La ‘guerra de las placas’ enfrenta a España y Portugal por el origen del conquistador Juan Rodríguez Cabrillo
Las autoridades del Cabrillo National Monument han devuelto a la Casa de España en San Diego, por la presión de la comunidad portuguesa, la metopa que recordaba las raíces cordobesas del navegante que exploró la costa oeste de EE UU
¿Juan Rodríguez Cabrillo o João Rodrigues Cabrilho? Esa es la cuestión que los responsables del Cabrillo National Monument, una gran zona natural que incluye un museo, tiendas y un faro presididos por la figura del conquistador de la bahía de San Diego (California, Estados Unidos) en 1542, no saben responder. Por eso, lo primero que han hecho ha sido devolver a la Casa de España la placa colocada en 2018 junto al monumento que recordaba que el navegante era originario de Palma del Río (Córdoba). En cambio, las dos metopas que señalan que había nacido en Portugal sí se mantienen, al igual que una colocada por el buque escuela Juan Sebastián Elcano en 2003 donde se hace referencia a su origen español.
Los portugueses defienden las raíces lusas del explorador basándose en un documento firmado en el siglo XVII por el cronista real Antonio de Herrera, pero que fue redactado 60 años después de la muerte de Cabrillo. En cambio, la colonia española recuerda que Rodríguez manifestó en varias ocasiones, y bajo juramento, que era cordobés, tal y como demuestran los escritos hallados en el Archivo de Indias de Sevilla, en Nueva York y Guatemala. El Ayuntamiento de Palma del Río y la Casa de España piden la intervención del Gobierno de España para poner fin a este “desatino generado por la presión de la numerosa colonia portuguesa en California”. “João Rodrigues Cabrilho nunca existió”, dicen al unísono. Fuentes diplomáticas adelantan que se va a elevar una queja al Departamento de Interior (equiparable al Ministerio de Administraciones Locales), del que depende el parque, para que la placa se vuelva a reponer y “se reconozca la verdad”.
El monumento a Juan Rodríguez Cabrillo fue erigido en 1949 en memoria del navegante español. En 1966, el parque que lo rodea fue catalogado como Lugar Histórico de EE UU, un listado donde se recogen los principales monumentos y espacios naturales del país. De hecho, en su página oficial se puede leer que “el conquistador [en castellano] nació en España” y que luchó contra los aztecas a las órdenes de Hernán Cortés. La web recuerda, además, que después de 103 días de viaje ―encabezaba una expedición para buscar posibles asentamientos en la Costa Oeste― alcanzó Ballast Point (California), “donde reclamó la tierra para la corona de España, porque en ese tiempo no existía ningún asentamiento europeo en la zona”. Fundó así la ciudad de San Diego, llamada inicialmente San Miguel. La expedición, no obstante, continuó viaje hacia el norte, pero el 3 de enero de 1543 el conquistador murió por una herida. A pesar de ello, la flota siguió viaje hasta alcanzar Rogue River, en Oregón. Luego, regresó a México.
Se sabe que Rodríguez Cabrillo había nacido en España porque así lo declaró él mismo cuando fue interrogado sobre la desaparición de mil pesos de oro guardados en los arcones de un galeón. Bajo juramento, aseguró haber nacido en Palma de Micer Gilio, actual Palma del Río, según los documentos que en 2015 halló la investigadora canadiense Wendy Kramer en el Archivo de Indias (Sevilla). Kramer avanza, además, que este hallazgo lo ha corroborado con otros legajos que ha localizado recientemente en la Sociedad Hispánica en Nueva York, en el Archivo Histórico Provincial de Sevilla y en el Archivo General de Centroamérica, en Guatemala, “que prueban que nació en Palma del Río”. “Rodríguez declaró en Cuba, Canarias y Sevilla, ante funcionarios españoles, que era cordobés. ¿Para qué iba a mentir, sabiendo que eso le podía costar la cárcel? ¿Y con qué fin, si faltaban muchos años para fundar San Diego?”, se pregunta esta doctora en historia por la Universidad de Warwick (Reino Unido).
Kramer: “Rodríguez declaró varias veces que era de Palma del Río. ¿Para qué iba a mentir si eso le podía costar la cárcel?
Fuentes de diplomáticas españolas inciden en que la polémica no tiene nada que ver con “el revisionismo histórico, sino que se trata de un choque local de intereses”. “Es un asunto complejo dadas nuestras buenas relaciones con Portugal, pero sin duda era español”. Según estas fuentes, el parque ha intentado contentar a ambas partes, “introduciendo en su museografía una mención a un posible origen portugués, un poco en la nebulosa, algo que está completamente descartado tras el descubrimiento de Kramer”. “Digamos que la colonia portuguesa en California es la más importante de Estados Unidos, financia acontecimientos locales, fiestas en memoria de un supuesto Cabrillo luso y que el parque ha cedido”, afirman.
Por su parte, la alcaldesa de Palma del Río, Esperanza Caro de la Barrera, recuerda que en 2018, tres años después de que Kramer aclarase el enigma del origen de Cabrillo, el entonces alcalde, José Antonio Ruiz Almebara, asistió a la colocación de la placa en San Diego y constató la “inmensa alegría de la comunidad hispana, pero no así de las autoridades portuguesas, quienes desde principios del siglo XX crearon una versión de un João Rodrigues Cabrilho que nada tiene que ver con el personaje histórico”. “Desde un primer momento hemos notado”, explica la regidora, “dificultades políticas para que en San Diego se reconozca una verdad científica. Nosotros hemos procurado mostrar un talante cordial, mucha seriedad y hemos sido muy respetuosos durante todo el proceso. Nos duele esta retirada de la placa y más especialmente por los hombres y mujeres de Estados Unidos que siempre han mantenido que Cabrillo era español”. El Ayuntamiento cordobés va a pedir al embajador y al Gobierno que defienda la figura del navegante ante este “agravio sentimental, porque la verdad no se puede retirar, una placa sí, pero la verdad es inalterable”.
