Intento de secuestro de una joven, amenazada por la extrema derecha
La joven Maite Amilibia, domiciliada en el barrio donostiarra del Antiguo, sufrió, a mediodía del martes, un intento de secuestro, según denuncia una nota hecha pública ayer, conjuntamente, por la sociedad cultural Jakintza, parroquia de San Sebastián mártir y la Peña Taurina del Antiguo, sin especifica. ningún detalle sobre el suceso. Esta misma persona se encontró, al regresar a su domicilio, con un anónimo, en el que se le amenazaba de muerte junto con otros dos vecinos del barrio. La nota, escrita posiblemente con letra simulada, empezaba con la siguiente frase: En agosto moriréis.Maite Amilibia ha sido objeto de una intensa campaña de intimidación -ver EL PAÍS del día 16- a lo largo de los seis meses últimos. Desde mediados del pasado mes de diciembre han sido constantes los anónimos y las llamadas amenazadoras. En dos ocasiones se le ha emplazado a que abandone la ciudad bajo amenazas de muerte y, según su testimonio, se ha sentido vigilada y perseguida constantemente.
Los autores de estos hechos se han autoidentificado repetidas veces bajo el lema Viva Cristo Rey. Entre las amenazas han figurado alusiones a la familia y el propósito de volar su casa con cuantas personas hubiere dentro.
La nota de las tres entidades mencionadas continúa diciendo que «lamentamos volver sobre estos temas, pero es urgente y necesario hacerlo por el bien de la comunidad. Es evidente que no podemos silenciar estos hechos alevosos y cobardes ».
Tras recordar que el barrio se ha manifestado, pacíficamente, esta misma semana para responder al último atentado terrorista contra una carnicería, insisten en que «éstos tienen una clara tendencia, cuando menos la de sembrar el terror y el sentimiento de venganza en la comunidad. Naturalmente, tenemos pleno derecho a los medios posibles para evitarlos, porque no podemos medir su alcance, y necesitamos con urgencia la acción de la justicia».
«Las amenazas contra los comercios -terminan- han empezado a cumplirse. Las amenazas contra las personas no han llegado todavía. ¿Hay que esperar a que alguien muera para que esto se solucione?»
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