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Colombia avanza en el Mundial tras una improbable remontada

El equipo de Pekerman, que se mide en octavos a Inglaterra, fue el único que se repuso de un estreno con derrota en este Mundial

Santiago Torrado
Falcao García celebra el gol de Colombia frente a Senegal.
Falcao García celebra el gol de Colombia frente a Senegal.CARLOS GARCIA RAWLINS (REUTERS)

En apenas un parpadeo, el infortunio embistió a Colombia en Rusia. No habían pasado tres minutos del debut ante Japón cuando un clamoroso error de Davinson Sánchez, agravado por un penal de Carlos Sánchez, dejó a la Tricolor un gol abajo y con un hombre menos. El estreno, preparado durante meses, se saldó con una inesperada derrota por 2-1. Contra las cuerdas, el país asumió como grito de batalla una de las frases que canta Goyo, la voz femenina de la banda de Hip hop colombiana ChocQuibTown, en Somos los prietos: “No se rinde el que nació donde por todo hay que luchar”.

El equipo de José Pekerman llegó con altas expectativas. A la salida del Mundial de Brasil, donde alcanzaron los cuartos de final, los cafeteros dejaron la impresión de que estaban muy cerca de instalarse en la elite. Pero bastó la derrota ante los nipones para revivir los peores fantasmas, temores e inseguridades que en el pasado han rodeado a la selección colombiana. Un equipo que nunca se había clasificado a segunda fase después de caer en el debut. La incertidumbre cercaba al entrenador, que se topó con la tarea apremiante de levantar al grupo y la obligación de ganar los próximos dos partidos. Para agravarlo todo, James Rodríguez llegó a Rusia entre algodones y La Roca Sánchez, el hombre del equilibrio en el medio campo, estaba suspendido para la segunda salida.

En las crisis también hay oportunidades. La selección se desquitó con una brillante goleada 3-0 sobre Polonia, con James en plan de mariscal y Juan Fernando Quintero como su socio, en lugar de su reemplazo. La nueva generación encabezada por Yerry Mina, autor del primer gol, tomó el testigo. Colombia se mantenía con vida, y lo corroboró con el sufrido triunfo del jueves ante Senegal, de nuevo con el central del Barcelona como protagonista. A la victoria por la mínima le faltó lustre, pero bastó para avanzar como primera del grupo, la única selección que consiguió reponerse de un revés en el estreno. Colombia, el equipo que menos kilómetros tuvo que desplazarse durante la primera ronda desde su base de Kazan, se encamina ahora a Moscú para enfrentar el martes a Inglaterra.

Fortaleza mental

Colombia, con todas sus complejidades, se ve representada por sus futbolistas. Este equipo coral y luchador que logró sobreponerse a las adversidades es, línea por línea, un listado de ejemplos de superación. Algunos, como ocurre con muchos colombianos, cargan las cicatrices de la violencia. Quintero, Juan Guillermo Cuadrado y Santiago Arias perdieron muy pequeños a sus padres, asesinados en confusos episodios.

Otros provienen de regiones apartadas. En el eje de la defensa, tanto Mina como Davinson nacieron en el Cauca, en el suroeste, uno de los departamentos más golpeados por el conflicto armado. Sobre el césped, el primero dejó atrás su decepcionante primer semestre en el Barcelona y el segundo, admirado en la Premier por su seguridad, se recuperó de su desastroso estreno. En el cruce de octavos de final, el joven bastión de la defensa del Tottenham se enfrentará a la gran estrella del club, Harry Kane, hasta ahora el goleador del Mundial con cinco tantos.

Por delante de los centrales caucanos, Carlos Sánchez -oriundo como Goyo de Chocó, el departamento más pobre de Colombia-, quien llegó a recibir amenazas tras la expulsión ante Japón, se reivindicó frente a Senegal. Incluso terminó de capitán cuando Pekerman sacó hacia el final del juego a Falcao García.

James y Falcao, las dos estrellas de la selección, también son ejemplo de entrega a ojos de sus compatriotas. El enlace del Bayern, que ha dicho que en Colombia juega hasta cojo, arrastra molestias musculares y está en duda frente a Inglaterra después de tener que salir del campo a la media hora frente a Senegal. El delantero del Mónaco le marcó a Polonia, a sus 32 años, su anhelado primer gol en una Copa del Mundo, un sueño aplazado después de la grave lesión de rodilla que lo dejó por fuera de Brasil.

Esa familia, como les gusta llamarse, ha desafiado en Rusia la fragilidad mental que se le solía atribuir a los futbolistas colombianos, a los que les pesaba el favoritismo. Según el psicólogo Marcelo Roffé, que trabajó con Argentina y Colombia en dos Mundiales, el equipo cuenta con dos líderes naturales, Pekerman y Falcao, que no en vano son su técnico y su capitán. Ellos ejercen un tipo de liderazgo tranquilo, sin estridencias. En el campo, sostiene, Falcao contagia actitud y entusiasmo. El cambio de mentalidad que el entrenador argentino ha instalado desde que asumió en 2012 supera en Rusia una prueba de fuego.

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Sobre la firma

Santiago Torrado
Corresponsal de EL PAÍS en Colombia, donde cubre temas de política, posconflicto y la migración venezolana en la región. Periodista de la Universidad Javeriana y becario del Programa Balboa, ha trabajado con AP y AFP. Ha cubierto eventos y elecciones sobre el terreno en México, Brasil, Venezuela, Ecuador y Haití, así como el Mundial de Fútbol 2014.

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