_
_
_
_
_
Feria de la Comunidad en Las Ventas
Crónica
Texto informativo con interpretación

Puerta Grande para Alejandro Chicharro

El novillero madrileño cortó dos orejas y Jesús Moreno sufrió una grave cornada en un muslo en un festejo de seis ganaderías entre las que destacó Montealto

Alejandro Chicharro, a hombros por la Puerta Grande de Las Ventas.
Alejandro Chicharro, a hombros por la Puerta Grande de Las Ventas.Alfredo Arévalo (Imagen cedida por Plaza 1)
Antonio Lorca

El madrileño Alejandro Chicharro cortó una oreja a dos de los tres novillos que mató y salió a hombros por la Puerta Grande después de dejar sobre el ruedo una positiva imagen como torero de valor y buenas maneras.

Su compañero Jesús Moreno tuvo peor suerte y se lo llevaron en ambulancia a una clínica donde pasará los próximos días para recuperarse de la grave cornada que sufrió a poco de comenzar el festejo.

Y dos notas más: la primera, la masiva y sorprendente afluencia de público que acudió a Las Ventas, 14.627 personas, según la empresa Plaza 1, muchos espectadores para un festejo menor, con protagonistas poco conocidos. Parece que la Comunidad de Madrid se muestra dadivosa con motivo de la Feria y regala entradas a todo el que muestra interés. Si así se hace afición, de acuerdo, pero podrían anunciarlo y hacer gala de una transparencia nada habitual en todo lo relacionado con los toros. Y la segunda: novillos de seis ganaderías, varias de ellas escasamente populares; de los seis ejemplares destacó el de Montealto, bravo en el segundo puyazo, encastado y muy noble en el tercio final. Y los demás, desiguales en el juego, como la inmensa mayoría de los toros que lidian las figuras. ¿Cómo es que no hay toros en el campo?

Sonaron clarines y timbales y Jesús Moreno se dispuso a atravesar el ruedo para hincarse de rodillas en los medios, frente a la puerta de toriles. Salió el primer novillo, albahío de capa, fijó su mirada en el muchacho y hacia él se dirigió con aviesas intenciones. El torero esquivó como pudo el atropello y se echó el suelo, donde el animal lo volteó por los pies, primero, y dos veces más, después, por las hombreras y el muslo, donde acertó a cornearlo. Tardó Moreno en recuperar la verticalidad, consciente de la herida, y fue trasladado a la enfermería, de donde salió camino del hospital.

Ese público con entrada de regalo suele ser bullicioso, aplaudidor y generoso con los toreros, y así lo demostró toda la tarde.

No se le puede negar a Chicharro su magnífica disposición, -muy variado y bullidor con el capote toda la tarde-, su firmeza y el buen concepto del toreo incipiente que le bulle en la cabeza, pero estuvo por debajo de la calidad del novillo de Montealto, bravo en el caballo, y encastado y noble en los demás tercios. Acudió con presteza a los cites en un viaje largo, con fijeza y humillación, y al novillero le faltó reposo, que es sinónimo de mando y temple. A toda su labor le sobró celeridad y le faltó ligazón. Mató de una estocada, escuchó dos avisos y paseó la primera oreja.

Fue silenciada su labor en el segundo, descastado y parado, y dibujó los mejores muletazos de la tarde en el que cerró plaza, un muy noble y apocado novillo que le permitió destacar en dos tandas largos naturales de buen trazo y hondura. Había comenzado la faena de rodillas en el tercio y calentó el frío ambiental con tres limpios derechazos y un bello remate, ya de pie, que enardecieron a los tendidos.

Juan Herrero tuvo peor suerte. El que mató por cogida de Moreno era una prenda con muy malas ideas y lo despachó con prontitud. Pudo mostrar su buena actitud con el que hizo tercero en una faena larga y desigual que mejoró cuando el animal perdió áspera movilidad y templó sus acometidas. Le pidieron la oreja, pero el presidente, generoso con su compañero, esta vez se puso serio y se guardó el pañuelo. Y Herrero solo voluntarioso pudo estar ante su tercero, un buey que se negó a embestir.

Seis ganaderías/Moreno, Herrero, Chicharro

Novillos correctos de presentación de Aurelio Hernando (1º), muy manso y deslucido; Montealto (2º), bravo, noble y encastado; Hnos. Sandoval (3º), manso y noble; Concha y Sierra (4º), mansurrón y muy descastado; Cerro Longo (5º), desfondado y descastado, y el sexto de Ángel Luis Peña, manso, noble y desfondado.
Jesús Moreno: cogido al recibir a su primer novillo. Parte médico: Herida en el tercio posterior del muslo izquierdo con dos trayectorias; una, descendente, de 30 cms. que alcanza el hueco poplíteo, y otra hacia la cara anterior de 20 cms. que contusiona el nervio ciático y alcanza el fémur. Pronóstico grave. 

Juan Herrero: estocada baja (silencio); estocada casi entera _aviso_  (petición y ovación); casi entera y dos descabellos (ovación).

Alejandro Chicharro: estocada trasera _aviso_ _segundo aviso_ (oreja); estocada, un descabello y el novillo se echa (silencio); estocada (oreja). Salió a hombros por la Puerta Grande.

Plaza de Las Ventas. 1 de mayo. Feria de la Comunidad. Más de media entrada (14.627 espectadores, según la empresa).

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites
_

Sobre la firma

Antonio Lorca
Es colaborador taurino de EL PAÍS desde 1992. Nació en Sevilla y estudió Ciencias de la Información en Madrid. Ha trabajado en 'El Correo de Andalucía' y en la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA). Ha publicado dos libros sobre los diestros Pepe Luis Vargas y Pepe Luis Vázquez.
Tu comentario se publicará con nombre y apellido
Normas
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_