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Toda la verdad sobre el ‘autotune’ de Mick Jagger en la nueva canción de The Rolling Stones

Planea sobre ‘Angry’, el adelanto del nuevo disco de los británicos, la intervención de la herramienta que se ha convertido en el demonio para los rockeros clásicos

Ronnie Wood, Keith Richards and Sir Mick Jagger
Ron Wood, Keith Richards y Mick Jagger posan para la prensa en Londres el pasado 6 de septiembre en el anuncio del nuevo disco de los Rolling Stones.David M. Benett/Alan Chapman/Dave Benett (Getty)
Carlos Marcos

Una de las peores pesadillas del rockero clásico se acaba de producir. El demonio para este tipo de seguidor, el autotune, protagoniza la nueva canción de los Rolling Stones, la banda que mejor y durante más tiempo ha personalizado los preceptos del rock and roll. Es lo que aseguran varios especialistas, como el productor y guitarrista español José Nortes, responsable de grabaciones de Coque Malla, Quique González, Miguel Ríos o Ariel Rot. “Se escucha de forma clara a los 30 segundos, cuando Mick Jagger empieza a cantar: ‘It hasn’t rained in a month, the river’s run dry”.

Los Rolling Stones presentaron el pasado miércoles Angry (Enfadado, en la traducción al español), el primer tema de su nuevo trabajo, Hackney Diamonds, que se publica el 20 de octubre. El disco acaba con 18 años sin un álbum con canciones nuevas. El último fue A Bigger Bang, de 2005. En 2016 editaron Blue & Lonesome, pero sin temas originales: solo versiones de músicos de blues. Nada más darse a conocer Angry en una rueda de prensa que tuvo de presentador a Jimmy Fallon comenzaron a surgir los comentarios sobre si la voz de Jagger estaba tratada con autotune. En el activo foro especializado en acústica del ingeniero de sonido Steve Hoffman (que ha trabajado en discos de Beach Boys, Alice Cooper o Deep Purple) enseguida se planteó el debate. “No tengo ningún problema con el autotune cuando se usa para corregir una o dos notas. Pero eso de pegarlo en toda la canción simplemente le quita vida a la interpretación. Jagger suena como una impresión de sí mismo generada por inteligencia artificial”, aseguraba un usuario.

El autotune nació en 1996 como una herramienta para corregir pequeños problemas de afinación. En 1998, Cher lo revolucionó todo con la canción Believe al acelerar el autotune y dotar a su voz de un sonido robótico. Ya no era un afinador, sino un instrumento más. Hoy se antoja imprescindible en el contexto de la música urbana, con el puertorriqueño Bad Bunny a la cabeza. Pero no solo: músicos indies como James Blake o Bon Iver o artistas pop como The Weeknd también lo han utilizado.

Existen diferentes intensidades dentro del uso del autotune, y la de Angry puede pasar desapercibida para muchos oyentes no habituados a las técnicas de grabación. La cuestión es: ¿Jagger recurre a la herramienta para solucionar algún desajuste vocal o lo hace porque le gusta el sonido? Responde José Nortes: “Está hecho aposta, sin duda, para darle una pátina actual. Lo que pasa es que no es exagerado, como puede ser en las canciones de reguetón. Puede que Jagger lo haya utilizado alguna vez para corregir algo, como lo hacen todos los cantantes. ¿En qué situaciones? Imagínate que tienes una toma vocal increíble, pero hay un fallito en una sílaba. Entonces la corriges con el autotune. Pero creo que Jagger nunca utilizó el autotune de forma premeditada para que suene así su voz como lo hace en Angry”.

El sonido de Andrew Watt, el productor

El nombre clave en este asunto es Andrew Watt, el productor del tema y de todo el disco, que se compone de 12 temas. La contribución de Watt al sonido de la canción es tan relevante que incluso firma la pieza junto a Mick Jagger y Keith Richards. Watt, neoyorquino de 32 años, es uno de los productores del momento, responsable de trabajos para raperos como Post Malone o estrellas pop como Dua Lipa o Miley Cyrus, y también reclutado por veteranos como Ozzy Osbourne o Iggy Pop, a los que ha producido sus últimos trabajos. “Watt es de las pocas personas que combinan el rock con los sonidos actuales. Es el inventor del autotune rock”, bromea Nortes, que aprueba la intervención del productor en Angry: “Me gusta la canción. Hay gente con poco talento recurriendo al autotune, pero utilizándolo creativamente, como es el caso, es una herramienta muy interesante”.

