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Falcao se juega su Mundial en un cara a cara con Lewandowski

Colombia afronta su segundo juego, ante una Polonia igual de necesitada, con la obligación de ganar para mantenerse con vida

Santiago Torrado
Falcao García, capitán de Colombia, durante la derrota 2-1 frente a Japón.
Falcao García, capitán de Colombia, durante la derrota 2-1 frente a Japón.JASON CAIRNDUFF (REUTERS)

Falcao García rompió su largo ayuno con la selección Colombia ante el más exigente de los rivales. Aquella tarde de septiembre en la calurosa Barranquilla, James Rodríguez encontró con un taco sobre la línea al lateral Santiago Arias, quien lanzó el centro para que El Tigre pudiera perforar con un cabezazo picado la portería de Alisson. Fue un gol liberador que selló el empate a uno ante el temible Brasil de Tite, el primer tanto en las eliminatorias del delantero de 32 años que este domingo en Kazán, ante la Polonia de Robert Lewandowski, asume como capitán el reto de mantener con vida a la tricolor en el Mundial de Rusia.

Las sorpresivas derrotas de suramericanos y europeos en sus respectivos estrenos ante Japón y Senegal, ambas por 2-1, presentan un escenario inesperado en un grupo en el que partían como favoritos. “Nos vamos a enfrentar dos selecciones que están necesitadas y esto va a ser como una final. Son ellos o nosotros”, valoró Falcao, símbolo de perseverancia a ojos de sus compatriotas. Prueba de que el fútbol es una posibilidad de sobreponerse a las adversidades.

Colombia lleva cuatro largos años con el anhelo de gritar un gol de su ariete en una Copa del Mundo atragantado en la garganta. Poco importa que en el Mónaco, el mismo club donde comenzó su tormento, lleve ya dos temporadas dejando claro que su travesía por el desierto es cosa del pasado. Rusia representa la redención que tanto ha perseguido, pero los Mundiales son fugaces. Si quiere seguir en carrera, debe dejar en el camino a Lewandowski, otro delantero de leyenda que, cerca de los 30 años, comparte su doble condición de veterano y debutante.

Ambos han exhibido en algún momento de sus carreras el cártel de mejor nueve del mundo, y llegaron como aspirantes al botín de oro. El seleccionador de Polonia, Adam Nawalka, está convencido de que su capitán es un delantero sin igual. Al colombiano, se lo colgó Diego Simeone durante sus dos temporadas en el Atlético de Madrid (2011-2013), cuando competía en la misma liga de Lionel Messi y Cristiano Ronaldo.

Traspasado al Mónaco, Falcao proyectaba llegar con esas credenciales al Mundial de Brasil, al que Colombia clasificó gracias a sus nueve goles en las eliminatorias. Pero a comienzos del que debía ser el año de su consagración se rompió el ligamento cruzado de la rodilla izquierda, una lesión que puso puntos suspensivos a su carrera. Se aferró a su fe cristiana e intentó acelerar los plazos. No hubo caso, se perdió el torneo en el que James heredó su protagonismo y se coronó como el inesperado goleador.

La parábola del Tigre

Falcao atravesó un calvario de lesiones a lo largo de dos turbulentas campañas cedido en el Manchester United y el Chelsea. Apenas anotó cinco goles en la Premier antes de regresar al Mónaco. En el principado rejuveneció. Ganó la liga francesa, fue semifinalista de Champions y marcó más de 20 goles en cada una de las últimas dos campañas. “En los últimos años trabajé especialmente para poder estar presente en Rusia”, explica. Sin embargo, su regreso con Colombia se hizo esperar.

Las similitudes entre El Tigre y Bobek abundan. Dotados técnicamente, son buenos cabeceadores, definen con ambas piernas y han forjado una reputación de profesionales a toda prueba. Son el nueve, capitán y goleador histórico de sus respectivas selecciones, el colombiano con 29 celebraciones en 66 partidos y el polaco con 55 en 96 apariciones. Pero su camino a Rusia está lleno de contrastes.

Para Lewandowski, goleador de la Bundesliga con el Bayern Munich, fue una marcha triunfal. Con un récord de 16 anotaciones en 10 salidas, fue el goleador europeo en la clasificación, por encima del mismísimo Cristiano. Sin angustias, Polonia ganó ocho de sus 10 partidos y regresó como cabeza de grupo a la máxima cita después de 12 años de ausencia.

Colombia, en cambio, aplazó su sufrida clasificación hasta la última fecha de la eliminatoria sudamericana, esa liga de selecciones disputada a lo largo de dos años. Falcao apenas anotó el primero de sus dos tantos frente a la 'Seleçao' en la antepenúltima fecha. “Lo extrañamos muchos partidos, muchísimos partidos, y creo que hemos vuelto a contar con un líder, un fenómeno que nos va a aportar muchísimo", celebró tras ese encuentro el técnico José Pekerman. En un equipo que históricamente ha sufrido de falta de gol, su fortaleza mental contagia y pesa en los partidos definitivos.

El tanto más reciente de Falcao con Colombia fue en marzo, a pase de James, en la remontada para vencer 3-2 a Francia en el estadio de Saint-Denis. Una victoria de prestigio para refrendar el invicto contra equipos europeos desde que Pekerman asumió el mando en 2012, con cinco victorias en siete partidos. Serbia, Bélgica, Holanda, Grecia, Eslovenia y España no consiguieron derrotar a la tricolor.

Para mantener ese registro, el camino cruza por alimentar de balones a Falcao. Esa será la tarea de James, que paradójicamente en el Bayern suele surtir a Lewandowski, el hombre a vigilar. El diez se espera como titular tras haber sido suplente frente a Japón por una fatiga muscular. Pekerman se encomienda a su dúo estelar para que la parábola del Tigre no quede truncada.

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Sobre la firma

Santiago Torrado
Corresponsal de EL PAÍS en Colombia, donde cubre temas de política, posconflicto y la migración venezolana en la región. Periodista de la Universidad Javeriana y becario del Programa Balboa, ha trabajado con AP y AFP. Ha cubierto eventos y elecciones sobre el terreno en México, Brasil, Venezuela, Ecuador y Haití, así como el Mundial de Fútbol 2014.

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