El rastro de la pandemia en la Feria del Libro de Madrid
Un aluvión de títulos sobre la covid-19 inundó el mercado editorial a partir de 2020, pero su presencia en las casetas del Retiro es menor. Los lectores parecen querer dejar atrás esa historia reciente que aún se cuela de forma indirecta en nuevas novelas y ensayos
Con cerca de un 85% de la población española mayor de 12 años vacunada, las nuevas olas de contagios hoy no conllevan restricciones de aforo ni el uso obligatorio de mascarillas, salvo en el transporte público, así que cabe pensar que en la Feria del Libro de Madrid la covid-19 permanece principalmente en los catálogos editoriales. Una búsqueda rápida en el registro del ISBN, la base de datos oficial de publicaciones de España, arroja varios centenares de libros editados en los dos últimos años con la palabra covid o pandemia en su título. La crisis que sacudió el mundo desde principios de 2020 ha sido abordada desde casi todos los ángulos posibles (médico, financiero, mercantil, filosófico, mediático, político, literario, poético, antropológico, testimonial e incluso filatélico), por editoriales grandes y pequeñas, especializadas y generalistas.
Sin embargo, el rastro de todo aquello no está ni mucho menos en primera línea de exposición en las casetas de la Feria del Libro de Madrid, que hasta el próximo domingo ocupan el parque del Retiro. “Nos hemos saturado un poco del tema. En septiembre, en la edición especial de la feria, trajimos muchos títulos relacionados con la pandemia, pero esta vez no”, explicaba en su caseta Rocío, librera de Enclave de Libros esta semana. Unos metros más allá, Nuria, de la librería Lé, afirmaba que esos títulos pandémicos “no son los preferidos de la gente”, opinión con la que coincidían los libreros de Tipos Infames que no lograban encontrar ni un solo ejemplar sobre este tema en su caseta.
En el puesto del Retiro del sello de no ficción Capitán Swing se encontraba El mapa fantasma de Steven Johnson sobre la epidemia de cólera en Londres en el siglo XIX, pero ningún otro de los títulos que publicaron sobre asuntos pandémicos. “El de Johnson es un libro que sigue funcionando, pero otros como Las reglas del contagio de Adam Kucharski o La gran gripe de John M. Barry no. Ahora la gente no quiere saber nada de virus ni de pandemia. Esos títulos los contratamos antes de 2020 y luego llegaron a agotarse; ahora quedan en nuestro fondo”, explicaba el editor Daniel Moreno. “En la feria hay cero interés por el tema en sí, la gente no está pensando en la pandemia, aunque otros asuntos derivados de la covid, como por ejemplo el impacto en la salud mental, despiertan interés. Los libros que tocan la actualidad tienen un impacto poco duradero. Pasó en 2009 y 2010 con los ensayos sobre economía que funcionaron muy bien y luego desaparecieron, o con la maternidad, otro asunto que está quemado”.
Libros en caliente
Desde el cuento infantil al cómic, la pandemia no ha excluido ningún género. El catálogo del grupo Planeta suma más de 14 ensayos sobre la covid-19, con títulos como Una pandemia de errores de Francisco Mercado; Lo primero es la vida, del médico del Gregorio Marañón David Callejo, que alcanzó la fama por unos vídeos en los que relataba su dura experiencia; o En primera línea (Deusto), de Gabriel Heras, que según aclaran los editores “salió justo después del encierro cuando el tema estaba muy candente y era muy emocional”. Desde Penguin Random House destacan las buenas ventas que tuvieron Viral (Ediciones B) de Juan Fueyo y Nosotras, enfermeras (Ediciones B, aparecido bajo el pseudónimo Enfermera saturada), en una extensa lista de ensayos que incluye entre otros Corona (Debate) de Pablo Simón, Desde las ruinas del futuro (Taurus) de Manuel Arias Maldonado o En tiempos de contagio (Salamandra) de Paolo Giordano. La novedad más reciente, está sí presente en las casetas de la feria, es Cómo evitar la próxima pandemia (Plaza y Janés) de Bill Gates.
