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La fiebre Pokémon colapsa el museo Van Gogh de Ámsterdam

Las aglomeraciones dentro de la sala y la reventa fuera para hacerse con una carta de Pikachu inspirada en un autorretrato del famoso pintor obligan a derivar la promoción de las tarjetas a la web del Pokémon Center

Pikachu card imitating Van Gogh's famous self-portrait
Retrato de Pokémon y el autorretrato de Van Gogh en el que se inspira.
Isabel Ferrer

La iniciativa no es nueva: acercar el arte a los más jóvenes a base de ofrecer actividades educativas apetecibles. Esta vez, la idea partió del museo Van Gogh de Ámsterdam, que ha aprovechado su 50 aniversario para colaborar con Pokémon, la saga de videojuegos que es a la vez una marca mundial y un símbolo de la cultura pop japonesa. De la mano de Pikachu, el pokémon más conocido, y también del bebé Munchlax y el dormilón Snorlax, la sala holandesa ideó una suerte de ruta para descubrir su colección permanente de obras del pintor. Hay seis obras reinterpretadas con personajes de Pokémon. Una vez completada esta particular visita, se ofrecía al visitante, gratis, una carta de Pikachu que forma parte de una edición especial. Y ahí, el furor de los coleccionistas ha desbordado las expectativas de la pinacoteca. Las aglomeraciones han obligado a dar por terminada la promoción por motivos de seguridad. Desde el 13 de octubre, las tarjetas ya no se pueden obtener en la institución. Sí las ofrecerá, previo anuncio, la web del Pokémon Center para Reino Unido, Canadá y Estados Unidos. Es el sitio oficial de los productos de la franquicia de la compañía nipona Nintendo. En 2024 habrá otra remesa holandesa.

La aventura empezó el 28 de septiembre. Ese día, el museo Van Gogh abrió sus puertas a Pikachu, Munchlax y Snorlax, en un acuerdo con Pokémon destinado a “llegar a nuevas generaciones”, explicó Emilie Gordenker, directora del centro holandés. En la propuesta figuraba Autorretrato con un sombrero de fieltro fris, con un sonriente Pikachu de protagonista colgado junto al cuadro real. O bien Snorlax y Munchlax haciendo suyo el Dormitorio en Arlés del pintor. La oferta añadía una búsqueda de tesoros de la colección adaptada a los menores. Teniendo en cuenta la pasión de Van Gogh por los grabados japoneses, su composición y colorido, la propuesta podía interesar también a un público adulto. Pero Pokémon es, junto con Super Mario, la franquicia de videojuegos más popular del mundo y ha sido difícil resistirse a una carta de edición limitada.

Una reinterpretación de 'El dormitorio en Arlés', de Van Gogh, con personajes de Pokémon.
Una reinterpretación de 'El dormitorio en Arlés', de Van Gogh, con personajes de Pokémon.

Al día siguiente, el 29 de septiembre, una multitud se agolpó en la tienda del museo en busca del regalo. Fuera ya había reventa, lo mismo que a través de internet, donde se ofrecían por cientos de euros. De poco sirvió que la sala subrayase que la preciada tarjeta podía obtenerse también en las tiendas oficiales de Pokémon. El museo Van Gogh recibió 1,3 millones de visitantes en 2022, según su informe anual. El 13 de octubre, la dirección decidió que ya no se servirían más cartas de Pikachu “por motivos de seguridad”. El museo declina hablar de cifras y solo menciona “menos de 100.000 cartas” cuando es preguntado sobre cuántas se han regalado junto con la visita. En su web se explica: “Debido una serie de incidentes en los que un grupo reducido de personas han creado una situación indeseable, hemos tomado la difícil decisión de no ofrecer más en el museo la promoción de Pikachu y Van Gogh”. Cuando la reventa empezó a las puertas del museo, se instalaron unas vallas para alejar a posibles vendedores.

Pikachu por las nubes en internet

En sitios como eBay o Marktplaats, destinados a subastas y comercio a través de internet, las cartulinas se ofrecían a principios de octubre a precios que oscilaban entre 30 y 250 euros. Los precios podían aumentar en función de la demanda. La reventa de cartas, a veces de colecciones enteras, no es nueva. En 2022, la más cara vendida hasta la fecha en una transacción privada alcanzó el precio de unos 4,4 millones de euros. Es un Pikachu Illustrator (en la que el personaje sostiene un pincel), dibujado por la creadora original del personaje, Atsuko Nishida, y se calcula que en 1998 solo se distribuyeron 39 copias. Con una calificación de PSA 10 (un servicio de autentificación de estados de las cartas) la compró el estadounidense Logan Paul, creador de contendido audiovisual, actor y luchador profesional. La operación fue certificada como un récord mundial Guinness.

Una imagen de la exposición de Pokémon en el museo Van Gogh.
Una imagen de la exposición de Pokémon en el museo Van Gogh.

La aventura de Pokémon, con otros accesorios a la venta en su tienda, se prolongará en el museo hasta el 7 de enero. Los artistas responsables de los cuadros inspirados en el pintor son de los ilustradores Naoyo Kimura, Sowsow y Tomokazu Komiya. Eso sí, la búsqueda del público más joven ha llegado también al Rijksmuseum de la capital holandesa. En su caso, la colaboración es con la compañía Disney Benelux y la empresa de telecomunicación KPN, y la iniciativa se ha pensado para este octubre. Es el periodo dedicado todos los años a las familias y, en su caso, el juego no ha producido sobresaltos como a sus vecinos del museo Van Gogh, situado a pocos metros. En este caso consiste en una ruta por la colección de la mano de Mickey Mouse con clases de dibujo, talleres de manualidades o la búsqueda de obras de arte como las que han podido inspirar a la casa Disney. Desde los centauros de las películas Fantasía o Hércules hasta teteras de porcelana como la señora Potts, de La Bella y la Bestia. Hasta se propone una figurita que puede recordar al mandril Rafiki, el sabio de El Rey León. El pasado 16 de octubre se cumplió un siglo desde la fundación de la Compañía Walt Disney.

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