Comienza la mayor exploración científica sobre el enigma del lago Ness
Hay algo irresistible acerca del monstruo de Loch Ness, como en una montaña sin escalar, un río sin navegar o un objeto volante sin identificar. A través de los años, el intrigante e inexplicable fenómeno ha atraído numerosos investigadores a las profundas frías y turbias aguas del lago, escocés. Han permanecido pacientemente de guardia con máquinas de fotografiar y telescopios, han sobre volado en autogiros, llenado el agua del lago de excitantes sexuales, descendido en submarinos diminutos con cámaras submarinas. Ahora, después de siglos de leyenda y años de estudios por aficionados y de debates científicos, un equipo de ingenieros y científicos va a emprender la investigación del fenómeno más completa y tecnológicamente sofisticada, realizada hasta la fecha.La expedición fue organizada para este verano por el doctor Robert H. Rines, abogado y profesor de Boston, y está respaldada por la Academia de Ciencias Aplicadas de Boston y por el New York Times. El doctor Rines, que tiene una preparación no sólo legal sino también científica, es decano del Centro de Derecho Franklin Pierce, de Concord, New Hampshire, y presidente de la Academia de Ciencias Aplicadas que fue fundada con objeto de respaldar áreas de investigación poco corrientes y para promocionar relaciones entre científicos y el resto de la sociedad.
Se espera que participarán más de dos docenas de personas, la mayoría americanos pero, también canadienses, escoceses e ingleses, habiéndose planeado la salida de la primera expedición este fin de semana. Expertos en Zoología procedentes de Harvard, Cambridge, del Smithsonian Institution y del Museo Británico, serán los consejeros tecnicos.
Fotografías submarinas
El propósito de esta expedición al lago Loch Ness es obtener, mediante el uso de cámaras submarinas, detectoras de ondas de sonido y otros instrumentos electrónicos fotografías claras y detalladas de la criatura para que una identificación positiva pueda ser hecha por los zoólogos.
Hasta ahora, los informes acerca de las apariciones, y las escasas y turbias fotografías han proporcionado solamente la imagen incierta de una criatura imaginaria con una diminuta cabeza con varias protuberancias (¿fosas nasales?) un cuello largo y serpentino y un enorme y abultado cuerpo con aletas en forma de rombo.
Estas pruebas, según los expertos, son poco convincentes. Se sospecha que la imagen del así denominado monstruo existe más en los ojos de los fanáticos que en la realidad pero, al mismo tiempo, hay indicios suficientes para los creyentes que permiten considerar si efectivamente han encontrado el rastro de alguna maravillosa rareza de la naturaleza, un ser que sobrevive de la prehistoria o quizás alguna especie animal disfrazada de una manera grotesca.
La expedición actual puede durar dos o tres semanas o todo el verano. Es posible el fracaso este año con los medios a mano, pero los líderes de la expedición están decididos al éxito. «No desistiremos hasta encontrar solución a este misterio», ha admitido el doctor Rines.
Los participantes están muy optimistas, aunque se negaron a explicar lo que esperan encontrarse.
«Yo soy un investigador», ha comentado el doctor Harold E. Edgerton, Profesor en lngeniería por el Instituto Tecnológico de Massachusets, y el experto con más experiencia del grupo en fotografía submarina. «Nunca tomo una decisión hasta que me encuentro ante lo que realmente voy a investigar. No puedo predecir nada, nunca se sabe lo que vamos a encontrar», añadió.
Algo sucede
Los miembros de la expedición sin embargo, están convencidos de que existe algo extraño y evanescente en Loch Ness y que se puede descubrir. Esta creencia ha sido reforzada por la mejora y el interés de algunas de las fotografías y los datos de detección de ondas sónicas recogidas en 1972 y 1975. De hecho esto es lo que ha dado ímpetu a la expedición de este verano, atrayendo más científicos y técnicos a la aventura.
Las fotografías más claras que fueron tomadas por otra expedición dirigida por el doctor Rines, parecen mostrar una aleta pegada a un cuerpo. Otras pruebas fotográficas sugieren que el objeto se estaba moviendo. En realidad parece que una criatura en movimiento puede haber golpeado a la cámara.
