Juan Casamayor, editor: “El ‘boom’ actual es de lectoras antes que de escritoras”
El editor y cofundador de Páginas de Espuma celebra el cuarto de siglo del sello especializado en las formas breves


Han pasado un cuarto de siglo viviendo del cuento, literalmente. En febrero del año 2000 Juan Casamayor (Madrid, 1968) y Encarnación Molina lanzaron Escritos de Luis Buñuel, el primero de los cerca de 450 títulos que hoy, 25 años después, conforman el catálogo de Páginas de Espuma, sello especializado en relatos y narrativa breve que tomó su nombre de un verso de Luis García Montero. El tesón que se presupone a los aragoneses es seña de Casamayor, licenciado en Filología por la Universidad de Zaragoza que llegó a Madrid para terminar una tesis doctoral sobre poesía del siglo XVIII. Acabó montando esta editorial independiente que ha construido un fuerte vínculo al otro lado del Atlántico, y que hoy edita 16 títulos al año y reimprime 50, como los cuentos de Javier Tomeo, menciona orgulloso. “Quién iba a decir a aquel jovencito que iba a llegar a imprimir en Chile, Uruguay, Colombia, Argentina, Perú, México y Bolivia”, comenta frente a una taza de café en Malasaña, el barrio madrileño donde se encuentra su editorial.
Pregunta. ¿Qué ha cambiado en la edición en este cuarto de siglo?
Respuesta. La forma de relacionarnos. Ha cambiado cómo visibilizamos, comercializamos y comunicamos los libros. Todo está más atomizado, sigue la prensa pero también está el mundo virtual, los clics, aunque la venta vaya a veces por otro lado. La aparición de un libro no es noticia, pero yo persigo a los periodistas por todo tipo de canales. Echo de menos el fax.
P. ¿Cabezonería aragonesa?
R. Un autor amigo dijo: Juan no entiende un no.
P. ¿Hay un auge del cuento que le ha dado la razón a Páginas de Espuma?
R. Se han dado las condiciones para que hoy se lea más cuento. Aumentan los hábitos de lectura y la sensibilidad literaria. También ha mejorado la comunicación de los textos breves, por ejemplo, a través de todos los espacios de escritura creativa que han surgido estos años.
P. ¿Cuál ha sido la mejor sorpresa que se ha llevado como editor?
R. Ajuar funerario, de Fernando Iwasaki, libro de microrrelatos, es un best-seller inesperado, y Pelea de gallos de María Fernando Ampuero es un título que desde que salió en 2018 vende cada año más que el anterior.
P. ¿Qué consejo le daría a un joven que quiere empezar una editorial?
R. Que no lo haga. Si se empeña, le ayudaré. Yo aprendí a base de aciertos y errores.
P. ¿El mayor acierto de Páginas de Espuma?
R. No movernos del cuento, ensanchar el catálogo con escritos clásicos o contemporáneos, siempre desde un concepto amplio de la forma breve. También la lenta y constante labor en países latinoamericanos.

P. ¿La lección más importante de estos años?
R. Ciertos libros me han enseñado que las mujeres tienen que pelear más, como Vindictas, el volumen que edité con Socorro Venegas de cuentistas latinoamericanas. Pero hay que recordar que el boom actual es de lectoras antes que de escritoras. Hay un sentimiento de pertenencia y rebeldía que hace que las mujeres lean a otras mujeres.
P. ¿El tamaño importa?
R. Hay que saber crecer. Empezamos dos personas y ahora somos cinco aquí, y seis colaboradores en Latinoamérica, y tenemos una nave industrial en el sur de Madrid. Hemos logrado mantener una atmósfera de cariño y establecer buenos lazos.
P. ¿Hay solidaridad entre editores?
R. Yo soy editor de gremio y siempre he colaborado cuando ha habido que arrimar el hombro. Nacimos casi a la vez que Minúscula y Acantilado dentro de esa bibliodiversidad que se dio a fines de los noventa, también con otros sellos anteriores como Lengua de Trapo. Creo que hemos sido la bisagra entre los editores independientes de los sesenta y los del siglo XXI. Y ahí hay una cadena de valor.
P. ¿Qué autor se le ha escapado?
R. Jon Bilbao, pero le tenemos como traductor, y Sara Mesa. Son autores muy espumosos.
P. ¿Cómo define a un autor espumoso?
R. Valora las dos orillas, tiene algo de ruptura y privilegia el vínculo de la amistad con el editor.
P. ¿Cuáles son sus retos inmediatos?
R. Mejorar la distribución en Estados Unidos y volver a introducir libros en Venezuela. También insistir en el papel del editor como interlocutor en el fomento de la lectura y llevar a autores a colegios.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma
