Miren Ibarguren, actriz: “El que inventó el machismo creó la empresa más rentable del mundo”
La cómica estrena ‘Matusalén’, que reflexiona sobre la lucha contra hacerse mayor, y habla sobre su maternidad y su amor por Chiquito de la Calzada
Como una hormiga laboriosa, Miren Ibarguren (San Sebastián, 43 años) ha ido escalando en la comedia española. Como muchas otras actrices vascas, su carrera arrancó en la serie de ETB Goenkale, antes de saltar al cine con Las trece rosas y lograr reconocimiento popular con Escenas de matrimonio y Aída. Lejanos los tiempos en los que “en algún casting me decían que no me habían cogido por no estar lo suficientemente buena”, ahora compagina series como Arde Madrid, Supernormal o Todos mienten, con películas como Mamá o papá, El test, Fenómenas o su estreno mañana viernes, Matusalén, sobre raperos cuarentones que entran a la universidad como estudiantes. Todo lo anterior esconde que desde hace dos años su vida ha cambiado tras ser madre. Y por ahí arranca la conversación con una intérprete sobria y muy amable.
Pregunta. ¿Llamar Rocco a su hijo es una prueba de cinefilia?
Respuesta. Es un nombre precioso. Me encanta Alain Delon en esa película [Rocco y sus hermanos, de Visconti], y lo mismo vale para chico que para chica.
P. En los últimos tiempos casi habla más de la maternidad que de su profesión.
R. Puede, aunque yo ya no sé qué está bien o qué está mal. Por un lado, no le veo el sentido a que por ser actriz y trabajar para el gran público tenga que mostrar toda mi vida. No entiendo a los que lo hacen. Aunque, mientras salvaguarde la privacidad de mi hijo, creo que puedo reflexionar sobre mi experiencia personal. Con todo, me gusta mantener mi privacidad cerradita a cal y canto.
Me gusta mantener mi privacidad cerradita a cal y canto”
P. Pero si gente relevante habla sobre cosas interesantes, temas similares a los que se mostraban en la serie Supernormal, que usted protagonizaba, se pueden abrir debates sobre dinámicas de las que antes nadie se hacía eco.
R. Con una profesión como la nuestra, sí se puede tener opción a abrir ciertos debates, y puedes colaborar muchísimo en ciertos movimientos que son muy necesarios para que el mundo siga avanzando. Estoy hablando de la lucha contra el bullying o contra el maltrato a la mujer. Hay muchas iniciativas que prosperan gracias a rostros públicos, y eso me parece interesante.
P. Escoge proyectos por los guiones antes que por el responsable. ¿Busca acoplarse a ellos o que ellos se amolden a usted?
R. Busco historias que no haya hecho antes, y a veces no es fácil encontrarlas. Creo en la comedia multicolor. No solo se puede hacer la comedia de un solo tono, sino que la que funciona posee muchos matices. Y sin un buen guion no se puede hacer nada. Lo que no haga bien el director a lo mejor se puede arreglar en el montaje. Lo que no haga bien el actor a lo mejor se puede retocar en posproducción... Pero sin un buen guion, no hay nada que hacer.
P. Como cómica, ¿reflexiona sobre los límites del humor?
R. Tipos de humor hay como tipos de personas. A cada uno nos hace gracia cosas distintas. No sé dónde está mi límite, pero te puedo decir que cuando aparezca ese límite, sabré detectarlo. Por ahora, no me lo he encontrado. Alguna vez he rechazado proyectos, aunque porque no me gustaban.
P. En casa, ¿habla de hasta dónde puede llegar el humor con su pareja, Alberto Caballero [cocreador de Aquí no hay quien viva, La que se avecina, El pueblo o Machos alfa]?
R. Pues sí que lo hablamos, porque es verdad que los límites del humor van variando todos los días. Y nos gusta estar actualizados. Sobre todo Alberto, porque escribe un montón. Y es verdad, echas la vista 10 años atrás, y se contaban chistes por la calle que ahora mismo no dirías. Creo que en el humor los límites los crea la actualización. En casa, como nos dedicamos a lo mismo...
