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‘Os reviento’: el cine de acción y puñetazos español que triunfa en Estados Unidos

Una película en castellano que se proyecta estos días en el festival de Sitges gana el premio del público del Fantastic Fest de Austin apostando por peleas y humor

Os Reviento US
Mario Mayo, en 'Os reviento'.
Miguel Parra
Madrid -

El festival de Sitges se pone los guantes de boxeo para el estreno en Europa de Os reviento, de Kike Narcea, una película española de puñetazos, sonrisas y personajes excesivos que participa estos días en la sección Midnight Xtreme. Llega después de triunfar en Estados Unidos, donde ha obtenido el premio del público en el Fantastic Fest de Austin, uno de los certámenes más populares del cine de género. También ha logrado el galardón al mejor largometraje en el Buried Alive Film Festival de Atlanta, así que la expectación entre fans y no tan fans del género de malotes está creciendo y apunta a convertirse en un nuevo placer culpable cinematográfico.

Un ejemplo de placer culpable —inconfesable, aunque con sentido cariñoso— de este verano ha sido para muchos espectadores Megalodón 2: la fosa, con Jason Statham. Os reviento está protagonizada precisamente por el aspirante español al título de Statham local: Mario Mayo, que encarna a Tarado en el filme. “Un programador del Fantastic Fest de Austin lo reseñó así: ‘The Spanish Jason Statham’, y la verdad es que nos hizo mucha ilusión a los dos porque nos encanta. Es cierto que son fácilmente comparables. Los dos son calvos, muy cachas”, reconoce Kike Narcea, autor del premiado cortometraje Tía, no te saltes el eje y director de Os reviento. “Pero lo cierto es que cada uno tiene su carisma. Yo creo, de hecho, que Mario Mayo es más guapo que Jason Statham”, remata.

 Jaime Arnáiz (productor) y Mario Mayo, a la derecha, en Austin.
Jaime Arnáiz (productor) y Mario Mayo, a la derecha, en Austin.

¿Existe el género de puñetazos? “Hay una frase en la película, dicha por el padre de mi personaje, que define esta pregunta: ‘Has nacido para dar hostias y lo sabes’. Y es que Tarado no es un estudioso de las mentes ni tampoco un estratega que planifica lo que va a hacer en cada momento. Es un tío que siempre ha estado en líos y que simplemente quiere huir de ellos, pero cuando ve peligrar lo poco que tiene, su única salida es pelear”, cuenta Mario Mayo. Para Kike Narcea, “los buenos directores de acción españoles, artesanos talentosos a reivindicar como Antonio Isasi-Isasmendi, José Antonio de La Loma o los hermanos Romero Marchent, al final terminaban haciendo coproducciones y pelis que, aunque españolas, estaban rodadas en inglés con actores estadounidenses, o cracks como Antonio Mayans, que tenemos en Os reviento haciendo del padre de Mario Mayo. Me gustaría, francamente, que alguna de estas obras que hacemos triunfara lo suficiente como para consolidar un nicho de mercado, y hablar de cine de acción español”. Aunque sí cita algunos ejemplos como Xtremo, que aún se puede ver en Netflix, y antes el clásico A tiro limpio, de Gustavo Pérez Dolz, de 1964, que incluía una de las mejores secuencias de tiroteo filmadas hasta entonces en España, y que tuvo un remake en los noventa.

Lo sorprendente de Os reviento es cómo sus creadores, con un presupuesto que cifran como suficiente aunque no generoso, han creado una película con un resultado técnico y artístico más que respetable. “He hecho teatro, he participado en varias de las primeras series para internet que existieron y en varios cortometrajes que a priori no cuentan con la financiación de un largometraje. Lo importante es dar lo máximo de ti mismo estés donde estés”, explica Mayo. Y Narcea apunta: “Si la duda es si hacer la película o no, la respuesta es sí siempre. No hay que hacer el loco, ni pretender rodar historias que requieren un determinado presupuesto. Pero sí, cuando no se tiene el que se quiere, hay que hacer otra cosa, pero hacer”.

En Os reviento han apostado por el cuidado del producto. “Yo creo que eso que llamamos magia en el cine está compuesto de, precisamente, detalles”, sostiene el director. “Solo con imagen y sonido debes llenarlo todo de detalles que te hagan creer que el Titanic se está hundiendo de verdad o que ese tipo con boina no es Alfredo Landa en una adaptación de Delibes sino un campesino de verdad”. Y eso, aseguran, también aplica a la interpretación de las secuencias de pelea: “El cansancio puede jugártela, así que hay que controlar mucho que parezca creíble y no quede cutre. Y, por supuesto, tener un actor enfrente que también sepa lo que hace”, dice el protagonista, que ha contado con compañeros como Fernando Gil, dando vida a uno de sus enemigos en un personaje en las antípodas de su último éxito, la serie Machos alfa.

Mario Mayo, en el filme.
Mario Mayo, en el filme.

Además, el humor vertebra toda la película en una especie de autoparodia con sustancia donde el perro parece el personaje más inteligente. “En la peli son todos unos locos. De hecho, Tarado posiblemente sea el más normal, el único que solo quiere vivir dignamente y no volver a la cárcel”, explica Narcea. “España es un lugar en el que cualquier tragedia, épica o epopeya está plagada siempre de humor, de alguien que no se entera, de muchos que hablan a la vez, de todos opinando. A veces Os reviento parece una película de Berlanga con quinquis. No ha sido premeditado, pero es verdad que considero a Berlanga un maestro de maestros y me flipa el cine quinqui”.

Nunca se sabe dónde surge un Jason Statham o si nace o se hace, pero Mario Mayo, junto al humor y las peleas, lidera la película con carisma: “Recuerdo cuando vi Demons, de Lamberto Bava, siendo un niño y tenían que luchar contra una horda de demonios en un cine. Y Tarado, en cierta forma, se ve en esa situación, sin ningún plan establecido, peleando con sus puños y con lo que tiene a mano”. Todavía es pronto para saber si Os reviento tendrá que tirar de puños para navegar por el mar de los estrenos.

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