"Star": ataque frontal contra el "buen gusto"
La reaparición de la revista Star (Comix y Prensa Marginal), tras un largo silencio, condicionado por numerosas complicaciones administrativas, viene a ser un respiro para nuestra incipiente prensa alternativa afectada por la reciente suspensión de Ajoblanco. Los primeros quince números de Star contribuyeron, sobre todo, al conocimiento y a la difusión de los más agresivos maestros del comic contracultural norteamericano y la agresión resultó excesiva para la moral y las buenas costumbres establecidas. El hecho de que el tebeo haya sido considerado como género infantil y haya estado sujeto a una reglamentación destinada a proteger a la infancia, hace que los productos generalmente destilados por las plumas de los dibujantes underground, llámense Crumb o Nazario, Ceesepe o Miracle-Goldwin-Martin, por citar algunos nombres nacionales, hayan estado a punto de crear la catástrofe en las bien organizadas mentes de los celadores de turno.Star, en esta segunda época, sigue contribuyendo al caos. El problema con este tipo de productos es que resultan de difícil encasillamiento, según cualquier género de ordenanzas o tutelas morales. Con la aparición del comic erótico o porno en nuestros quioscos, las normas pueden ser claras y absolutamente incongruentes y la censura aplicar parámetros fijos en cuanto a desnudos justificados por el guión o porciones anatómicas de obligado oscurecimiento, sin embargo nada más lejos de los dibujantes del comic que excitar la líbido de sus lectores con alardes eróticos. Star, desde su portada hasta la última página, es un continuo ataque frontal al llamado buen gusto y sus viñetas pueden producir considerables pesadillas a los no iniciados. En este tono se inscriben los artistas presentes en el número dieciséis de Star, que contiene modélicas historietas de Ceesepe, Morera el Hortelano, Pérez Sánchez o Miracle-Goldwin-Martin, entre los nacionales, y de Irons, Crawford o Shelton, entre los extranjeros.
Babelia
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