Eugenio Calderón,
presidente de numerosas sociedades anónimas (Fibracolor, Portland, Riva...) y presunto comensal -según Ricardo de la Cierva- en un almuerzo de altos financieros y políticos, que habrían influido poderosamente en la reciente crisis, es también presidente de Ceasa (Celulosas de Asturias, SA). Ceasa pretende llevar a los Tribunales -por injuria y calumnias- al Ayuntamiento en pleno de Navia, donde posee una factoría. La Corporación municipal asturiana, cuya zona pesquera se vio gravemente afectada por la rotura de un tubo de vertido de desechos, dependiente de los querellantes, publicó una nota en la que decía. «Una empresa, Ceasa, que aprovechando una situación de facto de conexiones con altas personalidades de la política nacional (digámoslo sin rodeos, como se entiende la gente) ha campado por sus respetos haciendo y deshaciendo lo que les venía en gana».
