La Fiscalía de Nuevo México acusa a Alec Baldwin de homicidio imprudente por la tragedia en el rodaje de ‘Rust’
Una bala, disparada por un revólver empuñado por el actor y productor, mató por accidente en octubre de 2021 a la directora de fotografía Halyna Hutchins
La fiscalía de Santa Fe, en Nuevo México, ha anunciado que acusará a Alec Baldwin de homicidio imprudente por la tragedia en el rodaje de Rust. Una bala, disparada por un modelo de revólver Colt 45 empuñado por Baldwin, y que en teoría debía de tener munición de fogueo, mató por accidente en octubre de 2021 a Halyna Hutchins, la directora de fotografía. La bala disparada por Baldwin, que además de actuar producía el wéstern, hirió también al director, Joel Souza. Más de un año después, las autoridades están finalizando los detalles de la acusación del caso que sacudió a Hollywood. La fiscalía, quien ha subrayado una “indiferencia por las medidas de seguridad” en el lugar de trabajo, presentará a finales de enero los mismos cargos penales contra la encargada de la armería de la producción, Hannah Gutierrez-Reed.
Mary Carmack-Altwies, la fiscal del condado de Santa Fe, adelantó en septiembre pasado su intención de llevar el proceso en los tribunales penales. Entonces solicitó al Gobierno local y al poder legislativo duplicar el presupuesto de su oficina para poder llevar “cuatro juicios separados”. Carmack-Altwies pidió cientos de miles de dólares y nombró a una fiscal especial para la acusación, Andrea Reeb. Ambas firman este jueves el documento que confirma la acción penal en contra de los cineastas.
“Si estas personas hubieran hecho su trabajo, Halyna Hutchins estaría con vida hoy. Es así de simple”, ha dicho Reeb en una conferencia de prensa celebrada esta mañana en Nuevo México. De ser encontrados culpables, Baldwin, Gutierrez-Reed y David Halls, el asistente de dirección, podrían recibir un año y medio de prisión y una multa de 5.000 dólares. El uso de un arma, sin embargo, podría acarrearles una pena más elevada.
Luke Nikas, el abogado de Baldwin, ha considerado la decisión de la fiscalía como una “falta”. “Mi cliente no tenía ninguna razón para pensar que había una bala de verdad en el arma o en el set. Confió en los profesionales con los que trabajaba, quienes le aseguraron que no había munición en la pistola”, ha señalado el letrado a través de un comunicado en el que asegura que se defenderán en los tribunales y ganarán.
La oficina del sheriff de Santa Fe se encargó de realizar las pesquisas relacionadas con el fatal incidente, ocurrido en el interior de una vieja iglesia ubicada en el rancho Bonanza Creek mientras Baldwin, de 64 años, ensayaba cómo desenfundaba el arma. Frente a él estaba Hutchins, de 42 años, quien sostenía la cámara. La fotógrafa cayó al suelo y comenzó a sangrar. La bala que la alcanzó también penetró en el hombro del director, quien estaba detrás de la cinematógrafa. El equipo de rodaje llamó inmediatamente a los servicios de emergencia, pero Hutchins murió en el traslado aéreo al hospital.
Una tragedia que pudo evitarse
El documento entregado por los investigadores a la Fiscalía concluye que la tragedia fue un accidente que pudo evitarse si se hubiese cuidado el proceso de custodia del arma. La policía halló en el sitio del rodaje cajas donde balas de verdad estaban mezcladas con rondas de fogueo. Se trata de una falta seria a los protocolos de la industria que prohíben la presencia de munición real en los rodajes. Por ello, los agentes se enfocaron en un puñado de personajes de la producción, que inició la filmación en la propiedad de Santa Fe el 6 de octubre de 2021.
Los principales sospechosos de la investigación son el asistente de dirección, David Halls, quien fue el último de la producción que tocó el arma antes de dársela a Baldwin y quien, según The Wall Street Journal, se declarará culpable del delito de negligencia en el uso de un arma de fuego; y Hannah Gutierrez-Reed, la inexperta encargada de la armería durante la filmación, y que ha sido identificada por los expertos por sus fallos en los protocolos de revisión.
El abogado de Gutierrez-Reed, Jason Bowles, ha afirmado que los cargos son producto de una “investigación fallida” que ha “malinterpretado” los hechos que rodearon la muerte de Hutchins. “Creemos que Hannah será exonerada por un jurado una vez que logremos exponer la verdad”, ha señalado.
Además, habían sido señalados Seth Kenny, el dueño de una tienda de armas de Albuquerque que sirvió de proveedor de las municiones, y Sarah Zachary, la encargada del atrezzo empleado en la filmación. Ambos, no obstante, han quedado fuera de la acusación formulada por la fiscalía local.
Los miembros de la producción intentaron diluir su responsabilidad en los hechos ocurridos el 21 de octubre. Alec Baldwin dijo en su primera entrevista tras el incidente que nunca apretó el gatillo y que se limitó a echar hacia atrás el martillo del arma. Sin embargo, una investigación del FBI confirmó lo contrario y determinó que el revólver sí se accionó: esto provocó la detonación.
En casi 15 meses transcurridos desde el incidente, se han presentado varias demandas. La familia de Hutchins denunció a Baldwin por homicidio imprudente, pero el actor llegó a un acuerdo con el viudo, Matthew Hutchins, para que este retirara la demanda en su contra. A cambio, Baldwin nombró a Hutchins productor ejecutivo de Rust, con lo que recibirá una parte de los beneficios, que no ha sido revelada, una vez que se reanude el rodaje del wéstern.
Aún no hay fecha exacta para que Rust retome su producción. La película cuenta la historia de un niño de 13 años en el Kansas de finales del siglo XIX que mata por accidente a un ranchero. El abuelo del menor, Harland Rust (Baldwin) lo ayuda a escapar de prisión y a huir a través de Nuevo México, donde es buscado por las autoridades y otros cazarrecompensas.
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