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CRÍTICA DE CINE
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

‘Los colonos’: una denuncia histórica chilena con brío de wéstern salvaje y de aventura adulta

Chile envía a los Oscar este bello ejercicio visual y sonoro, un tratado sobre el colonialismo sin necesidad de los excesos retóricos del discurso ni de la impostura

Alfredo Castro, en 'Los colonos'.
Javier Ocaña

En el cine los conceptos de frontera y de conquista suelen venir asociados al wéstern: a sus esencias de fondo y a sus peculiaridades formales. Pero también a la aventura: la adulta, no la de parque de atracciones; la que vuelve su mirada a la historia de la humanidad para reflexionar al mismo tiempo sobre la exploración del territorio, sus condiciones económicas y sociales, y el lado más sombrío de la condición humana. Y en esos dos territorios fílmicos, el wéstern y la aventura, se mueve la insólita película chilena Los colonos, dirigida por Felipe Gálvez, elegida por la academia de su país para labrarse un camino hacia el Oscar a mejor película internacional.

Tratado teórico sobre el colonialismo sin necesidad de los excesos retóricos del discurso ni de la impostura, bello ejercicio visual y sonoro con un lenguaje cinematográfico lejos de la complacencia y de cualquier convencionalismo contemporáneo, y aguerrida representación de la crueldad y el salvajismo en nombre de una supuesta civilización, Los colonos es un viaje al corazón de las tinieblas ambientado en tierras fronterizas entre Chile y Argentina, en los alrededores del año 1900. La Tierra del Fuego es el escenario de un mandato y una búsqueda brutal: el encargo de un terrateniente blanco a tres de sus trabajadores, un mercenario estadounidense, un exmilitar inglés y un mestizo chileno, de intentar abrir una ruta para sus ovejas desde sus tierras y hasta el Océano Atlántico, aun a costa del sacrificio de cualquier pueblo o tribu nativos que se interponga en su camino.

En ese recorrido hay algo de conradiano, de “almas saciadas de emociones primitivas”, de personajes “ávidos de falsas glorias, de distinciones fingidas y de todas las apariencias que dan el éxito y el poder”. También, de locura a lo Werner Herzog, al estilo de Aguirre, la cólera de Dios o Fitzcarraldo, aunque cambiando la jungla por una senda abierta en la que los atardeceres y los amaneceres son retratados por la hermosa fotografía de Simone D’Arcangelo con preciosa rotundidad. La niebla nocturna, la fuerza de la naturaleza y la puntual calma de los escenarios de interior, iluminados de un modo delicado aunque brillante, contrastan con el ejercicio de bestialidad del poder y de la depravación, incluidas las violaciones.

“Una libra por cada oreja cortada”, reza el lema de la película en su póster, entresacando una frase y una acción dementes. “Matar salvajes” en beneficio del “desarrollo de las tierras”. En los confines del mundo, y con los posteriores acuerdos con el pueblo mapuche al fondo, resoluciones que recorren buena parte de la historia del país, Los colonos habla del antes sin que el aquí y el ahora dejen de estar presentes. Y tratándose además de una ópera prima, Gálvez narra su relato con el freno de mano quitado en el aspecto musical, con una banda sonora extraordinaria que a veces corre peligro de comerse las imágenes, pero que retumba como el grito de los indígenas y le acaba encajando a la perfección. La fuerza de su percusión, de sus contrabajos y sus trompetas estremece entre la imponencia de sus paisajes y las monstruosidades de sus personajes

Un programa doble junto a Los asesinos de la luna, de Martin Scorsese, que llega a los cines la semana que viene, como denuncia conjunta de los genocidios indígenas a manos de la corrupción, el dinero, el imperialismo y la barbarie, podría ser colosal.

Los colonos

Dirección: Felipe Gálvez.

Intérpretes: Camilo Arancibia, Alfredo Castro, Mark Stanley, Benjamin Westfall. 

Género: drama. Chile, 2023.

Duración: 97 minutos.

Estreno: 11 de septiembre.


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Sobre la firma

Javier Ocaña
Crítico de cine de EL PAÍS desde 2003. Profesor de cine para la Junta de Colegios Mayores de Madrid. Colaborador de 'Hoy por hoy', en la SER y de 'Historia de nuestro cine', en La2 de TVE. Autor de 'De Blancanieves a Kurosawa: La aventura de ver cine con los hijos'. Una vida disfrutando de las películas; media vida intentando desentrañar su arte.

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