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Un momento de comprensión del cosmos

El hombre nace en la naturaleza. Desea conocer y penetrar en su entorno. Busca las leyes que gobiernan su mundo, trata de dar sentido a su vida dentro del cosmos que va descubriendo. Nacen una serie de filosofías que justifican en parte la unión del ser con su universo. Se crea un lenguaje para hablar de ese universo, «las matemáticas». Nace una filosofía acerca de nuestra amplia bóveda celeste... «La astronomía» comienza a ser una ciencia. Una de sus teorías más aceptadas fue la de Claudius Ptolomaeus (100-170 d.J.) que consideraba la Tierra el centro del universo con toda la bóveda de las estrellas girando alrededor de nuestro planeta (teoría geocéntrica).Los cimientos para la construcción de un nuevo modelo de los cielos fueron obra del astrónomo Nicolás Copérnico (1473-1543) quien suprio que era el Sol y no la Tierra lo que constituía el centro del universo (teoría heliocéntrica). Hoy día sabemos bien la incorrección de dichas teorías. Situar el centro del universo supone conocer y delimitar sus contornos y éstos se amplían a medida que se perfeccionan los instrumentos de observación. Actualmente el hombre tiene ante sus ojos un universo de más de 26.000 millones de años-luz de diámetro, y no hay razón para pensar que hemos topado con sus últimos confines.

La astrofísica surge como ciencia a partir de la astronomía en el momento que se penetra más en el conocimiento de la naturaleza física y estructura de los astros. Sus comienzos parten de Joseph Fraunhofer (1787-1826) y Gustav Robert Kirchhoff (1824-1887) que sentaron las bases de la espectroscopia estelar: el primero observando con un espectroscopio visual los espectros del Sol y algunas estrellas brillantes, y el segundo mostrando que un gas colocado frente a un manantial de luz blanca producía rayas de absorción que eran de ee las mismas; longitudes de onda que las originadas en emisión por ese mismo gas calentado o excitado eléctricamente.

Kirchhoff sienta los fundamentos de la espectroscopia en su libro titulado Untersuch ungen über das Sonnenspektrum und die Spektren chemischer Elemente (Investigaciones sobre el espectro solar y sobre los espectos de los elementos químicos). Sin embargo, es en nuestro siglo y principalmente en las últimas décadas cuando la astrofísica ha tenido un ritmo vertiginoso.

Ha sido posible determinar la composición de las estrellas y sistemas solares, los movimientos explicables por efecto Doppler, etcétera. Es posible analizar placas estelares con varios espectros superpuestos y construir el modelo de la estrella.

Los equipos (telescopio, espectroscopio, registros, etcétera) montados en satélites artificiales han permitido una mayor precisión en la interpretación de los espectros de las placas estelares al eliminar la absorción por la atmósfera terrestre. Se confía no obstante que con los montajes que se están realizando en el observatorio de Izaña (isla de Tenerlife), observatorio (en construcción) en el Roque de los Muchachos (Isla de la Palma) y en Las Cañadas, en el cráter del Teide (Isla de Tenerife), la calidad de las observaciones astrofísicas serán similares a las que hasta ahora se vienen realizando con los aparatos instalados en satélites artificiales en las distintas partes del mundo.

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