Arqueología celtíbera y romana, a la venta
Feriarte ofrece cientos de piezas históricas procedentes del Antiguo Egipto, Mesopotamia, la cuenca mediterránea o América
Cuando los generales romanos vencían, clavaban su lanza (hasta) en la parte más alta del campo de batalla. Era la señal de que bajo ella (sub), sus soldados podían extraer, desenterrar, repartir, intercambiar o vender las pertenencias y armas de los derrotados. Ese es el origen de la palabra subasta. Y un campo de subastas es, al fin y al cabo, Feriarte, una exposición para coleccionistas que se celebra en el recinto de Ifema de Madrid hasta el próximo día 20, donde se venden, según la nota oficial de la institución ferial, “cientos de piezas de arqueología de diferentes civilizaciones antiguas, un verdadero museo arqueológico”: de un estandarte Signa Equitum íbero del 450 a. C. a una momia egipcia con dientes. ¿Y cómo es posible que todo esto se pueda adquirir? ¿De dónde proceden estos objetos?
La clave es el año 1985, cuando se aprobó la Ley de Patrimonio que impide comerciar con piezas arqueológicas. Todo lo anterior, robado, expoliado o comprado puede entrar en el mercado libremente. .J. Bagot Ancient Art es una exquisita firma de anticuarios de Barcelona que expone auténticas piezas únicas, un abanico de obras singulares de las culturas griega y romana, además de figuras del Antiguo Egipto, relieves de Mesopotamia u objetos precolombinos.
Jaume Bagot, director de la casa, explica que la pieza íbera que ofrece por 80.000 euros procede del yacimiento del Cerro de los Infantes, en el municipio granadino de Pinos Puente. Hace 20 años salió a subasta en Múnich (Alemania) y la adquirió un anticuario de Nueva York. Bagot, a su vez, se la compró. El yacimiento del Cerro de los Infantes es conocido desde el siglo XVI. Se supone que en su zona más elevada se situaba la ciudad romana de Ilurco. A principios de los años 70 fue excavado, momento en que se descubrieron los muros de las edificaciones romanas recubiertos de estucos pintados. Ha sido, a lo largo de la historia, fuertemente saqueado.
Ana Vico, profesora del Máster en Gestión del Mercado del Arte, de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, sostiene que los anticuarios no se surten ahora de las piezas procedentes de expolios, sino que las que se venden en Feriarte y en otras ferias del mundo fueron extraídas hace muchos años, antes de la ley del 85, y los profesionales de las exposiciones contribuyen a su conservación. “Muchas de las piezas están descontextualizadas y los museos no pueden exponerlas. Simplemente no tienen sitio o están muy repetidas”, indica. Vico recuerda también que la Brigada de Patrimonio de la Policía Nacional visita todos los años la feria para evitar el tráfico ilícito. La profesora, que anuncia el máster en la feria, pide, no obstante, una unificación de las legislaciones de la Unión Europea para evitar tropelías, pero que esta nunca se ha conseguido.
Ifergan Gallery, otra de la casas de antigüedades presentes en Ifema, ofrece “auténticas obras de arte certificadas de la Prehistoria, la Antigua Grecia, Roma, Egipto o Persia, entre otras culturas; de calidades museísticas, así como para colecciones más modestas, garantizando la autenticidad y la máxima calidad de todas ellas”, según la documentación de la feria. Entre ellas, una cabeza femenina de momia egipcia que retiene prácticamente todas las superficies de la piel, dientes y cabello.
Adrián Jiménez Millet, director de Ifergan Gallery, explica que lo que tienen a la venta, en buena medida, es parte de la colección particular de su padre, Vicente Jiménez Fergán, que la adquirió durante años por medio mundo. “Teníamos hasta un museo en Málaga, pero hubo que cerrarlo por la covid. Hemos ofrecido al Ayuntamiento la colección de figuras fenicias, pero no hemos conseguido llegar a un acuerdo”, asevera delante de un busto de piedra caliza, del siglo I d. C., procedente de Palmira (Siria). Junto a él, una escultura romana del siglo IV a. C. y un ánfora de Apulia (Italia) de entre los años 350 y 325 a.C.
Jesús Vico es una de las casas de subastas numismáticas más conocidas, tanto a nivel nacional como internacional. Tiene a la venta un espectacular mosaico romano que representa el Árbol de la Vida. Proviene de un coleccionista alemán que se lo adquirió al abogado libanés Kabaazi, un gran acaparador de arte antiguo. Está a la venta por 75.000 euros, más barato que una impresionante cabeza de Trajano en mármol que se puede adquirir por 130.000 euros y que proviene de la Royal Athena Gallery de Nueva York.
Los expositores explican que antes de ponerse a la venta estos objetos, reputados expertos han certificado que no se trata de falsificaciones y que cuentan con todos los permisos para su venta, lo que denominan trazabilidad; es decir, el documento que señala de dónde proceden y las facturas de compra correspondientes.
El que no tiene ese problema de trazabilidad es Óscar Serrano, de la editorial Siloé, que ofrece impresionantes libros medievales. Desde el Bestiario de Westminster, el Atlas de Texeira o el Códice Voynich, el libro que está considerado el más raro del mundo. “Todos son copias exactas de los originales que se guardan en museos y colecciones. Es una manera de tener en tu propia casa algo exclusivo, único y del que se conoce su origen exacto”. “Este pequeño me gusta. ¿Cuál es su precio?”. “16.000 euros”. “Gracias”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.