Arqueólogos de Egipto piden al Museo Británico que devuelva la piedra Rosetta
La solicitud coincide con el 200º aniversario del desciframiento del fragmento de la estela, datada hace 2.200 años
Un grupo de destacados arqueólogos egipcios ha lanzado una petición dirigida al Gobierno de su país para que presente una solicitud formal para repatriar la famosa piedra de Rosetta, un fragmento de estela del 196 antes de nuestra era que permitió descifrar los antiguos jeroglíficos egipcios hace ahora dos siglos y que se halla en el Museo Británico. Los impulsores de la petición consideran que este objeto, junto con otros 16 que también reclaman, salió de Egipto ilegalmente a principios del siglo XIX y sostienen que su presencia en el museo londinense perpetúa una situación colonial.
La demanda afirma que la piedra Rosetta fue un botín de guerra tomado por tropas británicas y critica que se prive a su país de origen tanto de la recuperación de una pieza clave de su patrimonio cultural como de un proceso de reparación del daño producido por siglos de violencia y ocupación colonial.
“Hemos estado trabajando en esta petición durante los últimos dos años, desde julio de 2020. Y queríamos lanzarla [ahora] con el recuerdo de los 200 años del desciframiento de la piedra de Rosetta”, explica la arqueóloga Monica Hanna, decana en funciones de la facultad de Arqueología y Patrimonio Cultural de la universidad en Asuán, en el sur de Egipto, y una de las líderes de la campaña de repatriación.
La piedra de Rosetta es un fragmento de una antigua estela en la que está inscrito un decreto emitido en la ciudad de Menfis en tiempos del faraón Ptolomeo V (204-180 a. C.). El objeto es único porque contiene la misma inscripción en tres lenguajes —jeroglíficos, demótico y griego— lo que facilitó que, en 1822, el historiador francés Jean-François Champollion descifrara la escritura egipcia antigua y sentara las bases de la egiptología.
La piedra Rosetta fue encontrada unos años antes, en 1799, en un fuerte de la época mameluca en la ciudad de Rosetta, antaño el principal centro portuario de Egipto, por miembros de la expedición francesa de Napoleón Bonaparte que ocupó el país entre 1798 y 1801. Este último año, tropas británicas derrotaron a los galos y ambos bandos firmaron un tratado que, en uno de sus artículos, estipulaba que los franceses debían entregar todas las antigüedades que hubieran descubierto al ejército británico-otomano. Entre esos objetos se hallaba la piedra.
Por esto la petición para repatriarla señala que Egipto se encontraba bajo ocupación y que no tenía soberanía sobre su patrimonio cuando se firmó dicho tratado, y además considera que viola el derecho internacional consuetudinario. La solicitud quiere ir más allá al señalar que la devolución sería una reparación por injusticias históricas. “Antes, la mayoría de solicitudes de repatriación se hacían en nombre del Gobierno, pero esta vez estamos cambiando la dinámica. Queremos que la solicitud oficial la haga el pueblo y que el Gobierno actúe en su nombre. Creemos que esta vía es mucho más potente, tiene un impacto diferente y cambia la narrativa de que no es el Ejecutivo, sino el pueblo quien reclama la devolución de patrimonio robado”, declara Hanna, que avanza que la Fiscalía egipcia ya se ha puesto en contacto con ellos para estudiar el caso.
La iniciativa también considera que la devolución de una pieza de la trascendencia de la piedra de Rosetta brinda una poderosa oportunidad al Reino Unido para demostrar un liderazgo moral, apoyando la reparación de las heridas infligidas por potencias coloniales. Uno de los ejemplos en los que se apoyan es el del Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, que en 2010 devolvió voluntariamente a Egipto 19 objetos de la tumba del faraón Tutankamón.
El Británico, que este jueves, 13 de octubre, ha inaugurado una exposición sobre jeroglíficos y el antiguo Egipto montada en torno a la piedra Rosetta, afirma que no contempla la posible repatriación. Un portavoz de la institución ha asegurado a este periódico que “no ha habido una solicitud formal del Gobierno egipcio” y apunta que Egipto ya cuenta con una veintena de piezas similares a Rosetta que también ayudan a entender los jeroglíficos.
Sin embargo, a ojos de Hanna, se trata de un argumento sin fundamento. “Si tienes cinco hijos y alguien te secuestra uno, ¿[se justificaría diciendo] que ya tienes cuatro y que puede secuestrarle uno?”.
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