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‘El poder del perro’ y ‘CODA’ luchan por la gloria en la noche de los Oscar 2022

La gala de este domingo estará marcada por el duelo entre el wéstern de Jane Campion y el drama de Sian Heder y por el polémico recorte de la ceremonia en un intento desesperado por recuperar audiencias

Dos operarios transportan una estatuilla gigante de los Oscar cerca del teatro Dolby de Los Ángeles, en vísperas de la gala de entrega de los premios.
Luis Pablo Beauregard

Puede que haya sorpresa este domingo en los Oscar. La carrera por el premio más codiciado del cine comenzó con El poder del perro como gran favorita con 12 nominaciones. Las cosas no están tan claras cuando quedan pocas horas para que comience la gala de entrega, que este año vuelve al célebre teatro Dolby de Los Ángeles tras la gris ceremonia del año pasado en la estación de trenes de la ciudad. El matizado retrato del masculino mundo del wéstern que dirige la neozelandesa Jane Campion ha perdido impulso en los últimos días y ahora es el momento de CODA, el drama de una familia sordomuda firmado por la estadounidense Sian Heder, que comienza a repetirse en las quinielas como la ganadora de la noche.

La estela de ceremonias que preceden cada año a la gala de los Oscar, que en 2022 llega a su 94ª edición y comenzará a las 17.00 de este domingo en Los Ángeles (dos de la madrugada del lunes en el horario peninsular español), van confirmando lo que los distintos sindicatos de profesionales tienen en mente. Será un año de reivindicaciones. Will Smith, quien ha sido nominado tres veces en la categoría de mejor actor, las tres por interpretar a personajes reales, es el favorito por su papel de padre de las tenistas Venus y Serena Williams en El método Williams. En esta categoría compite Javier Bardem, uno de los cuatro españoles que aspiran a un premio esta noche, pero que tiene difícil llevarse su segunda estatuilla tras haber ganado en 2008 por su trabajo en No es país para viejos.

Jessica Chastain se quedó sin Oscar en 2013 pese a ser la preferida por La noche más oscura. Este año su actuación en el papel de la telepredicadora evangelista Tammy Faye ha sido avalada con el galardón a la mejor actriz en los premios del sindicato de actores (SAG). Sin embargo, la española Penélope Cruz cerró su campaña con fuerza. Su triunfo se perfila como una posible gran sorpresa en las quinielas de la prensa especializada. Menos sobresaltos parece que habrá en las categorías de reparto, donde los más consistentes en la temporada de premios han sido el intérprete sordo Troy Kotsur, por CODA, y la actriz de raíces afrolatinas Ariana DeBose, por la versión de Steven Spielberg de West Side Story.

Jane Campion parece imbatible en el campo de dirección. Su triunfo puede hilar dos años consecutivos de mujeres triunfando en esta categoría. La gran pregunta es si El poder del perro, una de las cintas mejor valoradas por la crítica internacional junto a la japonesa Drive My Car, podrá quedarse con la estatuilla de mejor película, el gran premio de la noche.

Pero la campaña del Oscar también puede ser definida por sus polémicas. Disney, empresa que produjo 10 de las películas que compiten esta noche, llega a la gala envuelta en ellas tras destaparse que censuró en algún filme secuencias de afecto entre personas del mismo sexo y por su tibia posición frente a la controvertida ley antigay aprobada recientemente en Florida. Por su parte, la película de Campion ha logrado nominaciones para sus actores, Benedict Cumberbatch, Kirsten Dunst, Jesse Plemons y Kodi Smit-McPhee, pero también ha despertado una ola de rechazo entre los sectores más conservadores y los aficionados al wéstern más puristas.

Esto da oxígeno a CODA, considerada por la crítica como una feel good movie, un largometraje construido para agradar a toso los públicos. Lo peor que se ha dicho de ella es que parece uno de esos títulos anodinos que echan en la televisión en abierto la tarde de un domingo. No estarían del todo equivocados. La película se estrenó en EE UU en solo 100 pantallas en Estados Unidos. Su triunfo, no obstante, sería un golpe en la mesa de Apple TV+ en Hollywood. La tecnológica de Tim Cook la compró por 25 millones de dólares (22,7 millones de euros) tras su estreno en enero en 2021 en Sundance. Muchos criticaron entonces el precio, pero una victoria en la gran noche de la industria convertiría a la empresa de la manzana en gran protagonista. También sería una bofetada a Netflix, que lidera las nominaciones de la noche, pero a la que se le ha resistido desde hace años el galardón de mejor película. Este premio se entregará nuevamente al final de la gala, tras el paso en falso de 2021, cuando los organizadores decidieron cerrar con el de mejor actor.

Will Packer, el productor de la ceremonia, que iba a celebrarse originalmente el 27 de febrero hasta que la pandemia forzó su aplazamiento, asegura que será una gala para “unir” a los amantes del cine después de una dura época durante la cual incluso se politizó la crisis sanitaria. Además de celebrar los títulos en competencia, promete sorpresas. Entre estas, homenajes a El padrino, de Francis Ford Coppola, y a James Bond, universos cinematográficos que cumplen 50 y 60 años, respectivamente. “No sentirán que están viendo el mismo espectáculo durante tres horas”, adelantó en una conferencia de prensa. La Academia ha recurrido a medidas desesperadas para frenar la sangría de audiencia en su emisión televisiva. Los Oscar del año pasado registraron las peores cifras de la historia con 10,4 millones de espectadores, una caída del 56% respecto a 2020. En un gesto para recuperar la atención de los televidentes, este año se inaugurará el premio del público a la mejor película, votada en las redes sociales.

La producción debe también lidiar con el unánime repudio que ha causado un cambio en el habitual diseño de la gala. Por primera vez, ocho galardones (corto documental, montaje, maquillaje y peluquería, banda sonora, diseño de producción, corto animado, corto de ficción y sonido) se entregarán una hora antes de la transmisión para hacer más ágil la ceremonia. El ajuste, obligado por la cadena ABC, ha provocado renuncias de académicos y llamamientos a protesta. Chastain ha dicho, por ejemplo, que no desfilará por la alfombra roja porque estará dentro del Dolby apoyando a las nominadas por el maquillaje de su personaje. “Valoramos cada una de las categorías. Todos tendrán su momento y serán tratados con respeto”, explicó Packer, quien recalcó que estos ocho ganadores serán sumados a la emisión principal en un montaje en directo.

Otra duda que queda en el aire es el encaje que tendrá la guerra en Ucrania en la ceremonia. Aunque los responsables de la gala han dicho que los premios son un “escape para los tiempos tumultuosos”, la ofensiva militar al este de Europa es un tema inevitable. La comediante Amy Schumer, una de las tres conductoras del evento junto a Wanda Sykes y Regina Hall, propuso una conexión en directo con el hombre del momento, el presidente ucranio Volodímir Zelenski. La sugerencia fue fulminada inmediatamente por Packer. “Creo que tiene problemas de agenda”, bromeó Sykes el jueves.

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Sobre la firma

Luis Pablo Beauregard
Es uno de los corresponsales de EL PAÍS en EE UU, donde cubre migración, cambio climático, cultura y política. Antes se desempeñó como redactor jefe del diario en la redacción de Ciudad de México, de donde es originario. Estudió Comunicación en la Universidad Iberoamericana y el Máster de Periodismo de EL PAÍS. Vive en Los Ángeles, California.

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