En el humor los límites los crea la actualización”
P. ¿Llevan mucho trabajo a casa?
R. Intentamos que no. Por el bien de los dos [risas].
P. En Matusalén entra en el problema del peterpanismo, elevándolo al cubo. Por mucha sudadera que se lleve...
R. ...la edad es la edad. Los cincuenta son los nuevos cincuenta, y los cuarenta serán siempre los cuarenta. Tenemos que quitarnos de la cabeza eso que nos quieren meter las grandes multinacionales de que debes mantenerte joven y comprar las cremas que te dicen. Creo que Matusalén habla muy bien de esto. David Galán Galindo [director y guionista de esta comedia] escribió el protagonista basándose en sí mismo. Y recuerda que llevaba cadenas de hiphopero por las que la gente más joven le decía: “¿Adónde vas con esas cadenas? No seas ridículo, con la edad que tienes”. Sus padres, igual. Y que entonces se preguntaba: “¿Cuándo voy a estar donde yo quiero estar?”. Mantenerse fiel a sí mismo es el mayor reto que tenemos hoy en día en la sociedad moderna. Nos volvemos locos con cosas chorrísimas. En realidad, las cosas importantes las tenemos claras. Todo lo demás hay que sobrellevarlo con un poco más de alegría.
P. ¿La maternidad le ha reordenado la lista de cosas importantes?
R. Total. Mi rumiación interna ha cambiado de color. Pasas de un yo, yo, yo, a un vamos a ver, aquí hay que criar una persona. Te cambia la cabeza, gracias a dios. Y te olvidas de ti al fin [sonríe].
P. Con todo, en la sociedad española las mujeres siguen siendo las cuidadoras.
R. Es que lo de ser mujer es todo un problema. Me explico: la sociedad plantea todos los estadios de la mujer como un problema. Si eres joven porque eres demasiado joven. Si tienes 20 porque ya no tienes 15. Si tienes 30 ya no tienes 20 años. Si tienes 40 ya estás vieja. Si tienes 50, ¿quién eres? Todos los estadios de la mujer, si eres madre, si no lo eres, si tienes hijos, si no los tienes, son un problema. El que inventó el machismo creó la empresa más rentable del mundo. El capitalismo se alimenta de él. Imagínate que alguien soltara ahora que la mitad de la población es inferior a la otra mitad. No sé, una secta contra pelirrojos, o que quien sea de pelo moreno le consideremos un ser inferior. Nos parecería una locura, ¿verdad? Pues el machismo está inventado para quitarse de encima a la mitad de la humanidad. Está tan instaurado que ni nos damos cuenta.
P. ¿Siente que las cosas cambian en el audiovisual español?
R. Mejora, sí. Y se nota en los papeles femeninos, que son más ricos, o en la edad de las mujeres que aparecen en las series. Hace dos décadas, si salías en la portada del Man te iban a ir a las cosas bien o señalaba que tu carrera despegaba. Hoy ni se nos pasa por la cabeza. Eso sí, poquito a poco. Según un gobierno, avanzamos un poco; con otros, retrocedemos. Con la entrada de nuevas directoras llegan historias mucho más variadas e interesantes. Piensa en los niños trans y en 20.000 especies de abejas.
Chiquito era un genio; alguien que te hace reír así no tiene precio, es una joya”
P. En su Instagram hay un homenaje a Chiquito de la Calzada.
R. Es parte de mi infancia, como Martes y 13. Muchos de mis recuerdos son de las cosas o de quienes me han hecho reír. Chiquito era un genio; alguien que te hace reír así no tiene precio, es una joya. Y además me parece supertierno. Nunca envejecerá porque es superfuturista. En el absurdo está el futuro, en el absurdo está todo. ¿Qué hacemos aquí, en la Tierra? ¿Por qué no vienen a por nosotros ya? Ay, Alf, llévame pronto.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.