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Memorias del Partido de la Muerte

‘Match’, una polémica película rusa sobre unos heroicos jugadores ucranianos que no se dejaron vencer por los nazis

Pilar Bonet
Oleg Blokhin, legendario futbolista ucraniano, ante el monumento a los asesinados por los nazis.
Oleg Blokhin, legendario futbolista ucraniano, ante el monumento a los asesinados por los nazis.DIARIO AS

“El Partido de la Muerte”. Con este nombre es conocido el encuentro que en el verano de 1942 enfrentó en Kiev a un equipo formado por los ocupantes nazis alemanes con uno local en el que se habían integrado varios jugadores del Dinamo, entre ellos el legendario portero Nikolái Trusévich. Ante el ultimátum dado por la Gestapo —dejarse vencer o ganar y ser ejecutados por ello—, los futbolistas eligieron lo segundo. Trusévich fue fusilado en 1943 en un campo de concentración germano junto a otros dos jugadores del equipo y este se convirtió en una leyenda y un símbolo de heroísmo en la resistencia al nazismo en la Unión Soviética.

En vísperas del Campeonato de Europa de fútbol, el director de cine ruso Andréi Maliukov, con el respaldo del Ministerio de Cultura y del Fondo de Apoyo Económico a la Cinematografía de la Federación Rusa, ha estrenado con actores de éxito una nueva versión de aquella gesta, que ya había sido llevada al cine en 1962 en la URSS con el título de Tercer tiempo.

El filme contribuye a reforzar acusaciones de colaboracionismo y antisemitismo

Sin embargo, desde el punto de vista histórico, la película de Maliukov, que lleva por título Match (Partido), ha resultado inexacta, como mínimo. Medios intelectuales ucranianos van más lejos y ven la cinta como una producción tendenciosa y hostil hacia su país. El filme apareció en las carteleras de Rusia el pasado 1 de mayo y se proyecta también en Ucrania pese a que las autoridades de aquel país tuvieron dudas sobre la conveniencia de autorizarla. Match fue debatida en el primer canal de la televisión ucraniana el pasado abril en el programa Savik Schuster Live por políticos de distinto espectro que la habían contemplado previamente en una sesión privada. Las opiniones se dividieron, pero la mayoría estuvo de acuerdo en que debía ser mostrada, según cuenta Vladímir Dolin, historiador y uno de los realizadores del programa.

“La victoria es nuestra”

El cartel que anuncia la película contiene dos mensajes. Debajo del título de la película’ Macht’ se puede leer: “La victoria es nuestra”. Y en la parte inferior hay una frase que denota el origen y la perspectiva rusa con la que se desarrolló el guion de la película: “Creemos en la victoria de la selección rusa en la Euro 2012”.

El Star, con ocho jugadores del Dinamo de Kiev y tres del Lokomotiv, se midió dos veces al equipo de la Luftwaffe. El 6 de agosto de 1942 vencieron 5-1 y la revancha fue fijada tres días después. Con 5-3 para el Star pese a la violencia de los nazis, el Partido de la Muerte se suspendió cuando un jugador local no quiso marcar con todo a favor, lo que considerado una burla.

Match mezcla elementos de la realidad con la ficción y también inexactitudes (o tergiversaciones) que contribuyen a reforzar acusaciones (tales como colaboracionismo y antisemitismo) esgrimidas desde perspectivas nacionalistas rusas en relación con los nacionalistas ucranianos, señala Dolin. La película de Maliukov no contribuye a clarificar temas polémicos, sino que echa leña al fuego de debates históricos graves, merecedores de un tratamiento desapasionado y al margen de la coyuntura política actual.

En Match, el centro de alistamiento de voluntarios de Kiev aparece prácticamente vacío el 22 de junio de 1941, cuando las tropas hitlerianas cruzaron la frontera de la Unión Soviética, dando así comienzo a lo que en la URSS se bautizó como la Gran Guerra Patria. “Cuando Mólotov anunció la movilización, en Kiev se alistaron 40.000 personas en el primer día y también se formaron destacamentos populares que perecieron por falta de experiencia”, explica Dolin.

Además, señala, los alemanes no fueron recibidos por los funcionarios nacionalistas ucranianos cuando entraron en Kiev en septiembre de 1941 como muestra la película, sino que estos entraron en la ciudad después. En la cinta, los colaboracionistas locales llevan una banda amarilla y azul (los colores de la bandera ucraniana) en el antebrazo, lo que no se ajusta a la realidad, ya que llevaban una banda blanca. Además, en Kiev, a diferencia de Lviv, la población local no participó en pogromos (linchamientos) como se indica en la película, concreta Dolin.

Intelectuales y políticos rusos tienen dificultades para respetar a Ucrania, dice el historiador Dolin

Según el historiador, la cinta es una manifestación más de las dificultades de un sector de los intelectuales y políticos rusos para respetar a Ucrania como un país independiente y distinto de Rusia. En diciembre de 2010, siendo primer ministro de Rusia, Vladímir Putin discrepó en un programa televisivo con un interlocutor, según el cual Rusia y Ucrania no habrían ganado la Segunda Guerra Mundial si no hubieran estado unidas en la URSS. “Habríamos ganado de todas formas porque somos un país vencedor”, dijo Putin refiriéndose a Rusia.

Según el dirigente ruso, la estadística de la época de la Gran Guerra Patria indica que “las pérdidas más cuantiosas” se produjeron en el territorio ruso de la URSS, “más del 70%”. “Eso significa que la guerra se ganó, y no quiero ofender a nadie, gracias a los recursos humanos e industriales de la Federación rusa”, sentenció Putin.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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