La ficción criminal no descansa: grandes novelas negras para el inicio de 2022
Con la vista puesta en BCNegra, las editoriales sacan algunas de sus mejores armas. Hay un poco de todo y pocas excusas para no leer a muerte
Los primeros meses del año son uno de los mejores momentos para el género negro en las librerías. Empujados por la fuerza de una BCNegra cada vez más internacional y potente, las editoriales se animan a presentar algunas de sus mejores bazas para captar lectores y entrar en la conversación generada por la cita barcelonesa. Si, además, se suman unos cuantos debuts españoles con buena pinta (habrá que ver luego), el aliento incombustible de algunos clásicos (vivos y ya fallecidos, de Don Winslow a Andrea Camilleri) y otras apuestas fuertes en géneros aledaños (espionaje y true crime, sobre todo) nos encontramos con un menú inabarcable y que acelera el pulso de este lector solo con pensarlo.
Don Winslow es el nombre propio de este inicio de temporada. El autor de El poder del perro o El cártel recibirá en febrero en Barcelona el premio Pepe Carvalho por una carrera jalonada con alguna de las novelas más potentes del género en las últimas dos décadas. Habrá que esperar, sin embargo, hasta abril para leer Ciudad en llamas (Harper Collins), el inicio de una serie sobre la mafia cuya primera entrega responde a la ambición de la empresa. Antes tendremos otros grandes nombres. En enero, el escocés Charles Cumming cierra con Conexión Londres (Black Salamandra) su serie de Thomas Kell, lo mejor que he leído en espionaje desde John Le Carré y Charles McCarry. Ella entró por la ventana del baño (Alfaguara) es la nueva entrega de las aventuras y desdichas de El zurdo Mendieta, la serie que ha colocado a Élmer Mendoza entre los autores más destacados de la ficción criminal en español. Pueden leerla directamente o irse a la primera de la serie (antes en Tusquets) y engancharse a este personaje y al lenguaje, puro alarde literario, de Mendoza. Si no saben o no han frecuentado la narcoliteratura, este es su autor.
Gran nombre también Javier Cercas, que en marzo sigue con la tercera entrega de su trilogía Terra alta con El castillo de Barba Azul (Tusquets). Es una serie que va más allá del género, en la que se abordan problemas actuales desde un relato que también entra en el wéstern pero, ya saben, siempre hemos sido partidarios de un enfoque abierto sobre la novela negra.
Que no se les pase…
Hay autores que no están en la primera plana del género en España, pero a los que el aficionado no debería dejar pasar. Esther García Llovet ha demostrado con Sánchez y luego con Gordo de feria (Anagrama) su capacidad para hablar de personajes oscuros que viven en los márgenes y aspiran a poco. Ahora se embarca en la Trilogía de los países del Este cuya primera entrega, Spanish Beauty (en Anagrama en unos días), nos lleva a un Benidorm plagado de mafiosos ingleses, rusos millonarios, billares cutres de sótano y rascacielos a medio construir. Estos ingredientes, en manos de García Llovet, prometen.
Alan Parks se está haciendo su sitio con las novelas de Harry McCoy, que desde la primera entrega (Enero sangriento) nos dan una buena ración de policial duro en el Glasgow de los setenta. Un personaje complejo y bien instalado en la parte oscura de la vida —bebe, no le hace ascos a las drogas y es algo corrupto—, música y tramas bien pertrechadas. La última, Bobby March vivirá para siempre (en enero en Tusquets) confirma todo lo dicho. Estará también en BCNegra.
Si quieren algo de policial clásico, cada una a su manera, con buenas dosis de procedimental, tienen a Caz Frear y a Cristina Cassar Scalia. La primera trae en AdN Prohibido llorar, mientras que la segunda llega de la mano de Duomo con Arena negra, una aventura en Catania, con el Etna de fondo, de la subcomisaria de la Policía Judicial, Giovanna Garrasi, conocida como Vanina. Si no conocen a este personaje, esta es una gran oportunidad.
Ahora, si quieren buenas tramas, excelentes personajes y relatos de cozy crime con calidad literaria no dejen de visitar la serie del policía Armand Gamache de la canadiense Louis Penny, de la que nos llega en las próximas semanas Una ofensa mortal (Black Salamandra). Son muchas, pueden empezar por esta sin problema o ir a Enterrar a los muertos (2016) y darse un recomendable atracón de crimen quebequés.
