibilidades de inversión, con la subsiguiente disminución de los puestos de trabajo.

Para la CDU una política fiscal de apoyo a la industria es imprescindible para garantizar una situación ocupacional óptima y resolver la actual crisis en el mercado de trabajo. En lo que concierne a la política exterior, la CDU respetará los compromisos contraídos por el Estado, si bien quisiera iniciar nuevas negociaciones con algunos Estados del Este, entre ellos, la Unión Soviética y la República Democrática Alemana con el fin de mejorar la posición alemana resultante de los tratados con el Este concebidos y firmados por la coalición social-liberal. Si bien la CDU no se cierra totalmente a reformas sociales de mayor alcance, salta a la vista cierto inmovilismo, principalmente en el terreno social y económico.

Unión Cristianosocial de Baviera (CSU)

La Unión Cristianosocial de Baviera, que conjuntamente con la Unión Cristianodemócrata forman una sola minoría en el Bundestag de Bonn es, en la actualidad, el grupo político más acusadamente conservador de la República Federal, aunque únicamente actúe a nivel regional, es decir, en el Estado de Baviera.

Su líder, Franz-Joseph Strauss, es una de las figuras más brillantes y al mismo tiempo discutidas en el escenario político germano. En opinión de la inmensa mayoría de los observadores alemanes y extranjeros, opinión que comparte el pueblo alemán. Strauss es la verdadera eminencia gris de la Unión Cristianodemócrata /Cristianosocial. Sin Strauss nada es posible en la Unión. De ahí que su ideario político adquiera importancia máxima para la República Federal. La CSU, y con ella, Strauss sostienen una postura ideológica cerradamente conservadora y hasta «nacionalista, con la negativa rotunda a todo lo que sea « socialismo» o «socialdemocratismo». Esta postura de oposición recalcitrante frente a un sinfín de programas de reforma ha impedido en el pasado innovaciones en muchos campos, especialmente el social y económico. En el terreno de la política exterior, la CSU bávara se ha declarado escéptica, casi desde el principio, en lo que concierne a las posibilidades reales de la ostpolitik de Brandt y Scheel, que en los meses pasados ha atacado despiadadamente. Para Franz Joseph Strauss también en la República Federal de Alemania existe, a pesar de la escasa importancia aparente de los comunistas, un serio peligro frentepopulista.

La CSU insiste en la necesidad de vigilar al máximo las instituciones políticas y sociales del Estado e impedir el avance de los supuestos elementos «subversivos» de ideología marxista.

El Partido Liberal-Demócrata de Alemania (EDP)

Desde que en 1949 se fundara la República Federal de Alemania, el Partido Liberal-Demócrata, dirigido hoy por el ministro federal de Asuntos Exteriores y vicecanciller, Hans-Dietrich Genscher, ha acompañado en las tareas gubernamentales siempre a uno de los dos grandes con una sola excepción: los tres años que duró la gran coalición del SPD y la CDU, o sea, de 1969 a 1972.

El epicentro del programa del FDP lo representa el «concepto de la libertad individual». Su política ha sido siempre «liberal» en el sentido de no guiarse ni por intereses de grupos ni por los principios de determinada concepción del mundo o doctrina política. En el programa electoral del FDP destacaron aquellos campos en los cuales los liberales llevaron la mayor carga de responsabilidad a lo largo de los cuatro años pasados, es decir, política exterior, política interior, economía y agricultura.

El FDP exige, al igual que el CDU y el SPD, una «Europa libertaria y democrática con un Parlamento europeo totalmente legitimado y competencias amplias».

En el terreno económico, los liberales insisten en una economía de mercados con una competencia libre correctamente reglamentada. Especial importancia han concedido desde siempre y siguen concediendo los liberales a la política cultural y, en consecuencia, a la reforma de la enseñanza. A diferencia de los demás partidos alemanes, los liberales proclaman la necesidad de centralización de la labor cultural y de enseñanza, que es competencia exclusiva de los Estados que componen la Federación.

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