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La Fiscalía de Menores de Barcelona recurre la decisión del juez e insiste en suspender la publicación de ‘El odio’

El Ministerio Público vuelve a reclamar una copia de la obra de Luisgé Martín editada por Anagrama sobre el asesino José Bretón

Jose Bretón,  en el juicio por el asesinato de sus hijos, en julio de 2013, en Córdoba.
Pilar Álvarez

La Fiscalía de Menores de Barcelona ha recurrido este martes ante la Audiencia Provincial de Barcelona el auto del juzgado de primera instancia número 39 de Barcelona, que el lunes rechazó paralizar de forma cautelar la publicación del libro El odio (Anagrama), del escritor Luisgé Martín. La obra cuenta con el testimonio de José Bretón, el asesino condenado a 40 años de cárcel por matar a sus hijos, Ruth y José, de seis y dos años. También habla de la vida de Ruth Ortiz, la madre de los niños, que había solicitado la paralización de la publicación por intromisión ilegítima del derecho al honor, la intimidad y la propia imagen de los menores fallecidos.

En el recurso de apelación, al que ha tenido acceso EL PAÍS, el fiscal insiste en que el libro puede “vulnerar el derecho al honor, intimidad y propia imagen de los menores” y reclama, de nuevo, que “se dé traslado de copia o borrador del mismo” al Ministerio Público “a fin de examinar el contenido y emitir el correspondiente dictamen” sobre la obra. La Fiscalía sostiene que, frente al derecho fundamental a la libertad de expresión que alega el juez en su escrito para rechazar la suspensión de la publicación del libro, existe otro derecho fundamental, el derecho al honor “que en caso de producirse la publicación del libro, no es que pueda ser restringido, es que podrá ser vulnerado”. Y añade que la editorial incumplió su obligación al no trasladarle el contenido del libro con carácter previo a la Fiscalía “a fin de examinarlo y emitir el dictamen correspondiente sobre la posible existencia de la intromisión ilegítima del derecho al honor”.

En el recurso, de siete folios, el fiscal considera “sorprendente” la resolución del juez de no aplicar la suspensión cautelar, cuando “precisamente lo que se trata de evitar de forma cautelar con la medida solicitada es la publicación y distribución del libro”. No se puede aplicar ninguna otra medida cautelar “alternativa o menos restrictiva”, prosigue el fiscal, “por la sencilla razón de que no existe”. No publicar el libro, ahonda, es la única medida que “puede remediar el incumplimiento de la obligación de comunicación previa [a la Fiscalía] (...) y así evitar la lesión o menoscabo en un derecho fundamental por intromisión ilegítima al honor”. “Los derechos protegidos en la ley [en referencia al derecho fundamental a la libertad de expresión] no pueden considerarse absolutamente ilimitados”, añade el fiscal en el recurso.

La Fiscalía de Menores ya pidió el pasado jueves suspender temporalmente la publicación del libro tras la denuncia presentada por la madre. “Se trata de una solicitud inaudita parte [sin escuchar a la otra parte]”, respondió el juez, que subrayo que la petición de la Fiscalía es que se suspenda la publicación de un libro que estaba inicialmente prevista para el próximo 26 de marzo. El magistrado argumentó también que lo aportado son artículos periodísticos donde se hace referencia al libro, “pero ninguno muestra el contenido del libro”.

En el recurso, la Fiscalía concluye que “el Juez de instancia dispone de documentación más que suficiente para valorar, prever y concluir con el debido rigor y seguridad que existen motivos más que suficientes para afirmar la existencia del grave e inminente riesgo de intromisión ilegítima y, por tanto, de lesión de un derecho fundamental”.

“El juez intenta fundamentar que la documentación aportada no muestra el contenido del libro”, argumenta la Fiscalía, “que le resulta imposible hacer un juicio provisional e indiciario y que no es posible determinar con claridad el género al que pertenece el libro. Estas consideraciones carecen de fundamento y resultan manifiestamente insuficientes para dar sustento alguno a la denegación de las medidas solicitadas”.

El juzgado añadió en su auto que “no es posible determinar con claridad” el género al que pertenece el libro (en referencia a si es ficción o no ficción), “siendo esta una cuestión de especial trascendencia a la hora de ponderar los límites de la libertad de expresión”. El Ministerio Público se muestra sorprendido por esta duda: “No deja de sorprender habida cuenta que según esta afirmación, la posible lesión al derecho al honor solo se puede cometer con libros de un determinado género. Resulta inadmisible esta consideración y debe rechazarse”.

El odio quiere ser, según su autor, una indagación en la mente del criminal, en sus motivaciones y sus sentimientos, a la vez que una reconstrucción del crimen y de su propio acercamiento personal a Bretón. Cita como inspiración A sangre fría de Truman Capote o El adversario de Emmanuel Carrère. El autor mantuvo con el asesino una relación telefónica y epistolar (unas sesenta cartas), además de visitarle en prisión. Tras la denuncia de Ruth Ortiz, el autor del libro explicó en un comunicado: “Empecé a escribir El odio porque era incapaz de entender que alguien pudiera matar a sus propios hijos. La violencia vicaria es probablemente la más incomprensible de todas”. Y se defiende: “El odio no da voz a José Bretón: se la quita, niega su explicación de los hechos, le enfrenta con sus contradicciones. El libro, en mi humilde opinión, sirve para mostrar los laberintos de la infamia y de la vileza de un asesino”.

Nacido y criado en Madrid, la obra de Martín siempre se ha centrado en la exploración subjetiva de personalidades en conflicto. Activista del colectivo LGTBIQ+, ganó el premio Herralde en 2020 por su novela Cien noches, y es autor también de obras como La mujer de sombra o el libro de memorias El amor del revés, una descarnada confesión sobre el tortuoso camino que recorrió hasta aceptar su homosexualidad.

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Sobre la firma

Pilar Álvarez
Es jefa de Última Hora de EL PAÍS. Ha sido la primera corresponsal de género del periódico. Está especializada en temas sociales y ha desarrollado la mayor parte de su carrera en este diario. Antes trabajó en Efe, Cadena Ser, Onda Cero y el diario La Opinión. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Sevilla y Máster de periodismo de EL PAÍS.
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