El breve tiempo transcurrido y la distancia que empieza a ganarse respecto de los tiempos covid van cambiando el foco de las ideas y la discusión, ahora más volcada hacia lo que está por llegar. “Quizá no se puede analizar el presente desde el presente y por eso ahora llegan propuestas que se desplazan hacia el futuro”, reflexionaba César Solís, del sello Adriana Hidalgo, la editorial argentina que reunió en La epidemia como política 11 ensayos de Giorgio Agamben escritos en plena crisis y no exentos de polémica. Pero más que en el futuro, el ensayo de Luis Jorge Boone, Cámaras secretas (Siruela), reflexiona sobre el pasado entendido como tradición narrativa en torno a la enfermedad. “Me llevó 10 años de preparación y el gran azar hizo que lo terminara en plena pandemia”, explica al teléfono. “Ha habido una llamarada de diarios narrativos de covid, escritos muy en caliente, que trataban de descubrir lo que nos estaba pasando. Pero como dice Juan Villoro, un escritor es siempre alguien que llega tarde, y se necesita distancia. Quizá algunos de los libros han salido un poco crudos, y lo que yo he tratado de estudiar es justo lo contrario: narrativas que se fueron cocinando lentamente. No podemos pensar que estamos inventando el dolor”.
En el campo de la ficción y los textos literarios, la pandemia también ha ido mutando y multiplicándose. “Volver a dónde supuso la revisión de lo que nos sucedió en tiempo real, porque Antonio Muñoz Molina tiene el acierto de dejar testimonio. El libro ha conectado con miles de lectores por tratarse de una memoria sentimental de ese momento”, explica por correo Elena Ramírez, directora editorial de Seix Barral y de ficción internacional del Grupo Planeta. “Más recientemente, Donna Leon centra su nueva entrega de Brunetti en una Venecia pandémica, donde destapa un caso de corrupción relacionado con la tragedia. Otros como Don Delillo en El silencio o el premio Goncourt La anomalía de Hervé Le Tellier tocan el tema de forma más tangencial”, aclara.
No todo es metafórico. La que ha sido calificada por la crítica británica como la gran novela de la pandemia, La linterna de papel (Literatura Random House) de Will Burns, toma como protagonista al empleado de un pub que padece el cierre forzoso del establecimiento. Y desde una residencia de mayores en plena pandemia, —no de covid, sino de una nueva forma de peste imaginaria—, habla el protagonista de El río de cenizas (Tusquets), de Rafael Reig. “¿Cómo eludir el tema? Todo lo que leía me parecía pretencioso, belicoso y aburrido, y como soy escritor y libre decidí tomármelo a pitorreo, porque nada de lo que nos podamos reír nos da miedo y no me interesa la rimbombancia”, aclara al teléfono. Las noticias sobre los efectivos militares entrando en las residencias para retirar cadáveres le empujaron a escribir. “El efecto de la pandemia es algo de lo que no nos podemos sustraer, ni los escritores ni la sociedad. Pero la digestión de estas cosas es lenta, no hay más que ver lo escrito sobre la Guerra de Secesión en EE UU o la Guerra Civil aquí. La vida, al final, va un poco separada de la historia, los pequeños acontecimientos son nuestra fibra y textura, y no se sostiene esa ficción de un gran colectivo, de que estamos todos juntos”.
La pandemia y su extraño tiempo siguen colándose entre los renglones de libros inesperados. No solo en la novela ganadora del premio Alfaguara El tercer paraíso, de Cristián Alarcón, en la de Fernanda Melchor, Mugre rosa, en los cuentos que Petros Márkaris reúne en Cuarentena, o en Los besos de Manuel Vilas. Asoma de forma insospechada en la guía de NYmanía (Lunwerg), escrita por Elisabetta Girillo, cuya primera viñeta muestra a una mujer con mascarilla. Y también encuentra su sitio en la revisión de la gran pinacoteca madrileña El Prado inadvertido (Anagrama) de Estrella de Diego. En la presentación esta semana a escasos metros del Retiro, la catedrática y crítica de arte advertía: “No es un libro de pandemia, que nadie se asuste, pero su escritura me pilló con el museo y el país cerrados. ¿Y qué haces cuando te pilla el trabajo en un libro en medio de una pandemia?”. No lo escondes, aunque pocos ya quieran volver a enfocarse de lleno en el asunto. Quizá habrán de pasar algunas décadas hasta que los hoy adolescentes revisiten por escrito todo aquello.
Babelia
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