1.500 obras exploran lo popular del arte: del trap a las vanguardias rusas, pasando por Niño de Elche
El IVAM exhibe una singular muestra que reúne a 300 creadores a partir del discurso rompedor y desbordante del artista Pedro G. Romero, renovador del flamenco
Joaquín Sorolla pintó una fallera guerrillera para la cabecera del diario antimonárquico El pueblo de su amigo anticlerical Vicente Blasco Ibáñez. Luego la fallera fue reconvertida por los republicanos para la lucha antifascista durante la Guerra civil española en un popular cartel que hoy recibe el visitante de una exposición desbordante tanto por el número de obras (1.500) y artistas expuestos (300) como por las múltiples asociaciones que plantea. Unas salas más allá, tras varias piezas del canónico y antes vanguardista constructivismo ruso, se ve a Ocaña, el performer y activista LGTBI pionero en España, vestido de fallera en el festival de San Sebastián de 1980, donde Almodóvar presentó su Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón.
Es solo un ejemplo de asociaciones de Popular, la singular muestra que inaugura este jueves el Institut Valencià d’Art Modern (IVAM) y que explora lo popular del arte a partir del caudaloso discurso del curador andaluz, Pedro G. Romero. Este creador, escritor y renovador del flamenco saltó del minoritario circuito del arte contemporáneo a la prensa del corazón por sugerirle a su amiga Rosalía la lectura de un libro medieval (Flamenca) que acabó en el éxito planetario del disco El mal querer. “Lo popular no es lo famoso, no es la cultura de masas, no es el folclore, no lo es, pero a la vez es todo ello. Anda siempre por ahí debajo. García Calvo decía que lo popular era lo indefinible, lo que siempre va por debajo”, explica el estudioso de la cultura popular. “Lo popular es como una mascletà”, añadió este miércoles en la presentación. No habla de oídas. Ha estado años grabando y presenciando esas composiciones estruendosas en las que siempre hay un sonido, un ruido por “debajo” que subyace y construye la obra, en este caso, pirotécnica.
Una mascletà que pintó Pinazo en 1895 forma parte del recorrido inicial de una muestra que propone una tesis según la cual los sujetos sin derechos políticos, esa “mayoría negativa a la que se le han negado los derechos”, configuran ese imaginario de lo popular, incluso con un exceso de representación simbólica. “Pensemos en los migrantes latinoamericanos, que son sujetos desposeídos de sus derechos, y construyen un imaginario cultural de donde viene el trap, que todo el mundo identifica como lo popular”, explica el comisario. Ocurre lo mismo con los afrodescendientes, los árabes o los gitanos, “eternos perseguidos que representan el imaginario de lo español: Carmen, los toros, el flamenco…”, sostiene. También el proletariado, las mujeres, las personas con discapacidad mental o los grupos LGTBI, el flamenco y el jazz, atraviesan esa imaginación que llamamos popular. Y también esos “chavales latinos, terrible, que han muerto por exceso de avaricia del capitalismo, que estaban pasando la noche, escuchando trap”, comenta en alusión a las 13 víctimas mortales del incendio en tres discotecas de Murcia del pasado domingo. En la exposición “están los que apenas hablan y los mudos, los que no tienen voz”, apostilla.
“Ahora bien”, prosigue Romero, “lo popular no es inocente, es una herramienta de dominio tremenda, como la cultura del entretenimiento que la usa sobre todo”. El estudioso se ha remontado a la Revolución Francesa para explicar que, una vez suspendido el origen divino del poder, se construye la idea de pueblo y se busca en los “lugares más recónditos, en las sierras, los montes, los campos”. Todos esos imaginarios se extienden en el siglo XIX por toda Europa, con los museos etnográficos, los folclores... Con una lectura política muy evidente”, afirma.
La exposición, que se puede ver hasta el 14 de abril de 2024, abarca desde finales del siglo XIX hasta la actualidad e incluye obras de artistas consagrados como Picasso, Miró, Hamilton, Picabia, Torres García, Michaux, Dubuffet, Walker Evans, Robert Frank o Equipo Crónica. Son creadores “cultos y académicos, pero que han tenido en cuenta al público”, apunta el curador. Junto a ellos, hay hueco en el recorrido para una pequeña muestra anónima de los llamativos flyers de la valenciana y discotequera Ruta del Bakalao, por ejemplo.
Compuesta por carteles, pinturas, esculturas, videos, instalaciones, juguetes, fotografías, libros, papeles o archivos que proceden en su inmensa mayoría de la colección del centro valenciano, la muestra se completa con préstamos de museos como el Reina Sofía, el MACA de Alicante o el MNAC de Barcelona, además de colecciones particulares. Artistas como Alegría y Piñero, Colectivos Ojo Pértico, María Jesús González y Patricia Gómez han aportado obra o las han creado ex profeso para la muestra, que también propone un recorrido sonoro a través de códigos QR a modo de cartela. El cantaor ilicitano Niño de Elche, en colaboración de Xisco Rojo, ha puesto banda sonora (de flamenco, música electrónica de baile o de la diáspora latinoamericana) a 15 obras de la exposición inspirándose en Valie Export, Cristina García Rodero o George Grosz.
La muestra, según indica la directora del IVAM, Nuria Enguita, es “una lectura a contrapelo de la colección del IVAM, que la recorre con preguntas totalmente nuevas: pueblo, popular, populacho, populismo, la gran cuestión de nuestro tiempo: entre los populismos varios y la cultura de masas, ahí anida nuestro presente”.
Vox y la independencia del IVAM
El IVAM inaugura la temporada con esta gran exposición patrocinada por la Fundació Banc de Sabadell. En su presentación, ha participado Pilar Tébar, directora general de Patrimonio Cultural de la consejería de Cultura, que está dirigida por el vicepresidente valenciano Vicente Barrera, de Vox. A preguntas de los periodistas, Tébar ha incidido en la “autonomía” del museo y ha asegurado que va a seguir con su programación. “Aquí nadie ha venido a injerir”. Además, Tébar ha subrayado que ella misma es usuaria del museo desde hace tiempo y conoce a muchos de sus técnicos. Tras escuchar las palabras de Pedro G. Romero ha lamentado con humor no haber cogido apuntes. “Es un supermuseo”, ha manifestado la directora general. Vox se quedó con las competencias de cultura en virtud del acuerdo de Gobierno de la Generalitat alcanzado el pasado verano con el PP.
La directora del IVAM, Nuria Enguita, fue elegida por concurso público en 2020 por el anterior Gobierno de la Generalitat, formado por los partidos de izquierda PSPV-PSOE, Compromís y Unides Podem. El contrato de dirección es por un periodo de cinco años, según establecen las bases que aprobó en 2014 la Generalitat, cuando estaba presida por Alberto Fabra, del PP, tras la polémica gestión de Consuelo Ciscar, que dirigió el centro entre 2004 y 2014.
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