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Bertolucci y Oshima: dos secuestrados

Ángel S. Harguindey

En Italia acaban de secuestrar 900-1, primera parte de un inmenso fresco artístico histórico del prefascismo que realizó -a lo largo de un año- Bernardo Bertolucci (Ultimo tango en París, La estrategia de la araña, El conformista, etc.). Coincidiendo cronológicamente, en Bélgica se secuestraba la copia de L'Empire des sens, de Nagisa Oshima, uno de los realizadores más brillantes de la cinematografía actual japonesa. Dos hechos similares que merecen una reflexión.Los secuestros de las dos películas lo son por ordenes judiciales, es decir, que es el aparato jurídico quien se encarga de tomar dicha medida y ante el que cabe recurrir.

900-I y L'Empire des sens constituyeron dos rotundos éxitos de crítica y público en el último festival internacional de cine de Cannes. 900-I se. proyectaba fuera de concurso y las localidades se agotaron con semanas de antelación y la película de Oshima inauguró la quincena de los realizadores con tal éxito que fue necesario proyectarla durante los 15 días del festival.

L'Empire des sens tuvo enormes dificultades en su país de origen, incluso en el rodaje que, al parecer, se hizo casi de forma clandestina. El material tuvo que enviarse a Francia para su revelado puesto que los laboratorios japoneses se negaron colectivamente a intervenir, siquiera técnicamente, en la mencionada película.

Las razones alegadas para los secuestros judiciales son, más o menos, que atentan a la moral y a las buenas costumbres. Ahora bien ambos conceptos son, han sido y serán enormemente cambiantes. Si la moral y las buenas costumbres han demostrado algo en la historia de la humanidad ha sido precisamente su flexibilidad. Los ejemplos que se podrían alegar para corroborar lo dicho son demasiado numerosos. En España los cambios en lo que atañe a la moral y a las buenas costumbres van desde un simple vistazo a las playas veraniegas a cualquier estadística o sondeo de opinión sobre temas estrictamente costumbristas: desde el divorcio a las relaciones prematrimoniales, pasando por el consumo de hachis. Lo que antaño era piedra de escándalo, hogaño es de consumo diario. En Europa la evolución de las costumbres cotidianas ha experimentado un ritmo mucho más progresivo, sin embargo los conceptos jurídicos, sobre todo en términos tan abstractos como «moral» han permanecido anclados en el si lo XIX o, en el mejor de los casos, en la interpretación subjetiva de un juez. También en España hubo ya suficientes ejemplos de lo que podríamos llamar «disparidad de criterios», incluso a nivel judicial, sobre lo que puede ser considerado inmoral o escandaloso.

Bertolucci y Oshima se suman a la ya amplia lista de los realizadores y artistas en general que encuentran serias dificultades para comunicar al público el fruto de su trabajo.

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