"No soy del PSOE, pero me haría de un partido que luchara por la emancipación de la mujer"
-Es difícil hacerse con el público de esta sala. Es la gente que viene a cenar, y hay mucho turista, y es muy duro. El primer día sales hecha un flan.Massiel ha cantado en el Florida Park, en el Retiro madrileño, un show que queda un poco raro en ese ambiente de boite cara, de fin de semana y matrimonios bien de toda la vida. Un poco de erotismo -muy poco, bastante espectacularidad, mucha progresía.
- Pues esto no es nada. El año pasado venían muchos más amigos míos, digamos progres, y una noche nos quedamos solos, porque se les ocurrió pedirme que cantara Bertold Brecht, y les hice un show entero, vestida de negro, canciones de Brecht. El dueño de la sala me dijo que cambiara, porque en fin...
-Y, ¿cómo canta usted aquí?
-Yo soy una profesional, una trabajadora, y canto en cualquier tipo de sitio. Lo mismo en un festival benéfico, que en un recital al aire libre, o en esas fiestas de pueblo que te contrata el Ayuntamiento y se ponen cuatro carros en la plaza, que de todo hay. Una vez al año canto aquí, en el Florida Park, igual que canto en Cleofás, que es un local también de entrada cara, pero donde la gente, digamos que es más controlable, no sé por qué. Igual porque cantas al nivel del público, no hay pista. Llenar la pista del Florida es difícil, tienes que estar dando y recogiendo, entregándote constantemente, porque de verdad, si eres una cantante de tipo muermo, entre la pista y la gente se te meriendan.
-¿Se considera usted una cantanteprogre?
-Depende de lo que entiendas por cantante progre. Si significa que la cantante es consciente de la mujer, y la mujerquiere que su país progrese y es adelantada de pensamiento y de acción, entonces yo puedo serlo. Una mujer más o menos abierta, y del futuro, no del ayer. Pero si porprogre se entiende esa mujer desaliñada, que por cantar letras con un contenido político ya es importante, aunque lo haga mal, entonces no. Hay maravillosas cantantes que no suelen cantar canciones directamente políticas y que son, en cambio, progresivas y maravillosas cantantes. Es el caso de María del Mar Bonet, que canta el folklore de su país mallorquín. Para mí es fabulosa.
-Dicen que es usted del PSOE.
-Pues dicen mal. No pertenezco a ningún partido.
-Pero tendrá sus opiniones políticas.
-Claro. Como todos.
-¿Qué le parece el momento actual español?
-Histórico. Y lo tenemos que vivir con mucha afición, porque como se nos pierda un paso, nos va a parecer que estamos viendo la película camblada. Y bastante hecha un lío la tenemos ya.
Cierto abrigo de chinchillas
-Dicen también que usted es una recién llegada a la progrez.
Massiel no se enfada, aunque contesta con aire.
-Bueno, no es cierto. Cuando fui a Eurovisión me acusaban de haber traicionado, así que se suponía que era mucho más progre -lo que llaman progre, que yo entrecomillo-. Cuando empecé, cantaba Rosas en el mar, y estuve un mes cantando gratis en Cuba, e hice una pila de cosas que me prohibieron, y me impidieron el paso a América durante dos años, dejando de ganar una cantidad importante de dinero que entonces necesitaba. Se supone que entonces era más progre que ahora. Suponían también que cantar el Lalalá y auspiciada por el Ministerio, era una traición. Luego volví a hacer canciones de José Agustín Goytosolo, de Bertold Brecht, y entonces dijeron, hombre, Massiel, esta chica se ha reencontrado. Y no. Lo que pasa es que soy una cantante y canto todas las canciones que siento. Yo, a lo que no estoy dispuesta es a casarme con nadie.
-Progre o no, lo cierto es que usted fue protagonista de un atentado terrible por parte de la ultraderecha.
-Bueno, tedos sabemos cómo son. No hace falta que les demos pie. Para ellos, somos todos rojísimos. A saber qué suponen que soy yo.
-Por lo menos, la cantante pionera en los ataques...
-No. La única.
-Bueno, ha habido amenazas...
-Sí, pero porque salen en pelotas... Yo, nunca. A mí, está claro que no me pusieron la casa hecha un cisco porque me paseara con la hoja de parra, porque siempre he sido muy prudente para esas cosas.
Las cantantes españolas son un poco sosorronas
El público venía a oír a la Massiel del Eurofestival. Cuando acaba su pase, animados por una tanda de canciones folk sudamericanas, le piden unas cuantas de los viejos tiempos. El Lalalá. Massiel se hace la loca, recoge otros guantes, no canta el Lalalá.
-¿Y qué público prefiere?
-El que primero se calle y escuche, y luego aplaude. El que no venga con ideas preconcebidas, que viene a oírme lo que yo quiera cantar. Yo tengo unas actuaciones bastante versátiles, un repertorio muy amplio y variado.
Massiel, feminista
Así que Massiel es antes que nada, una profesional de la canción. Lo que ella dice, una mujer consciente de su país. «En política estoy hecha un lío -me dice-. Estoy en un compás de espera desde hace más de un año, pero desesperanzada. Creo en muy pocas cosas y me parece que las cosas tardan mucho en llegar.»
-¿Qué cosas?
-Las primeras necesidades. Por ejemplo, la reforma económica, con esa deuda exterior terrible. La educación de los niños, y... bueno, sin ir más lejos, y ya como mujer, casada, separada y no anulada, habría que hacer una serie de reformas en el Código Civil... la situación de la mujer en España es completamente vejatoria.
-¿Conoce los movimientos feministas españoles?
- No estoy incorporada en ninguno, pero sigo de cerca los textos de Lidia Falcón, y los artículos que aparecen en las revistas. Lo que sí puedo decirte es que entraría en un partido feminista, en una organización que se dedicara a luchar por la emancipación de la mujer.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.