Estados Unidos vende centrales nucleares a Sudáfrica
El Departamento de Estado acaba de dar su visto bueno a la solicitud de la compañía General Electric para la venta de dos reactores nucleares a Sudáfrica. Se trata de un contrato de 2.000 millones de dólares, es decir, de uno de los contratos más importantes para la industria nuclear estadounidense. Las primeras informaciones sobre los contactos entre la General Electric y las autoridades de Pretoria se publicaron hace más de diez días, poco después de la gira africana de HenriKissinger. La noticia sorprendió a los partidarios de a nueva poitica de Kssinger, quienes preguntaron directamente al Departamento de Estado si estaba dispuesto a autorizar la venta de centrales a un país que no ha firmado el Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares, a un país que, aparentemente, figura en la lista negra de la. diplomacia USA.
La respuesta llegó ayer, cuando un alto funcionario norteamericano declaró: «¿Cómo se, pretende que pidamos el apoyo de Sudáfrica para la solución del problema rodesiano si actuamos como. enemigos de Pretoria?.».
La verdad es que los norteamericanos saben que la República Sudafricana tiene ya dos centros de investigacién nuclear y que puede adquirir reactores en cualquier país de Europa Occidental. Por otra parte, Pretoria ha conseguido, al parecer, todos los datos necesarios para la producción de artefactos atómicos, sobornando pura y simplemente a un oficial de la OTAN. La República Sudafricana dispone, pues, de la materia prima y la tecnología nuclear, pero ello no significa que se vaya a convertir forzosamente en una nueva potencia atómica.
Los observádores políticos señalan que la balanza de pagos de, Sudáfrica es deficitaria y que un contrato de 2.000 millones de dólares sólo beneficia a los Estados Unidos, que podrían ejercer nuevas presiones sobre el régimen blanco de Pretoria. La diplomacia. y los hombres de negocios tienen, pues, intereses convergentes.
Ford se entrevistará con Vorster
Por otraparte, el presidente norteamericano, Gerald Ford, anunció el viernes por la noche que estaba dispuesto a entrevistarse con el primer ministro sudafricano, John Vorster.
Las declaraciones del presidente norteamericano zanjaron definitivamente una cuestión sobre la que se había estado especulando en los medios informativos de Washington en los últimos días, a raíz de unas afirmaciones del jefe del Gobierno sudafricano.
John Vorster había expresado su deseo de verse con el jefe del eje cutivo norteamericano, después de la gira realizada el mes pasado por Henry Kissinger a diversos países del Africa Negra, con objeto de discutir la delicada situación del régimen blanco de Rodesia.
El viaje de Kissinger a Africa, donde afirmó que su país apoyaba un gobierno de mayoría negra en Rodesia, supuso un cambio en la política mantenida hasta entonces por Estados Unidos en relación con los'regímenes racistas blancos de Africa Austral.
En las mismas declaraciones, el presidente Ford, que no aludió a la fecha de su encuentro con Vorster, negó la posibilidad de que se fuese a entrevistar con el primer ministro rodesiano, Ian Smith, como se había llegado a especular.
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