La mayor extensión de agua dulce de Gran Bretaña
Una anchura de 1.600 metros. Profundidad de 275 metros. Situado en una falla geológica de hace trescientos millones de años, que parte en dos a Escocia.
Imágenes en relieve
Científicos que han investigado los nuevos datos por su cuenta, aunque permanecen cautos, han recomendado que se investigue más intensamente. El doctor George R. Zug, experto en reptiles y anfibios en Smithsonian Institution de Washington concluye: «Veo que estos datos indican la presencia de animales de gran tamaño en Loch Ness, pero son insuficientes para identificarlos; estas nuevas pruebas deben servir para estimular una investigación sobre la Historia Natural de Loch Ness, de su flora y su fauna y para acabar con el estigma de chiflados que cae sobre cualquier científico o grupo de científicos que quiere investigar sobre el fenómeno de Loch Ness.»
Se invirtieron meses en planificar dónde se debía actuar, en qué parte del lago se debía trabajar y qué es lo que se debía observar. La búsqueda se concentraría en la bahía de Urquhart, un entrante de 23 millas de largo donde se tomaron 57 de las 258 fotografías fidedignas entre 1961 y 1970 y donde el doctor Robert H. Rines obtuvo fotografías realmente fantasiosas en 1972 y en 1975.
La bahía cerca del pueblo de Drumnadrochitis es el lugar donde algunos expertos piensan que el monstruo se nutre de salmones, a juzgar por los residuos que deja en el lugar. Estas conjeturas nos llevan a creer que estas criaturas son Predadores. Loch Ness sólo ha esparcido vegetación, pero sus entrañas están llenas de salmones, truchas de mar, truchas de escamas pequeñas y anguilas. Parece probable que si el llamado monstruo es un animal viviente no hay uno sólo sino un grupo.
En la bahía la expedición trabajará a unos cientos de pies de la costa. Bajarán complejas cámaras y focos de luz a una profundidad de unos 40 pies, asegurándose una perfecta colocación. Una cámara de televisión vigilará continuamente y filmará cualquier signo de vida en el lugar. En un refugio cerca del muelle un miembro de la expedición controlará la pantalla de TV continuamente.
Si apareciera algo en la pantalla, un par de cámaras sumergidas, una en blanco y negro y otra en color, se colocarían en posición para captar las imágenes estereoscópicas. La obtención de tales imágenes sería lo mejor que se ha conseguido hasta ahora en la búsqueda del monstruo.
Entre los instrumentos desplazados hay una cámara de 16 milímetros, provista con película de color, la cual, cada 15 segundos, funciona automáticamente.
Este es un invento de Edgerton. Otro de sus inventos, una potente luz submarina usada frecuentemente en este tipo de expediciones, iluminará las aguas de Loch Ness.
Aun con estos medios de iluminación, dos veces más potente de los usados hasta ahora, el éxito dependerá de la colocación de las cámaras donde se encuentran estos seres. Pero esa suerte puede no ser indispensable. Según algunos de los expertos en fotografía de la expedición puede ser que haya algo en el sistema de las cámaras -las luces, el sonido de los motores eléctricos- algo que actúa de cebo. Eso podía explicar porqué alguno; de estos seres tumbaron las cámaras en 1972 y 75 y también algunos tests llevados a cabo antes de la expedición, en el Aquario de New England (Boston), en el que los tiburones, tortugas marinas y pequeños peces malamente podían contener su curiosidad por los instrumentos que se usaban.El doctor Edgerton confía infinitamente en la cámara fotográfica que ya a utilizar y que le puede proporcionar rápidos resultados.
La mayor parte de los expedicionarios piensan llegar al lago en la primera semana de junio y comenzar sus operaciones en la segunda. Charles W. Wyckoff trabajará con un equipo muy competente. El es él inventor del filme utilizado para registrar explosiones nucleares y fotografiar la superficie de la Luna y se dedicará a coordinar las experiencias fotográficas y dirigir el proceso de filmación. Se proyectan dos grandes experiencias con la utilización del sonar.
El doctor Newton, profesor en el MIT, reconoce que los procedimientos utilizados suponen un gran avance, y que en especial la utilización de rayos infrarrojos será capaz de detectar diferencias en las temperaturas del agua del lago.
