El INI invertirá este año más de 120.000 millones de pesetas
La superación del concepto de subsidiariedad por el de complementariedad constituye una de las novedades más importantes contenidas en la Memoria del ejercicio de 1975 del Instituto Nacional de Industria, presentada ayer por su presidente, señor Antoñanzas en una reunión con los medios informativos.
Al plantear los motivos y formas de intervención del sector público en la economía, la memoria del INI señala cinco fundamentales:Primero. Como servicio público, en sectores no concurrenciales en los que su permanencia es definitiva (puede ser el caso de la minería del carbón de Asturias, Hunosa, concretamente).
Segundo. Bajo la óptica de la subsidiariedad en sustitución de la iniciativa privada, en actividades nacionales que ésta no emprende o realiza de modo satisfactorio.
Tercero. Según el criterio de complementariedad en apoyo a la iniciativa privada.
Cuarto. Por competitividad, fomentándola en casos en que se produzcan situaciones monopolísticas.
Quinto. Por razones de presencia al lado de la iniciativa privada para adquirir información y servir de catalizador. (Sector eléctrico, por ejemplo).
El presidente del INI se refirió al necesario control de la actividad del sector público señalando: «Si se acepta el mecanismo competitivo, el control se basa en la rentabilidad financiera, al igual que en cualquier empresa privada; si no se acepta el control, se basa en la rentabilidad social. Especialmente para este último caso, la pieza básica del control es la transparencia informativa de cara al país».
En las palabras finales previas al coloquio el señor Antoñanzas dijo, «es falso identificar un aumento, progresivo de la participación directa del Estado en el proceso productivo nacional con una tendencia socialista.... lo que menos define la ideología política de un programa económico es precisamente el peso de la empresa pública en el total de las macromagnitudes económicas, en tanto que las demás formas alternativas de intervención no directa sobre la producción tienen mucha más importancia a la hora de distinguir entre un programa que pudiéramos llamar de tendencia socialista de uno más liberal».
El ejercicio 1975
En el pasado ejercicio el INI invirtió 118.000 millones de pesetas. La empresa holding cerró su balance con unos resultados favorables de 471 millones de pesetas. Este beneficio se distribuye de la siguiente forma: un 50 por 100 para el Tesoro, un 35 por 100 para el Fondo de Reservas, un 10 por 100 para el Fondo de Formación Técnica y un 5 por 100 para premios al Consejo y personal directivo.Si se consolidan los beneficios y pérdidas de todas las empresas participadas del INI, el acumulado supone la cifra de 3.788 millones de beneficios. En esta suma se excluyen Hunosa y Bazán, con pérdidas respectivas de 6.479 y 764 millones, que están subvencionadas por el Tesoro en en virtud de las utilidades social y militar de ambas empresas.
Las trece empresas del INI con pérdidas, aparte de las dos a que ya hemos hecho referencia, están en fase de reestructuración, puesta en marcha, ampliación, o como en el caso de Ensidesa, atravesaron en 1975 por una crisis sectorial que condicionó el cierre negativo de balances, comentó el presidente del Instituto.
Por el lado de los beneficios, destacan los provenientes de las empresas del sector energético: Enher (+ 1.058 millones), Empetrol ( + 1.0 14), Endesa ( + 817). El ejercicio de 1975 fue calificado por el presidente del INI de año de «reforzamiento de todas las estructuras, antes que de implantación de nuevas empresas». «Hemos emprendido, dijo, un esfuerzo de planificación y organización con objeto de llegar a la máxima racionalización de los sistemas de información, gestión y planificación dentro del Grupo, de modo que éste funcione con los mismos esquemas técnicos y de eficiencia que corresponden a las grandes corporaciones internacionales».
En este orden de cosas, en 1975 se realizó la creación de Carcesa (Carnes y Conservas Españolas,SA) como consecuencia de la fusión de Frigsa e Ifesa. Se constituyó Endiasa (Empresa Nacional Alimentaria). Se creó Secoinsa (Sociedad Española de Comunicaciones e Informática), en colaboración con Telefónica, Fujitsu y bancos nacionales, y que ahora está pendiente de las oportunas autorizaciones de Industria.
El pago de Fos Bucraa
En el ejercicio pasado se produjo, también la negociación sobre el futuro de Fos Bucraa. Según expuso el señor Antoñanzas, ayer la «Office Cheriffien des Phosphates», marroquí, realizó el primer pago de capital adquirido por ella al INI. Este vencimiento de 1.500 millones de pesetas es el primero de los cuatro en que dividió el abono del 65 por 100 de las acciones vendidas a los marroquíes. El presidente del INI señaló que puesto que había que abandonar el territorio, la solución dada a los fosfatos podía considerarse satisfactoria, ya que los marroquíes abonarán la parte correspondiente de inversiones realizadas por el INI.
Programa para 1976
Para el presente ejercicio, el Instituto ha programado unas inversiones de 122.500 millones de pesetas, el 50 por 100 de las cuales irán destinadas al sector energético. Para el cuatrienio, 1976-80, las inversiones totales previstas suponen más de 525.000 millones de pesetas.En este año, deben consumarse los procesos de fusión de las empresas de ingeniería del Instituto, Edes, IPQ y Auxiesa y probablemente el de Enagás Butano.
En estos días se consumará también una ampliación en la posición del Instituto en Mevosa. Daimler, Benz y el INI incorporarán la participación de Volkswagen, quedando ambas respectivamente con un 40 por 100 de la sociedad.
Preguntado sobre el futuro de la planta de Butano en Utebo, donde se produjo recientemente un mortal accidente, el presidente del INI señaló que se trasladará unos 15 ó 20 kilómetros a otro lugar más seguro aunque cercano al centro de consumo que es Zaragoza. «Ninguno de estos depósitos, así como las fábricas de gas y similares, señaló el señor Antoñanzas, fueron colocados en el interior de las ciudades, aunque el desarrollo de éstas fueron incorporándolos a los cascos urbanos».
La deuda exterior
En los últimos años se ha multiplicado la captación de recursos financieros en el exterior, que alcanzaban, al finalizar 1975, la cifra de 33.640 millones de pesetas. Los obtenidos por las empresas del INI suponen la cifra de 65.000 millones de deuda viva al comenzar este año. En la próxima semana el INI firmará la segunda parte de un crédito de 50 millones (ya se firmaron 20 y ahora se ultiman otros 30) de dólares concedido por la gran banca americana a cinco años y con un tipo de interés de 1,5 por encima del LIBOR (tipo medio del mercado interbancario de Londres).
El petróleo nacional
Se refirió también el presidente del INI a la próxima creación de una empresa nacional dedicada a «la investigación de hidrocarburos en el interior. Sobre el crudo descubierto en nuestras costas, estimó que garantiza un 15 por 100 de las necesidades para fines de esta década. Las reservas detectadas, dijo, suponen ya 100 millones de toneladas entre las del Mediterráneo y las del Cantábrico.
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