El Festival de Cine Europeo de Sevilla se salva ‘in extremis’ con una edición muy reducida y polémica
El certamen queda circunscrito a seis días y aún se desconoce al equipo organizador, mientras cunde el desconcierto en el sector cultural de la ciudad por los vaivenes que rodean su puesta en marcha
El Festival de Cine Europeo de Sevilla celebrará su 20º edición finalmente del 24 al 29 de noviembre, después de que el Ayuntamiento amagara el pasado agosto con suspender la convocatoria de este año porque inicialmente coincidía con la entrega de los premios Grammy en la ciudad. El alcalde de la ciudad, José Luis Sanz, rectificó y se comprometió a mantenerlo en noviembre, aunque con un formato más reducido. Esta sesión “especial” tendrá como lema “El Festival de Cine sale a la calle y llega a los barrios” y se desarrollará, como en años anteriores, en el Cine Sur Nervión Plaza, con disponibilidad de seis salas durante los cinco días, de viernes a martes incluido. Lo anunció este martes el Ayuntamiento de Sevilla tras una reunión en la que participaron la delegada de Cultura, Minerva Salas, y una representación del sector formada por la directora de la Academia Andaluza de Cine, Marta Velasco; el CEO de la productora La Claqueta, Olmo Figueredo; el presidente de ANCINE, la asociación de productores andaluces, José Alba; el presidente de AEDAVA, la de distribuidores, Rogelio Delgado, y la presidenta de AMMA, la asociación andaluza de mujeres de los medios audiovisuales, Agus Jiménez. El actual director del certamen, Tito Rodríguez, no ha participado en la convocatoria porque desde hace tres semanas se encuentra de baja y se prevé que sea prolongada, por lo que, previsiblemente, no participará activamente en la organización de esta edición.
La gala inaugural será el 23 de noviembre en el Palacio de Congresos y Exposiciones de Sevilla (Fibes) y el certamen se dividirá en las siguientes temáticas: Panorama Europeo; Ciclo Retrospectiva de las películas premiadas en el festival; País invitado, que está aún por determinar; Panorama Andaluz, para el que se proponen cinco películas (documentales o ficción) y contará con la ayuda de ANCINE, AAMMA y ACA, además del premio RTVA; Ventana Cinéfila, una propuesta pedagógica en centros escolares, y Cine familiar, centrado en la animación. También se programará un calendario paralelo de encuentros, ponencias y clases magistrales.
La directora de la Academia Andaluza de Cine, Marta Velasco, ha expresado su satisfacción por cómo se ha resuelto finalmente la siguiente edición: “Ellos se comprometieron en agosto y han cumplido con lo que dijeron”. Otros representantes del sector que han participado en la reunión con la delegada de cultura, y que no quieren dar su nombre, han mostrado, sin embargo, su escepticismo por una solución que se les antoja poco ambiciosa, más enfocada, según ellos, en salvar la papeleta que en ofrecer un producto reducido, como se comunicó, pero de mayor calidad.
Pero el hecho es que todo lo que rodea al Festival de Cine Europeo de Sevilla desde que dimitió el anterior director, José Luis Cienfuegos, tiene bastante confundido al sector de la cultura en Sevilla. Algunos gestores le responsabilizan directamente de la situación actual y otros apuntan a la mala gestión del anterior equipo de Gobierno. Hace unos días, el alcalde afirmó que, al Partido Socialista, encabezado entonces por Antonio Muñoz, “se le pasaron los plazos para licitar 1,8 millones para el Festival de Cine de Sevilla”. Según Salas, esta fue la principal causa de la renuncia de José Luis Cienfuegos. “Es un presupuesto con el que el festival cuenta y es el argumento por el que el anterior director dimitió, porque se ha dejado caducar la posibilidad de una subvención de cine europeo. Los pliegos no estaban iniciados”, asegura la delegada.
Sin embargo, un empleado del Área Acción Cultural del Ayuntamiento de Sevilla que trabajó durante la alcaldía de Muñoz niega que esto sucediese así. “Los pliegos los empezó a redactar la anterior gerencia [del Instituto de Cultura y Artes de Sevilla (ICAS)] en febrero y los estuvo trabajando con Tito Rodríguez, pero si el ICAS para durante dos meses y medio, sin gerencia, pues se te echan los plazos encima”.