El sonido del animal
Mediante los intrumentos de rayos infrarrojos se descubrirá la presencia de animales extraños a través de sus exhalaciones.
Las operaciones del sonar están dirigidas por Martin Klein. Explicó que sus trabajos constarán de seis fases. La primera, un reconocimiento total del fondo del lago, con lo que se hará un mapa extenso. El sonar transmitirá señales acústicas desde el fondo que luego se reflejarán topográficamente. Este sistema reflejará hasta los contornos más profundos del lago del descubrimiento.
Un sistema de detección por sonar instalado en el área de operaciones fotográficas servirá como sistema adicional para la detección del monstruo del lago Ness. Si algo pasa a través de la zona de operación del sonar, será identificado rápidamente como un objeto en movimiento. Si al mismo tiempo la cámara fotografía a este objeto, se obtendrá una pieza de convicción fotográfica que se una a la pieza de convicción sonora.
Naturalmente sólo la fotografía dará una identificación total del misterioso objeto. Martin Klein, director de las operaciones, de sonar, dice que el aparato utilizado para estas operaciones veraniegas supone un profundo avance respecto a los aparatos de detección utilizados anteriormente. Dijo que el aparato es capaz de distinguir entre un cuerpo muy grande y cualquier clase de pez. Como muchos de los ingenieros que participan en esta expedición, Klein estudió bajo la dirección del doctor Edgerton, uno de los más notables expertos en fotografía bajo el agua. Confía en el éxito de los medios técnicos empleados en la expediciónn. Sin embargo, los especialistas consideran que la expedición del lago Ness puede ser inútil, puesto que en los alrededores del lago no han sido encontrados fósiles de grandes vertebrados marinos. Caso de que no fuese así, podría pensarse que uno de estos monstruos antiguos hubiese permanecido viviente.
Un saurio adaptado
«Nuestras intenciones son sencillas. El problema estará en dar a conocer nuestros descubrimientos. Incluso si encontramos algo, habrá dificultades en darlo a conocer.»
Si se encuentran huellas de grandes cuerpos, el primer paso será probablemente introducir bajo el agua una cámara de televisión para que se obtenga una total certeza. Si los objetos no están demasiado profundos, a menos de 200 pies, se puede intentar la persecución con la cámara de televisión. A más profundidad sería necesario introducir un pequeño batiscafo. Esto sería muy caro y probablemente habría que utilizarlo otro año. No obstante, los miembros de la expedición creen que esta vez tienen los instrumentos necesarios para identificar al monstruo, en caso de que éste exista o se descubra.
Por otra parte, se especula sobre si se trata de un mamífero, un anfibio o reptil. Hay interpretaciones y especulaciones para todos los gustos. En particular hay una interpretación, que afirma que el monstruo se parece a un saurio marino presumiblemente extin- gido hace setenta millones de años. Sin embargo se piensa que las aguas del lago son demasiado frías para tal tipo de reptiles.
El hecho es que las diversas interpretaciones sobre la categoría biológica del monstruo no preocupan demasiado a los expertos. Piensan que las adaptaciones físicas del lago pueden haber producido la supervivencia de un animal que en principio estaba adaptado a características fisícas distintas.
Perspectivas del descubrimiento
El aislamiento del lago escocés puede haber,posibilitado la adaptación de extrañas criaturas. El lago está unido al mar por un río, el Ness, corto y estrecho.
Otros piensan que se trata de un pez gigantesco, también similar a los que existían en épocas prehistóricas y cuya pervivencia se debería a las particulares condiciones del cieno del agua.
En cualquier caso los miembros de la expedición están muy excitados con la perspectiva del descubrimiento. Pueden esclarecer un misterio muy antiguo y contribuir a los descubrimientos de la Zoología. También es cierto que pueden no descubrir nada y dejar reposar al monstruo donde siempre estuvo, en la imaginación de las gentes.
El doctor Mac Gowan, zoólogo, refleja posiblemente el espíritu de aventura y apertura que al parecer poseen los expedicionarios del lago Ness. «Probablemente no encontramos nada especial, nada nuevo en absoluto. Pero encontraremos algo siempre interesante, la emoción de la aventura.»
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