Coachella 2024: el español se escucha cada vez más en el gran festival del desierto
Peso Pluma lidera una veintena de ofertas hispanas en el mayor evento musical de Estados Unidos, que acoge actuaciones del madrileño Depresión Sonora y la catalana Bb Trickz
En la autopista que lleva a Indio, el pueblo desértico donde cada año se lleva a cabo Coachella, pueden verse estos días misteriosos mensajes. “Mexico takes over the desert (México se apropia del desierto)”, dice uno de ellos. Lo firma Hassan Emilio Kabande, conocido como Peso Pluma, el artista de 24 años que ha tomado por asalto las listas de éxitos en todo el mundo montado en la ola del regional mexicano. La doblepé, como lo llaman, es uno de los cabeza de cartel del festival, que comienza este viernes y tiene como otras estrellas a Lana del Rey, Tyler, the Creator el sábado, y Doja Cat en el cierre del domingo. La alineación se repite el fin de semana del 19 al 21 de abril. Los organizadores han añadido a última hora a los neoyorquinos Vampire Weekend, que acaban de lanzar su quinto álbum.
Peso Pluma encabeza uno de los Coachella de mayor representación latina. El año pasado Bad Bunny se convirtió en el primer artista hispano cabeza de cartel en la historia del festival, celebrado desde hace 25 años a 210 kilómetros al este de Los Ángeles. Nadie ha alcanzado el listón logrado por el puertorriqueño, pero este año se han multiplicado las ofertas. En total suman una veintena de artistas de origen latino. Estos van desde los Deftones, la banda de metal liderada por Chino Moreno, de raíces sino-mexicanas; pasan por la superestrella colombiana J Balvin y llegan hasta ofertas más recientes como la del cubano Cimafunk, cuyo álbum de 2021 recibió grandes críticas de músicos como George Clinton y Chucho Valdés. También estarán el rapero Santa Fe Klan, el cantante de corridos Carin León, el madrileño Depresión Sonora y la sensación de la escena urbana española Bb Trickz.
Además de Peso Pluma, quien tomará el escenario principal el viernes en un show que podrá verse en YouTube, otra de las grandes sensaciones latinoamericanas hace su debut en el mayor festival de Estados Unidos: Bizarrap (Gonzalo Julián Conde), el único argentino que ha colocado tres temas en el Global Top 1 de Spotify. El argentino llevará sus populares sesiones al escenario Sahara. A los 24 años, este bonaerense nos ha acostumbrado a convertir sus lanzamientos en fenómenos virales que suelen contabilizarse en cientos de millones de reproducciones. Su sesión 59 con Natanael Cano, el pionero mexicano del corrido tumbado, suma 22 millones de vistas en YouTube en una semana.
Algunos nadan a contracorriente del fenómeno provocado por el regional mexicano, un género de fuerte esencia masculina. Es el caso de Girl Ultra (Mariana de Miguel), quien estará en el escenario Sonora. Originaria de Ciudad de México y con 28 años, la artista dice que ha perdido el miedo a presentar su propuesta en Estados Unidos. Lleva tres años llevando a las dos costas del país su música, influenciada por el R&B de los años noventa con guitarras más sucias y cierta disposición a la pista de baile. El año pasado estuvo en el Tiny Desk de la radio pública (NPR) y este verano lanza un álbum cantando en español con los sellos Big Dada y el prestigioso Ninja Tune. Desde septiembre se le podrá ver como telonera de Chromeo & The Midnight en Estados Unidos.
“No me siento muy ligada a este movimiento del corrido, me siento más vinculada con la nostalgia, pero me gusta mucho lo que está pasando a la música de mi país”, asegura De Miguel desde la capital mexicana. “Tenemos de todo, desde shoegaze, pasando por punk, cumbia y rap”, añade la cantante, quien hace algunos años versionó con éxito a Miguel Bosé. Parte de ese sonido diverso podrá escucharse este viernes en el Sonora con Son Rompe Pera, un grupo de la periferia de Ciudad de México que hará bailar a los asistentes fusionando varios ritmos y utilizando una marimba.
Vampire Weekend, último fichaje
Coachella cumple este 2024 un cuarto de siglo. A diferencia de otros años, no tiene un artista o número lo suficientemente grande para alterar el peregrinaje que hacen decenas de miles al desierto californiano. Sin embargo, los organizadores sí han intentado dar a la audiencia algo especial.
Live Nation y Goldenvoice, las empresas detrás del popular festival, intentaron contratar a Talking Heads, la histórica banda liderada por David Byrne. De acuerdo con Billboard, el presidente de Goldenvoice, Paul Tollet, viajó a Toronto el septiembre pasado para tratar de convencerlos: Byrne y sus excompañeros se encontraban en la ciudad canadiense para promocionar la nueva versión del documental Stop Making Sense, de Jonathan Demme. Tollet pretendía pagar al grupo 80 millones de dólares por aparecer entre seis y ocho festivales. Solo con la aparición en Coachella los músicos se embolsarían 10 millones de dólares, de acuerdo con Billboard. Pero Tollet nunca sintió que el grupo, separado desde 1991, estuviera interesado en actuar juntos otra vez.
Aquellos que añoren lo que pudo haber sido el regreso de Talking Heads podrán presenciar una de las bandas más influenciadas por Byrne y sus compañeros: Vampire Weekend fue anunciada el martes como una entrada de último minuto y solo para el primer fin de semana. El grupo lanzó la semana pasada su quinto álbum, Only God Was Above Us. Es la vuelta de los neoyorquinos al festival californiano, ya que estuvieron en 2008 y 2013, cuando publicaron Modern Vampires of the City.
No Doubt fue anunciada como una de las sorpresas del cartel. El grupo de Gwen Stefani tocará el sábado en el escenario principal. Supone el regreso a los escenarios de No Doubt desde 2018. La vuelta de Blink 182 a Coachella el año pasado fue uno de los mejores momentos del festival. El listón está alto para el grupo de Stefani.
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