Once procuradores pidieron la desaparición del Consejo del Reino
Miguel Ramón Izquierdo, alcalde de la ciudad de Valencia, y Alvaro Lapuerta Quintero, procurador familiar por Logroño, son los nuevos consejeros del Reino en representación de la Administración Local y de la Familia, respectivamente, tras la elección que sus correspondientes tercios realizaron durante la mañana de ayer, en sesiones distintas, en la sede de las Cortes. La elección del consejero familiar registró un incidente previo, cuando el procurador familiar por Guipúzcoa, Manuel María Escudero, leyó un escrito firmado por once procuradores, en el cual se pedía la disolución del Consejo del Reino o, en todo caso, la retirada de las candidaturas por este tercio y la dimisión de Viola Sauret de su puesto en este órgano.
Durante la segunda elección se produjo un altercado, cuando el señor Escudero Rueda intentó por tres veces, lográndolo, leer un escrito rubricado por once procuradores familiares. Cuando iniciaba la lectura del texto, varios procuradores abuchearon al señor Escudero y demandaron que la mesa le hiciera callar, mientras insistentemente repetían ¡No!, ¡Fuera! y otras interjecciones. Por su parte, el alcalde de Barcelona, señor Viola Sauret, impedía que el procurador Escudero utilizara el micrófono, que el primero mantenía bloqueado sobre sus manos. No obstante, leyó el escrito que, entre otros extremos, incluía que a la vista de la actuación y composición del Consejo del Reino... situado completamente al margen de la vida política española... los procuradores firmantes solicitaban su disolución o, en todo caso, la representación de los candidatos por el tercio familiar que concurrieron a la elección, además de la dimisión del actual representante, Joaquín Viola Sauret.
En medio de un gran desconcierto entre los procuradores, el señor Esperabé replicaba a las frases que le dirigían a Escudero: ¡Viola dimite, la familia no te admite!, mientras el presidente de la mesa, señor Ezquer Gabaldón, el (le mayor edad de los asistentes, exigía silencio desde el estrado.
A esta elección acudieron a votar los cuatro miembros del Gabinete -que abandonaron por un momento el Consejo de Ministros- que ostentan representación familiar por distintas provincias: el presidente del Gobierno, Adolfo Suárez, familiar por Avila, y los ministros de Información y Turismo, Andrés Reguera, y de Agricultura, Fernando Abril, ambos procuradores familiares por la provincia de Segovia, además de Enrique de la Mata, ministro de Relaciones Sindicales y procurador por el tercio familiar de Teruel. Tras esperar el turno alfabético seguido desde la mesa para proceder a la votación, los miembros del Gobierno regresaron al Consejo de Ministros.
Después del cómputo de los votos, Alvaro Lapuerta, miembro de Unión Democrática Española, familiar por Logroño y presidente de la comisión de Obras Públicas de las Cortes, fue elegido representante del tercio familiar en el Consejo del Reino, representación que comparte y continúa ostentando el alcalde de Barcelona, Joaquín Viola. El señor Lapuerta contabilizó 34 votos, nueve más de los obtenidos por su inmediato seguidor.
Respecto a la elección del representante por el tercio de la Administración Local, se inició dos horas antes y dio por resultado el acceso de Miguel Ramón Izquierdo, alcalde de Valencia, al Consejo del Reino; el señor Izquierdo no se presentó -según dijo él mismo- a las votaciones como candidato del grupo parlamentario Unión del Pueblo Español y obtuvo 38, frente a los 30 que logró Juan de Arespacochaga, adscrito a Reforma Democrática y alcalde de Madrid.
Posteriormente, los nuevos consejeros, en rueda informal, ofrecieron sus puntos de vista respecto al órgano consultivo al que se acababan de incorporar, señalando algunos datos relativos a sus concepciones ideológicas y a sus criterios políticos. Así, Miguel Ramón Izquierdo afirmó que la aceleración de la reforma es necesaria y ningún órgano político de la nación, creo puede oponerse a ella. Se declaró plenamente identificado con el Gobierno en cuanto al planteamiento de la reforma constitucional y, respecto al Consejo del Reino, el señor Izquierdo indicó que este órgano tenía el papel de consultivo del Jefe del Estado y que cualquier otro que quiera adjudicárselo descoyuntaría la Constitución.
Por su parte, Alvaro Lapuerta se mostró opuesto al escrito leído previamente a su elección por el procurador Escudero Rueda, y rechazó los planteamientos de los que postulan la desaparición del Consejo del Reino, órgano que, a su juicio, da forma a la voluntad institucional de la Corona, además de impulsar la reforma política emprendida.
Tras la provisión de los nuevos consejeros del Reino, únicamente permanece vacante la representación de los rectores de Universidades, puesto que ostentaba Angel González Alvarez hasta su cese, acaecido en fechas recientes.
Los procuradores firmantes del escrito petitorio de la desaparición del Consejo del Reino fue ron la señora Cossío Escalante y los señores Esperabé, Escudero Ezponda, Cercós (Alberto), Muro, Becerra, Botanch, Carazo, Durán y Meliá (Josep).
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