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Crítica | Háblame
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

‘Háblame’: la adictiva sesión de espiritismo de dos ‘youtubers’ australianos

La sorprendente ópera prima de Danny y Michael Philippou se adentra en un terror adolescente obsesivo y fatalista

Sophie Wilde en una imagen de 'Háblame'.
Elsa Fernández-Santos

La protagonista de Háblame es una chica sumida en el duelo por la muerte de su madre. Su trauma se concentra en la tristísima y cautivadora mirada de la actriz Sophie Wilde. Las pupilas desorbitadas de sus ojos grandes y saltones son una imagen central y recurrente, símbolos del oscuro pozo por el que se precipita el drama de este filme de terror adolescente diabólico y desasosegante. Háblame es la sorprendente ópera prima de los youtubers australianos Danny y Michael Philippou, que apunta maneras para convertirse en una exitosa saga.

La película gira alrededor del espiritismo más salvaje, invocado en sesiones que giran alrededor de una misteriosa mano blanca embalsamada capaz de conectar a los participantes con una serie de espíritus torturados y errantes. Un trance entendido —no sin cierta moralina— como una pseudodroga alucinógena cuyo bestial colocón consiste en dejarse poseer por un cuerpo extraño.

Un grupo de adolescentes graba en sus móviles sus pasotes esotéricos y los difunde en sus redes sociales, narcótico contemporáneo que rompe las barreras entre realidad y ficción. El viaje a través de la mano blanca y el ubicuo móvil representa una vuelta de tuerca a la clásica invocación del mal de la tabla ouija, un nuevo puente capaz de convocar una oscuridad adictiva que, entre pantallas y pupilas dilatadas, desencadena un crescendo en el que los participantes acabarán atrapados en un juego suicida.

Danny y Michael Philippou, gemelos conocidos por el horror satírico de su canal de YouTube RackaRacka, con siete millones de seguidores, logran ir más allá de los clichés de terror adolescente gracias a un inesperado pulso narrativo y una atmósfera de extraña melancolía. Seleccionada para el festival de Sundance y en manos de los cazatalentos de la productora y distribuidora A24, Háblame arrastra al espectador al vacío de sus personajes: críos aburridos y perdidos jugando con el fuego cruzado de la tecnología y el infierno.

De esta manera, la trama se precipita en la sórdida caída de los personajes más vulnerables y en el violento desenlace del filme que, con un par de secuencias cuyo horror gore cuesta soportar, se sostiene sobre un crescendo alrededor de la adicción a esa mano blanca cuyos peligrosos efectos todos quieren probar.

Guiada por una intensidad oscura y demencial, Háblame transita por el drama maternofilial con una inquietud propia de la soledad y la ansiedad adolescentes. Danny y Michael Philippou logran una película de terror que, si bien remite a lugares comunes, sabe llegar a un destino propio en el que el tedio y el móvil (la pareja de directores ya ha rodado una continuación narrada desde estos dispositivos y su reflejo en las redes sociales) muestran su lado más trágico y fatal.

Háblame

Dirección: Danny Philippou, Michael Philippou.

Intérpretes: Sophie Wilde, Alexandra Jensen, Joe Bird, Miranda Otto.  

Género: terror. Australia, 2022. 

Duración: 95 minutos.

Estreno: 11 de agosto.

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Sobre la firma

Elsa Fernández-Santos
Crítica de cine en EL PAÍS y columnista en ICON y SModa. Durante 25 años fue periodista cultural, especializada en cine, en este periódico. Colaboradora del Archivo Lafuente, para el que ha comisariado exposiciones, y del programa de La2 'Historia de Nuestro Cine'. Escribió un libro-entrevista con Manolo Blahnik y el relato ilustrado ‘La bombilla’

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