Banksy critica la invasión rusa a Ucrania con un mural de una joven gimnasta a las afueras de Kiev

Parece una niña, tal vez algo mayor. Viste como una gimnasta y realiza una figura con sus piernas mientras se sostiene con sus brazos en el suelo. El dibujo o grafiti es de Banksy, como el propio artista británico de identidad desconocida ha confirmado en su cuenta de Instagram. Un breve texto acompaña a la imagen con la ubicación: se trata de uno de los muros que se mantiene en pie de un edificio de viviendas destruido en la ciudad ucrania de Borodianka, a las afueras de Kiev. La joven parece hacer un equilibrio imposible sobre las ruinas de un lugar arrasado por Rusia el pasado febrero.

Borodianka se ha convertido en uno de los símbolos de la barbarie rusa en torno a Kiev, junto a Bucha e Irpin. Más de 200 personas fueron asesinadas y aún se cuentan por decenas los desaparecidos. Esta terrible insignia es la que ha atraído a Banksy hasta la ciudad.

Como ya hizo en la franja de Gaza o en un campamento de refugiados sirios en Calais (Francia), el artista ha lanzado su crítica contra el terror de la guerra en un lugar emblemático a su pesar. El creador urbano idea su arte para que se exponga al aire libre, en las calles de decenas de ciudades del mundo, sin tener que pagar por verlo. Siempre con la intención de crear conciencia en torno a temas como la desigualdad, el capitalismo o la hipervigilancia a la que estamos sometidos.

Otras dos obras, de similar factura, han empezado a circular a través de las redes sociales, pero no han aparecido, por el momento, en ninguna de las cuentas oficiales de Banksy. Tampoco han sido reclamadas por Pest Control, la organización sin ánimo de lucro creada por el autor para verificar sus obras. En una de ellas, un yudoca con cinturón negro cae al suelo después de que un niño, también vestido con el kimono, le haga una llave. El hombre que es incapaz de vencer al chaval recuerda a Putin. El presidente ruso es amante de las artes marciales, además de tener la categoría de cinturón negro. El pasado febrero, tras el inicio de la invasión a Ucrania, la Federación internacional de Judo (IJF) emitió un comunicado en el que anunciaba que suspendía al mandatario como su presidente honorario y embajador.

El tercer grafiti que ha aparecido y del que tampoco se conoce su autoría representa a otra joven deportista de gimnasia rítmica que mueve una cinta y se sostiene en un solo pie sobre un gran agujero en otro edificio destruido por la invasión rusa.