Xavi Puig, director de ‘El Mundo Today’: “No conozco a gente más inaccesible que los humoristas”

Xavi Puig (Barcelona, 43 años) es uno de los fundadores del diario satírico El Mundo Today. Está acostumbrado a la risa, a la comedia, pero en esta entrevista habrá poco de eso y mucho de su novela, La mejor persona (Temas de Hoy). Puig dice que tiene mucho de su protagonista, Antonio Camuñas, un hombre que decide responder un correo electrónico que le envía Natalya, una supuesta mujer rusa que le pide dinero a cambio de amor eterno. “La novela refleja el momento personal en el que estoy, que consiste básicamente en abrirse en canal”, dice en cuanto se enciende la grabadora.

Pregunta. Desarrolle eso, por favor.

Respuesta. Aunque la inercia nos impulsa a aislarnos y vamos con el móvil pegado al cuerpo para no ver nada fuera de nosotros mismos, la novela tiene la voluntad de fijarse en detalles que vemos en la calle, en esas personas que ves en el metro con la mirada tensa. En cierto modo, es una reacción ante la volatilidad de todo, ante esas opiniones a medio cocer con las que convivimos y que son muchas veces las nuestras.

P. Expone obsesiones que comparto, como el uso y abuso de los anglicismos en algunos ambientes laborales.

R. Los anglicismos se utilizan muchas veces para dignificar una estupidez o para tapar cosas.

P. Tiende una a pensar que Antonio es un friki más, pero según avanzas compruebas su soledad. He acabado con muchas ganas de darle un abrazo.

R. Me alegro de que lo digas porque es lo que pretendía. Si no te genera empatía, pierde todo tipo de interés en las cosas que le pasan. Antonio es una persona que habla sola sin saberlo, porque Natalya es uno de tantos mails de spam que lo que quieren es sacarte dinero.

P. Está el príncipe nigeriano y en este caso la princesa rusa.

R. Hay gente que tiene una necesidad urgente de contactar con quien sea, aunque ese alguien en este caso no exista.

P. El resto de los personajes también están muy solos.

R. Es que lo semejante llama a lo semejante. La gente frágil se atrae, se huele, y no siempre para ayudarse. El frágil muchas veces quiere aprovecharse de otro aún más frágil que él. Yo tenía, como Antonio Camuñas, una necesidad imperiosa de conectar.

P. ¿También es, como él, fan de Rosana?

R. Lo he sido y no me arrepiento. No es un grupo indie intensito, es una música lúdica que le sirve para decir: “Venga, fuera complejos”. Lo que más tengo en común con él es la dificultad de ahondar en mi propio estado de ánimo y comunicarlo. Siempre he tapado mucho las cosas que me dolían. Nos pasa mucho a los que nos dedicamos al humor. No conozco a gente más inaccesible que los humoristas. Cuando hay un problema, contamos un chiste.

P. Y los publica en El Mundo Today.

R. Desde que era niño he buscado el humor como una herramienta de defensa. Cuando vas creciendo te vas sofisticando y, como es mi caso, se ha convertido en mi actividad profesional, además de algo para sobrellevar la vida.

La gente frágil se atrae y no siempre para ayudarse”.

P. Una de mis mejores amigas me aconsejó hace tiempo que me riera de quien me diera la gana menos del Ibex-35 porque ahí “no tienen sentido del humor”. ¿Lo comparte?

R. Con el Ibex 35 es casi una obligación hacer sátira. Cuanto menos sentido del humor tengan, mejor. El privilegio que nos otorga a El Mundo Today ser pobres es que fuimos de los primeros en España en hacer chistes con las marcas sin cambiar su nombre. Hemos perdido algunas campañas, pero también hemos ganado otras. La sociedad va cambiando y las marcas, con esa capacidad del capitalismo para detectar lo subversivo y apropiárselo, se dieron cuenta muy pronto de que si se reían de sí mismas, ganaban reputación.

P. ¿Qué diría a esos que dicen que hoy “no se puede decir nada”?

R. Con nosotros buscan camaradería, pero les digo: ‘Llevo 20 años publicando a diario comedia, diciendo lo que nos sale de los huevos y no hemos tenido nunca un problema’. Hoy se puede hacer humor de lo que quieras, pero como la comunicación es multidireccional, si cabreas a alguien, te enteras. No puedo pretender que la persona satirizada me ría la gracia. Se cabreará y estará en todo su derecho. Yo seguiré haciendo chistes, pero lo entenderé. Salvo que hagas chistes o chistes sobre la Casa Real o traspases la ley mordaza, nadie ha ido a la cárcel. Eso sí que es grave.