Empeños personales
No es la primera vez que les hablo de Arantza Portabales, que escribe novelas de género sobrias y con buenas tramas, algo que puede parecer poco, pero que es mucho vistos algunos dislates. Lo hizo en Belleza roja y en La vida secreta de Úrsula Bas, así que esperamos con ganas ya en marzo Sobreviviendo, en el que se traslada además al mundo de los realities.
Siguiendo este apartado de empeños personales, me gustó mucho Un policía del sur, de John McMahon, una novela ambientada en la América profunda, así que espero con ganas La maldad de los hombres buenos (RBA).
Y en esta categoría podríamos meter a Alexis Ravelo, que ganó con Los nombres prestados el premio Café Gijón 2021. La novela la edita Siruela, donde el canario ya publicó la excelente Un tío con una bolsa en la cabeza (adivinen de qué va). Desde las novelas de Eladio Monroy (que está recuperando Alrevés) y la literatura de granujas comandada por la excelente La estrategia del pequinés (Premio Dashiell Hammett), Ravelo es uno de los grandes nombres del género en español.
Dos clásicos sicilianos y uno americano
La capacidad de Andrea Camilleri para producir ha dejado obra por publicar en español después de su muerte. El cocinero de Alcyon (Salamandra) es la penúltima de la serie de Montalbano. Ya saben: ironía mediterránea, ritmo pausado, buena literatura, mejor comida. No se puede pedir mucho más. Eso sí, hay que esperar hasta marzo. El consuelo: desde la inaugural La forma del agua hay muchas para ir adentrándose en su universo.
Y también mediterráneo y siciliano pero con otro tono, Tusquets nos sigue trayendo poco a poco la obra de Leonardo Sciascia, del que en 2021 se conmemoró el centenario. En este caso El día de la lechuza y El contexto. Para algunos, la primera es la mejor novela de Sciascia. En las dos, corrupción y mentiras, crímenes burdos y otros elegantes. Imprescindible.
Como imprescindible es toda la obra de James Sallis, uno de los grandes del género. No solo escribió Driver, sino sino también las seis novelas de Lew Griffin (vuelvan a ellas si quieren una mezcla de metaliteratura, poesía y crimen en la Nueva Orleans más oscura) y ahora llega con Sarah Jane (RBA).
No ficción
En este campo que tanto me gusta frecuentar, tenemos dos grandes novedades de muy distinta condición. Por un lado, Pierre Lemaitre llega con su Diccionario apasionado de la novela negra (Salamandra, en febrero). Como él mismo reconoce, “habrá algún olvido”. Sé de más de uno que ya lo está buscando. Por otro lado, tenemos un notable true crime titulado Incendiario, de Michael Cannel (RBA). Una historia muy potente que prueba, de nuevo, el acierto con el que Antonio Lozano está seleccionando este tipo de obras para la Serie Negra (vean si no El asesino sin rostro, Devoradores de sombras y otras).
Atentos a…
También estará en BCNegra Chris Whitaker, autor de Empezamos por el final (Salamandra, a finales de enero) una de las novelas de las que más se habló en 2020 y 2021 en el ámbito anglosajón. No se despisten porque su editorial no la haya publicado en la colección de género: es buena y negra por los cuatro costados. Principal de los Libros va a publicar La noche más oscura, de Robert Bryndzna, un libro al estilo de El silencio de los corderos que está siendo un éxito internacional. Santiago Díaz, que tras la acogida de El buen padre, vuelve con Las otras niñas (ReservoirBooks). Dos thrillers de los de taquicardia.
Y hay nombres para ir poblando el género en español, escritores que debutan, o que llegan a la primera división y que veremos en los próximos tres meses. Santiago Álvarez, que ya tiene dos novelas en su haber, llega a AdN con Muerdealmas, violencia, wéstern y thriller en un mismo pack. Virgina Feito se estrena con todo el ruido del mundo (y adaptación televisiva incluida) con La señora March (Lumen). Hay terror y también género negro, al parecer. Habrá que ver hasta dónde llega el fenómeno. David Orange con Romperás la noche con un grito (Planeta), Teresa Cardona (Los dos lados, Siruela), Santiago Vera (La vida secreta de Sarah Brooks, Ediciones B) o Miryam Imedio con La isla más remota del mundo (la primera de varias incursiones que la Serie Negra de RBA va a hacer en el género en español en los próximos meses) completan este inicio de 2022 de nuevo bien poblado de lecturas para todo tipo de amantes del género. No hay excusas. Compren, lean, disfruten. Vive le noir!
Babelia
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