Sin embargo, el investigador portugués João Soares Tavares defiende que el navegante nació en su país, en un pequeño pueblo, cerca de la frontera con Galicia, llamado Lapela y que, incluso, se mantiene en pie su casa natal. En un artículo publicado en enero de 2022 en la revista Ecos de Barroso explica que él llegó a esta aldea por casualidad y que descubrió que Rodrigues emigró a Galicia siendo joven. “En aquella época Lapela era un pueblo de pastores perteneciente a la parroquia de São Lourenço de Cabril. Portugueses y gallegos llevaban su ganado a pastar en las mismas montañas sin ningún tipo de restricciones. Posiblemente, un gallego [el supuesto padre de Cabrilho] se instaló en Lapela de Cabril y se casó con una portuguesa. Los vecinos para identificar la casa donde vivía la pareja la llamaron Casa do galego. A finales del siglo XV y principios del siglo XVI nació João Rodrigues”.
Soares sostiene que una carta de Cortés enviada a Carlos I el 30 de octubre de 1520 hace referencia a tres soldados con el nombre de Juan Rodríguez. El portugués, según su opinión, para distinguirse de sus homónimos añadió el apellido Cabrilho o Cabrillo a su nombre. ¿De dónde lo sacó? Para Soares está claro que se corresponde con el topónimo de la parroquia de Cabril a la que pertenecía la pedanía de Lapela. “En la iglesia de Cabril fue inscrito y bautizado, aunque no podemos confirmarlo porque han desaparecido los libros parroquiales de los siglos XV y XVI”, admite. No obstante, Soares refuerza su posición recordando que el cronista de Castilla Antonio de Herrera (1549-1625) hizo referencia en su Historia general de los hechos de los castellanos en las islas y tierra firme del mar océano “al capitán Juan Rodríguez Cabrillo, portugués, persona muy plática en las cosas de la mar”. Esta afirmación, según refuta Kramer en su libro Juan Rodríguez Cabrillo, el español que exploró California, fue realizada 60 años después de su muerte. “Está claro que Herrera se equivocó. Rodríguez era de ascendencia morisca, como delata su apellido Cabrillo, por lo que a veces firmaba como Rodríguez de Palma”, dice.
El documento que sostiene que el navegante era portugués se redactó 60 años después de fallecido Cabrillo
La historiadora emérita de la Universidad de San Diego Iris W. Engstrand en una carta enviada el pasado mayo a la secretaria de Interior de EE UU, Debb Haaland, recuerda que esta controversia tiene su origen en 1934 cuando el coronel John R. White, superintendente del Parque Nacional Sequoia, realizó un “cambio dramático” en la nacionalidad de Cabrillo, convirtiéndolo en portugués, porque “se dio cuenta de que prácticamente no había comunidad española en San Diego y, en cambio, sí portuguesa. A partir de entonces aprovechó el momento para reinterpretar la historia, iniciando la falsedad de que Juan Rodríguez era portugués. Hasta entonces, era conocido como español, tal y como recoge la historia de San Diego”.
La historiadora Engstrand: “El coronel White convirtió en 1934 a Cabrillo en portugués porque no había comunidad española en San Diego”
Y añade: “Ahora el Servicio de Parques Nacionales en el Monumento Nacional Cabrillo ha actualizado su museo, donde se explica falsamente que un español llamado Juan Rodríguez Cabrillo, o un portugués llamado João Rodrigues Cabrilho, fue el primer europeo en navegar por la bahía de San Diego el 27 de junio de 1542. Pero el individuo portugués conocido como João Rodrigues Cabrilho es un nombre ficticio y no existe”.
Engstrand reclama también al Congreso norteamericano “corregir el error” que ya aclaró la investigadora Susan Collins en su An Embarrassment of Riches. The Administrative History of Cabrillo National Monument (Una vergüenza de riquezas), “donde se demuestra que el Servicio de Parques Nacionales tergiversó la historia y el patrimonio solo para que los portugueses locales patrocinasen un festival” en el monumento a Cabrillo.
Por su parte, Andrea Compton, superintendente del parque, en una reciente carta enviada a la Casa de España, califica la placa retirada de “temporal”. Compton asevera que los datos confirmados por Kramen ya están reflejados, además de en la página web del parque, en folletos, programas educativos y hasta en un documental, “pero la nueva señalética recogerá también cómo cambia el conocimiento de la historia y se explicará mejor la estatua y las placas navales españolas y portuguesas cercanas”. Este periódico no ha logrado la versión directa de Compton.
Jesús Benayas, presidente de la Casa de España, que cuenta con el apoyo decidido de The Hispanic Council ―entidad que promueve las relaciones culturales entre España y Estados Unidos― se muestra muy molesto con la situación. “Rodrigues Cabrilho ni existe ni ha existido nunca. Es un invento de los años 30 del siglo pasado. De las cuatro placas que rodeaban la estatua, tres las han movido de sitio, y la nuestra, donde recordábamos su indudable nacionalidad española nos la han devuelto. Dicen que era una placa temporal. Eso es absolutamente incierto. El Consulado, la Embajada, el Gobierno español tiene que intervenir y no dejarse pisotear. La verdad es la verdad. Es la historia de San Diego, de California, de Estados Unidos y la nuestra”.
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