La última ofensiva siria contra los palestinos
Más de 50.000 personas murieron desde abril de 1975 en la guerra civil, libanesa, la mitad de la población del país en aquella fecha emigró a Europa, Siria y Egipto, y todavía cristianos, musulmanes, drechistas, izquierdistas y palestinos no logran ponerse de acuerdo. sobre la manera de detener la matanza, que es lo más urgente.Las tres quintas partes del Líbano están ocupadas por el Ejército sirio y el resto dividido en dos Estados, uno cristiano y otro islamo-palestino. La trágica,contribución diaria de vidas no impide que la guerra sea un poco la «guerra de las paradojas», El presidente electo, Elías Sarkis, asiste a r.euniones sirio-palestinas sobre el futuro de su país que no llegan a ningún resultado, como la del domingo pasado. El presidente saliente, Soleiman Fragieh, escribe cartas de despedida a una ciudadanía en gran medida ausente.
Los dirigentes «tradicionales», musulmanes y cristianos, seguidos de los pájestinos, hacen antesalas en los despachos de los presidentes de Siria, Egipto y ahora Arabia Saudita para encontrar la inspiración de su actuación futura. Mientras se discute y se trazan planes, las tropas sirias se lanzaron a una ofensiva que comenzó ayer, contra todos los reductos progresistas para «imponer la paz».
La solución se la plantean hoy los cristianos de una manera muy sencilla: o la resistencia palestina vuelve a los campamentos de refugiados, donde puede fácilmente ser exterminada, como en Tal al Zaatar, o la exterminan sobre el terreno, gracias al concurso de los soldados sirios. Todas las otras implicaciones políticas de la guerra civil, tales como el rechazo de la izquierda -musulmana mayor¡tariamente, pero con una cierta participación de cristianos del «capitalismo salvaje" libanés han pasado a segundo plano estigmatizadas como «conspiración comunista internacional».
El presidente electo, Sarkis, que debe jurar su cargo el próximo jueves, carece de lo más elemental para gobernar: Ejército, policía y consenso a su favor de los hombres más influyentes del Líbano. La reunión del Parlamento, ante el que debe jurar Sarkis, será toda uña operación de seguridad, porque los diputados están unos en el sector cristiano y otros en el musulmán.
Inmediatamente después de jurar el cargo, Sarkis se entrevistará de nuevo en la localidad de Chtaura, cerca de la frontera siria, con, el emisario dé Damasco, el ministro del Aire, general Naji Jamil, y Yasser Árafat para presenciar el, ultimátum definitivo de Sir¡a a la resistencia palestina. ¿ Cuál es el futuro del Líbano como país? Probablemente el que los sirios se han propuesto: una gran federación sirio-jordano-libanesa en la que le puedan hacer «marcar el paso» a la resistencia palestina.
Esta pax siria, que sirios y sauditas quieren moderar para impedir, el desmesurado progreso hegemónico de Damasco en la región, que la URSS critica pero no impide, como podría ,si se decidiese a cortarle radicalmente los suministros de armas, y sobre la que Estados Unidos e Israel hacen la vista conviene finalmente a todos. Los palestinos están en lo fundamental, de nuevo, solos.
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