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COPA ARGENTINA

River recupera la memoria y se consagra bicampeón

El "millonario" termina el año celebrando un título al superar a Atlético Tucumán por 2 a 1 en Mendoza

Enzo Pérez, figura de River y la selección, levanta la Copa Argentina.
Enzo Pérez, figura de River y la selección, levanta la Copa Argentina.EFE
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La edición 2017 de la Copa Argentina tuvo una final de esas que le gustan al público local, las que enfrentan al débil con el poderoso. Cualquiera podría imaginar que River es ese favorito que va de banca y Atlético Tucumán, el punto. Sin embargo, las últimas semanas de ambos equipos pone en lógica esa cuestión. Ambos equipos desandan un camino irregular en la Superliga y deambulan en la mitad de la tabla, pero River le suma a eso una histórica eliminación de copa Libertadores y la derrota en el Superclásico que lo han dejado maltrecho, según reconoció su entrenador, Marcelo Gallardo.

Así llegaron los equipos a Mendoza (a 1.000 kilómetros de Buenos Aires), acompañados por verdaderas multitudes, que poblaron desde temprano el estadio mundialista Malvinas Argentinas. La Copa Argentina todavía conserva la habilitación de público visitante, por lo que el marco volvió a estar a la altura de una final. Sobre todo en el caso de la parcialidad riverplatense, dispuesta a defender el bicampeonato.

River pareció haber dejado las angustias en el vestuario. Al equipo de Gallardo se lo vio paciente y dispuesto a hacer pasear la pelota por todo el campo de juego. Así fue como llegó el primero del Millonario, luego de un tiro de esquina rechazado por la defensa de Atlético Tucumán y que Enzo Pérez envió tímidamente al área con un cabezazo. Allí apareció Ignacio Scocco, el goleador riverplatense en el semestre, para adelantarse al portero y marcar la ventaja.

La alegría y la calma de River duraron poco: dos minutos después, el Pulga Rodríguez se aprovechó de otro grosero error en la última línea del Millonario (ya son varios en el año) y marcó el empate. El primer tiempo se evaporó con la confirmación de que en el campo se enfrentaban dos equipos que atacan mejor de lo que defienden.

River 2 - At. Tucumán 1

River: Bologna, Montiel, Maidana, Javier Pinola, Saracchi; Enzo Pérez, Ponzio, Rojas, Ignacio Fernández; Ignacio Scocco, Gonzalo Pity Martínez. DT: Marcelo Gallardo.

Atlético Tucumán: Alejandro Sánchez; Acosta, Cabral, Rafael García, Villagra; Barbona, Aliendro, Francisco Grahl, Núñez; Fabio Álvarez, Luis Pulga Rodríguez. DT: Ricardo Zielinski.

Goles: 9’ Scocco y 47’ Fernández (River), 11’ Rodríguez (Atlético Tucumán).

Arbitro: Fernando Rapallini. Amonestó a: Pérez (River), Villagra, Acosta y Aliendro (Atlético Tucumán).

Estadio: Malvinas Argentinas, de Mendoza (42.500 espectadores).

El conjunto de Gallardo saltó al campo de juego en el segundo tiempo y ya tenía una nueva ventaja en el marcador. Dos de sus zurdos, Saracchi e Ignacio Fernández combinaron en ataque para que Nacho defina de manera categórica, con un remate a colocar al ángulo del Oso Sánchez, que quedó inmóvil. Un gol que seguramente integrará la nómina de los mejores del año. Luego de eso el Millonario controló el balón y por momentos se floreó. Tuvo el tercero con un mano a mano de Scocco a los 11 del complemento, pero elevó el remate. Volvió a tenerlo a los 23 con un cabezazo que Maidana estrelló en uno de los postes.

Atlético Tucumán cierra el año más importante de su vida y, por lo tanto, el más ajetreado. Jugó la copa Libertadores por primera vez, donde protagonizó un insólito hecho, cuando vistió las camisetas del seleccionado nacional por una demora en el vuelo de su vestuario a Quito. Así logró ingresar a la fase de grupos del principal certamen continental, pero terminó tercero y continuó en la Sudamericana. Fue eliminado en octavos de final ante Independiente, hoy finalista. La temporada tuvo al Decano, uno de los grandes del Interior, como gran animador: con el de esta tarde, jugó 48 partidos y se convirtió en el equipo argentino que más partidos jugó en el año. Muchos más que Boca, con apenas 30 encuentros, por ejemplo. Y al igual que el xeneize, ya tiene asegurada su participación en la Libertadores 2018.

River necesitaba esta victoria como nada en el mundo. Los de Gallardo tuvieron un primer semestre soñado, en el que parecía favorito a ganar todo. Pero el receso de agosto marcó un declive que lo dejó con el premio consuelo de pelear por llevarse el más chico de los objetivos planteados en enero. Las ventas de Driussi y Alario, los dopajes de Martínez Quarta y Mayada y las reiteradas lesiones de algunos de sus jugadores complicaron a un plantel excelente desde lo futbolístico, pero muy perjudicado desde lo mental. ¿El resultado? Eliminación de Copa Libertadores en semifinales ante el modesto Lanús y una magra posición en la Superliga, a 12 puntos de Boca, el líder.

Es justo que River termine celebrando un año en el que a pesar de las frustraciones, confirmó la estabilidad de un proyecto, el de Gallardo, que comenzó a mediados de 2014 y que se extenderá un año más, por pedido expreso del entrenador, que con esta, ha ganado al menos una copa en cada uno de sus años de DT. Un proyecto sostenido en el tiempo, algo exótico por estos lados. Es justo porque el equipo siempre intentó un juego vistoso, apuntalado en la calidad de Enzo Pérez -firme candidato para integrar la selección en Rusia 2018- y la potencia goleadora de Ignacio Scocco, que convirtió 15 goles en apenas cuatro meses.

Las vitrinas de River tienen trofeos mucho más importantes que este, pero en términos emocionales, esta copa Argentina será medida como una gran bocanada de alivio.

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