Bruselas permite que España quintuplique sus ayudas al cine

Bruselas ha dado luz verde a la reforma propuesta por el Gobierno español para aumentar significativamente las ventajas fiscales en el sector audiovisual, en un intento “necesario y proporcionado” de promover la cultura y las producciones tanto españolas como internacionales. Según ha anunciado este lunes la Comisión Europea, no tiene objeciones a que se duplique el límite máximo de las deducciones fiscales por películas y series nacionales o extranjeras. Además, da su visto bueno para que el programa para apoyar estos incentivos se multiplique casi por seis, pasando de 60 a 400 millones de euros anuales.

Tras estudiar la propuesta española y ver si se ajusta a las normas sobre ayudas estatales de la UE, la Comisión ha concluido que el programa español, tal como ha sido enmendado, sigue siendo “necesario, apropiado y proporcionado para promover la cultura en España en la UE”, ha dicho el Ejecutivo europeo en un comunicado. Los expertos de Bruselas consideran además que incluso con las reformas aprobadas, el régimen español “sigue teniendo un impacto limitado en la competencia y comercio entre los Estados miembros”, por lo que no ve obstáculos a su puesta en marcha.

De acuerdo con lo indicado a la Comisión, y ahora que cuenta con su visto bueno, España aumentará en 340 millones de euros el presupuesto del programa para estas ayudas, que así pasan de 60 a 400 millones anuales.

Además, el máximo de deducción fiscal en el impuesto de sociedades aplicable se duplica, pasando de diez a 20 millones de euros por producción, tanto en las obras nacionales como las internacionales. Por otro lado, se establece un máximo de diez millones de deducción fiscal por cada episodio de una serie.

Este régimen de ayudas al sector audiovisual, tanto para producciones netamente españolas como para coproducciones internacionales o aquellas foráneas sujetas al pago de impuesto de sociedades en España se ampliará además hasta el 31 de diciembre de 2026.

El régimen español de deducciones fiscales para incentivar la producción de obras cinematográficas y audiovisuales nacionales e internacionales fue inicialmente aprobado en 2014 y ya ha sido enmendado en dos ocasiones anteriores, en 2015 y en 2020.

La Unión Europea acepta este tipo de ventajas fiscales para promover el cine y otros proyectos audiovisuales que considera “desempeñan un papel importante en el desarrollo de la identidad europea” pero que, sobre todo los largometrajes, “afrontan una fuerte competencia desde fuera de Europa”. Estas obras, señalaba la Comisión una comunicación al respecto publicada en 2013, “reflejan la diversidad cultural de las diferentes tradiciones e historias de los Estados miembros y sus regiones” y deben ser consideradas, añadía, tanto un bien económico, porque “ofrecen importantes oportunidades para la creación de riqueza y empleo”, como un bien cultural “que refleja y conforma nuestras sociedades”.