Alejo Stivel, cantante de Tequila y productor, se suma al debate: “Mi impresión es que la voz de Jagger en Angry tiene muchísimos efectos. Pero para mí es irrelevante la posible polémica. Si existe creatividad y talento es igual los aparatos que uses. La tecnología está para usarla al servicio del talento; el problema es cuando se utiliza y no hay talento. De todas formas, al afinador recurre todo el mundo, hasta los mejores cantantes”. Independientemente del tratamiento de la voz, lo que no le gusta mucho a Stivel, gran especialista en la banda inglesa, es la canción: “Angry no va a entrar en mi top 100 de temas de los Stones. Creo que después de 18 años sin un disco podrían haber hecho algo mejor. Y se supone que Angry es el single, lo mejor que tiene el disco… Desde luego, no es Start Me Up”. El diario inglés The Guardian puntúa con un cuatro sobre cinco al tema y habla de “solos audaces y hambre creativa”; y The New York Times considera que tiene un “ritmo contundente y musculoso”.

Sin embargo, algunos seguidores echan de menos algunas señas de identidad de la banda. En concreto les ha chirriado el arranque de la pieza, con un sonido de batería metálico alejado del golpeo con swing de Charlie Watts. Steve Jordan sustituye a Watts desde el fallecimiento del legendario baterista de los Stones, en agosto de 2021. La lista de estrellas invitadas en Hackney Diamonds resulta apetecible: Paul McCartney toca el bajo en un tema, Stevie Wonder los teclados el otro, Elton John se encarga del piano en un par de piezas y Lady Gaga canta (no sabemos sin con autotune) en Sweet Sounds of Heaven. Además, dos exstones también aportan: Bill Wyman, que dejó la banda en 1993, presiona su bajo en un tema, y se recupera el toque de batería de Watts en dos piezas.

Andrew Watt (primero por la derecha), productor del tema 'Angry' de los Rolling Stones, tocando la guitarra con Iggy Pop, Chad Smith (batería de Red Hot Chili Peppers) y Duff McKagan (bajista de Guns N' Roses). Fue el pasado 22 de abril en San Francisco.
Andrew Watt (primero por la derecha), productor del tema 'Angry' de los Rolling Stones, tocando la guitarra con Iggy Pop, Chad Smith (batería de Red Hot Chili Peppers) y Duff McKagan (bajista de Guns N' Roses). Fue el pasado 22 de abril en San Francisco. Tim Mosenfelder (Getty Images)

La inquietud de los Rolling Stones por utilizar la tecnología avanzada siempre ha sido una de sus características durante sus seis décadas de carrera. En los primeros tiempos fue Brian Jones el especialista en buscar nuevas sonoridades, ya fuera incorporando extraños efectos en su guitarra o introduciendo instrumentos como la cítara o el arpa, nada habituales en el rock. Con el paso de los años ha sido Jagger el que más se ha interesado por sonar moderno. Cuando llegó la fiebre disco, a finales de los setenta, se apuntó con Miss You, hoy un gran clásico; en el disco Undercover juguetea con el dance (Too Much Blood); también el vocalista fue el instigador para contactar con productores de moda, como Steve Lillywhite, Dust Brothers o Don Was. El contrapeso a este afán moderno de Jagger siempre lo ha puesto Richards, que denomina a estos productores como “los empujabotones”. Nortes: “Angry tiene toda la pinta de ser un tema básicamente de Jagger. De hecho, encajaría en uno de sus discos en solitario. A Richards le deja hacer el riff inicial y ya le tiene contento”.

Uno de los mejores momentos de la rueda de prensa de la presentación de Angry fue cuando Jimmy Fallon quiso hablar de la letra de la canción, escrita por Jagger. Entonces, Richards saltó: “Si la letra da lo mismo, lo que hay que mirar es el riff de guitarra”. Y dibujó una de sus sonrisas de zorro.

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Sobre la firma

Carlos Marcos
Redactor de Cultura especializado en música. Empezó trabajando en Guía del Ocio de Madrid y El País de las Tentaciones. Redactor jefe de Rolling Stone y Revista 40, coordinó cinco años la web de la revista ICON. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y Máster de Periodismo de EL PAÍS. Vive en Madrid.

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