Alberto & García estrenan ‘La herida’ en Madrid y certifican que calidad y juego no están reñidos
El grupo asturiano presenta su quinto disco de estudio, que aúna pop-rock con folk y ritmos latinoamericanos
Uno con boina, el otro con camisa bien abrochada. Dos con gorras y un quinto con un peto caído. Todos están rodeados de flores y apenas hay espacio en la madrileña sala El Sol para más instrumentos. La primera impresión de la banda Alberto & García sobre el escenario es un reflejo de su música: suenan a cumbia y a pasodoble, a rock y a folk, a primavera y a hoguera, todo con acento asturiano y sin complejos. Este miércoles presentaron su quinto disco, La herida, recién salido, y demostraron que la calidad musical no está reñida con montar una buena juerga.
“Este es el primer concierto que damos de este disco y por eso es muy especial para nosotros”, enfatizó el cantante al inicio del evento. Alberto García, voz; Manuel García El Nolas, saxofón; Victor Gil Mateos Vicho, guitarra; Dámaso García, batería; y Cristian Leiva, bajo, arrancaron con Arde París, La Noche del 24 y Tribu. Los temas entraron fácil a un público que se mantuvo con el trío como las propias canciones, comedido, balanceándose con el pop-rock.
Pero llegó el turno de Por el camino, “un regalo” que de Depedro ha hecho al grupo al colaborar con ellos. El folk se cuela en esta canción que caló muy bien en el público, que comenzó a acompañar con palmas. Ese fue el momento de la noche en el que se hizo la magia de la conexión. A partir de ahí todo fluyó.
Aunque era la primera vez que presentaban el repertorio de La herida en directo, las tablas de los componentes —el grupo lleva en movimiento dos décadas― se notaron y mucho. Ofrecieron un concierto divertido, cercano y redondo en lo musical. Fueron de menos a más, expandiendo su riqueza musical. Se bailó una ranchera metalizada por la guitarra eléctrica, Caer rendido; y se escuchó rascar el güiro. Hubo gritos de otros discos, como los de Reina de la Selva o los Animales Escondidos y también cruzaron su Río Bravo.
El saxofón de Manuel García, responsable de buena parte de la personalidad del grupo, se lució sobre todo en la cumbia que da título al disco, donde los cuerpos ya se soltaron de todo. Le siguió una de las canciones favoritas de la banda, Jacques Cousteau. “Para de pensar, mira como arde, es impresionante; vamos a jugar, déjate que te cambie lo que tienes delante”, reza la letra. Y eso hicieron los chicos de Alberto & García: llevar al público a jugar y hacer que se olvidaran, durante casi dos horas, lo que había fuera de la sala El Sol.
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