Según explica este extrabajador, conocedor de la organización del certamen, “el festival no se licita en un único pliego de 1,8 millones, son muchos de diferentes importes y por tanto requieren diferentes plazos. El más importante es el de la organización, que estaba trabajando la anterior gerencia del ICAS con el equipo de Cienfuegos. Como ese pliego tiene que ver con el modelo de festival, cuando se fue Cienfuegos y llegó Tito, se retomó con él”.
Hasta el momento, nadie puede aventurar qué ha pasado realmente. Ni Cienfuegos ni ningún otro actor de este melodrama cultural ha querido aclarar los hechos. Muchos gestores de la ciudad prefieren callar y no dar su opinión para evitar futuras represalias laborales y la posibilidad de acceder a posibles contratos con el Ayuntamiento.
Mala gestión del ICAS
Muchos profesionales de la cultura en Sevilla apuntan también a la mala gestión del ICAS, el organismo que gestiona la cultura en Sevilla. Según el exempleado del Área de Acción Cultural del Ayuntamiento, “esta es una herramienta que se ha quedado obsoleta y que no terminó de desarrollarse del todo. Necesitaba ajustes. Nosotros planteamos una reforma para adaptarlo a los nuevos tiempos, pero no se aprobó, lo tumbaron PP y Vox”.
Antes de la llegada de María Rueda, actual gerente de ICAS, José Lucas Chaves estuvo al frente de este organismo, un cargo en el que duró solo un mes. Según señalan fuentes consultadas que trabajaron por entonces en la entidad, la dificultad que tuvo el anterior gerente para comunicarse con los responsables del Consistorio para que saliesen los proyectos adelante fue la principal causa de su dimisión. Esta situación también se reprodujo en el caso del director del Festival de Cine, dificultando incluso el trabajo de Rodríguez, que hasta en cierta ocasión, según señalan estas mismas fuentes, expresó su decisión de renunciar si no le hacían caso.
Estas circunstancias se podrían circunscribir al desconcierto y desorden que suelen rodear los cambios de Gobierno, pero muchas voces críticas, encabezadas por la oposición socialista, recriminan al nuevo equipo de Gobierno una ausencia de políticas culturales que le obliga a improvisar. El Festival de Cine Europeo de Sevilla está a la vuelta de la esquina y por el momento no se conoce ni el equipo que trabaja para hacerlo realidad. El Ayuntamiento ha comunicado que en unos pocos días desvelará los nombres de las personas implicadas en esta edición y que continúan con las contrataciones. Por ahora solo se ha confirmado a Manuel Cristóbal, productor de cine que tiene en su currículum hasta cinco premios Goya y que se hará cargo de la sección de animación.
Cierre del teatro Lope de Vega
Extraña es también la situación actual del teatro Lope de Vega. El 12 de septiembre, el Ayuntamiento anunció que el coliseo cerraba debido a deficiencias en la estructura del edificio. Carlos Forteza, director del espacio hasta el pasado julio, pone en duda esta decisión: “Yo he dejado diseñadas tres temporadas y para mí el teatro no está para cerrar, no se cae. Se ha quedado anticuado en cuanto la experiencia del usuario”. Y hace la siguiente reflexión: “Si nos permitieron terminar la temporada en junio, no sé qué ha pasado de entonces. Si han dictaminado que han visto algo que lo digan, luego cuando hay que volver a abrir los edificios es complicado. Se tarda en hacer una licitación, un proyecto para hacer una memoria y unos pliegos. De aquí a que entre la primera contrata, menos de un año seguro que no”.
Forteza denuncia la opacidad del nuevo equipo municipal: “Escribí hasta en dos ocasiones a la delegada de las necesidades que había y lo que tocaba hacer: la temporada, los abonos, las entradas, la página web, publicar un libro que estaba terminado… Me dijo que sí, que nos teníamos que reunir y que me llamaría, pero nunca me llamó ni hubo contacto. Ni traspaso, ni de la programación ni de contenido”.
El Ayuntamiento anunció que la programación del teatro Lope Vega se traslada a Fibes y al Cartuja Center, pero todavía no hay ni rastro de información y, mientras, las compañías que estaban en fecha siguen acudiendo al anterior director en búsqueda de explicaciones. “Hasta donde sé no se han puesto en contacto con ninguna de ellas”, concluye el exdirector del coliseo.
Babelia
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