Reivindicaciones salariales de los enseñantes de Vizcaya
Esta semana se ha iniciado en Bilbao la primera ronda de negociacionese para el convenio colectivo provincial de la enseñanza privada, que afecta a 4.000 trabajadores encuadrados en 225 centros docentes
Por primera vez, los enseñantes vizcaínos han decidido contrastar a nivel de asamblea y han elaborado un detallado cuadrod e peticiones al que acompañande una presentación filososfía general del proyecto. Se abordan en el convenio cuatro puntos fundamentales: 1.º Problema económico. «Queremos dejar bien claro que defendemos en primer lugar la gratuidad de la enseñanza hasta un nivel medio para todos los ciudadanos. Por tanto, nuestras reivindicaciones salariales no deben repercutir lo más mínimo en los presupuestos familiares, sobre todo en los más débiles."Añaden los trabajadores de la enseñanza que el peso de la gratuidad debe recaer sobre toda la sociedad a través del Estado, responsabilizándose del coste real, con lo que esto exige en lo referente a política fiscal y distribución del presupuesto. «Lo que no se puede pretender -dicen- es mantener una falsa gratuidad a costa de los bajos sueldos de quienes trabajamos en la enseñanza. »
Dentro de este capítulo de salarios suficientes, las peticiones son de este tenor: BUP y Formación Profesional de Primer Grado, 35.000 pesetas al mes; EGB, 30.000; administrativos y no cualificados, subida lineal de 12.000 pesetas mensuales, que les colocarían en unos ingresos aproximados de 20.000 pesetas.
En la actualidad, un profesor de EGB viene a percibir 16.000 pesetas líquidas, según los acuerdos pactados en Madrid tras los últimos conflictos. Precisamente para poder alcanzar estos salarios los centros no estatales subvencionados recibieron autorización para cobrar a los padres de los alumnos unas cantidades suplementarias.
«No es eso -dicen-, sino que tiene que ser el Estado el que corra con estos gastos a través de una asignación presupuestaria, aunque sea de carácter extraordinaria.»
Calidad de la enseñanza
En este capítulo económico se ha abordado también el tema de las vacaciones, en el que la clase docente constituye un sector privilegiado. La fórmula ofrecida por los trabajadores es la de dedicar un mes del verano a la realización de cursillos de perfeccionamiento.2.º Calidad de la enseñanza. Los profesores piden que el número de alumnos por aula se limite a 35 y proponen para EGB un total de veinticinco horas lectivas semanales y cinco no lectivas.
Se señala asimismo que debe ser el claustro el que decida la pedagogía del centro como garantía de continuidad y solvencia, al tiempo que se propone que padres y profesores conjuntamente determinen las líneas generales de la enseñanza a través de la junta de gestión.
3.º Gestión democrática. Los trabajadores de la enseñanza reclaman una plena participación a todos los niveles, instrumentalizando el claustro, con participación de los alumnos, para conseguir una gestión reaImente democrática a nivel pedagógico.
4.º Implantación del euskera. «Somos conscientes -dice la presentación del convenio- de la necesidad de tomar con urgencia las medidas eficaces para la extensión del euskera como realidad lingüística viva, a nivel de todo nuestro pueblo.»
En este sentido reclaman el reconocimiento de todas las Ikastolas, la derogación del decreto sobre lenguas vernáculas y la creación en todos los centros de una comisión para la enseñanza del euskera. Como fórmula concreta piden que se impartan obligatoriamente unas clases dentro del horario lectivo, que tendrían una duración de tres a cinco horas semanales.
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