Muere la escritora Anne Perry, autora de éxito de novelas negras y criminal condenada en su vida real
La narradora, que vendió millones de copias de sus libros protagonizados por William Monk o Thomas Pitt, pasó cinco años en la cárcel de adolescente por asesinar a la madre de su mejor amiga
La célebre escritora británica de novela negra Anne Perry falleció en Los Ángeles a los 84 años, según anunció ayer miércoles su editor francés. Además de por tramas policiacas como Los incendios de Highgate Rise, Un mar oscuro o Los crímenes de Cater Street y sus célebres personajes William Monk y Charlotte y Thomas Pitt, la autora era conocida por su propio delito real, que inspiró la película de 1994 Criaturas celestiales, de Peter Jackson: de adolescente, fue condenada a cinco años de cárcel por el asesinato de la madre de su mejor amiga. En el filme, Perry fue encarnada por Kate Winslet.
Novelista prolífica, vendió más de 25 millones de ejemplares de sus obras a lo largo del planeta, mientras lograba, durante décadas, mantener oculto su secreto personal. En 1954, Perry, cuyo nombre era entonces Juliet Hulme, tenía 15 años y vivía en Nueva Zelanda, cerca de su mejor amiga, Pauline Parker. Y cuando sus padres le anunciaron que debían mudarse al extranjero, confió en que Parker también pudiera seguirla. La madre de esta, Honora Mary Parker, sin embargo, se negó.
Las dos niñas decidieron entonces asesinarla, para evitar separarse. La muerte, particularmente brutal —la mujer recibió una veintena de golpes de ladrillo— conmocionó al país entero, al igual que un proceso posterior que tenía todos los elementos para despertar una atención morbosa: el fallecimiento de una madre, traicionada por su hija, y los rumores de una relación amorosa entre las dos jóvenes cómplices.
Anne Perry negó más tarde haber conformado una pareja con Pauline Parker, pero sí reconoció que su relación era obsesiva. Demasiado jóvenes para la pena de muerte, ambas adolescentes acabaron encarceladas. Perry fue puesta en libertad cinco años después, cambió su nombre precisamente por el que luego la llevaría a la fama y también modificó su vida. Trabajó un tiempo como azafata, se hizo mormona y se instaló en Escocia.
Con esa nueva identidad, publicó en 1979 su debut literario, primera novela de una carrera muy larga y exitosa, marcada especialmente por dos series de libros ambientados en la Inglaterra victoriana: por un lado, los que están centrados en el personaje de William Monk, con títulos como Un mar oscuro y Justicia ciega; y, por otro, la que protagonizan Charlotte y Thomas Pitt, que se inició con Los crímenes de Cater Street en 1979. “Perry fue seleccionada por el diario The Times como una de las 100 mejores escritoras del crimen del siglo XX”, recuerda su página en la web de la agencia literaria Carmen Balcells.
Pese a tantos cambios, su pasado la terminó encontrando: su verdadero nombre y su condena fueron revelados por la prensa en los años noventa y adaptados a la gran pantalla. “Todo lo que había logrado como miembro honesto de la sociedad estaba amenazado. ¿Por qué no puedo ser juzgada por lo que soy ahora en lugar de por lo que era entonces?”, se quejó Perry a The Guardian en 2003.
En todo caso, además de sus vivencias, la historia conservará “sus personajes sobresalientes, su precisión histórica, la calidad de sus novelas policiales y su interés por las preguntas sociales”, agregó su editorial en Francia.
Babelia
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