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La Casa de Alba da el salto al metaverso en Davos con un NFT de una carta de Colón

La fundación que gestiona el patrimonio de la familia nobiliaria aprovecha el foro económico mundial para presentar un gemelo digital de la obra original valorado en unos 15 millones de euros

Una de las cartas de Cristobal Colón, que se ha utilizado para la creación del primer NFT de la Casa de Alba, exhibida en el Palacio de Liria, en Madrid.Foto: DAVID FERNÁNDEZ (EFE) | Vídeo: EPV
Alicia González

No todo son frenéticas jornadas de geopolítica y discusiones económicas en el Foro de Davos, que se celebra del 22 al 26 de mayo. También hay tiempo para las nuevas tendencias y la tecnología que viene y es ahí donde, contra pronóstico, aparece la Casa de Alba. La fundación que gestiona el patrimonio de la familia nobiliaria ha presentado este miércoles a los participantes del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) una de las cartas escritas por Cristóbal Colón a Isabel La Católica que tiene en propiedad y que ha convertido en un activo digital único del documento, lo que en la jerga se conoce como NFT (siglas de non fungible token).

Un NFT es un activo encriptado del documento, una criptografía que no se puede replicar ni vender. El año pasado irrumpieron con fuerza en el mercado y se han convertido en un negocio multimillonario, que va desde obras de arte generadas por ordenador, personajes de dibujos animados que cuestan miles de dólares, fotografías y objetos de lujo, como los relojes Hublot. “Se trata de desmaterializar un objeto y crear su gemelo digital con todas las garantías de procedencia y de autenticidad”, explica el presidente y fundador de WISeKey, Carlos Moreira, la empresa que ha desarrollado la tecnología que ha hecho posible la conversión del documento de Colón. Es la primera vez que una casa nobiliaria lanza un proyecto NFT. “Estamos haciendo historia, estamos emocionados de abrir esa puerta al metaverso, que sin duda es el futuro”, explicaba hace un mes Emilio Ramírez, secretario de la Fundación Casa de Alba, al presentar el proyecto en el Palacio de Liria en Madrid.

“Empezar con la carta de Colón es muy simbólico, él habla ahí sobre la entrada en el Nuevo Mundo, que es lo que era América, y ahora hace su entrada en el nuevo mundo que es el metaverso”, insiste Moreira. La propia WISeKey ha creado unos premios artísticos para reconocer el impacto de determinados proyectos en el desarrollo de la industria NFT. Se esperaba que hiciera la presentación y recibiera el premio en esta primera edición el duque de Huéscar, Fernando Fitz-James, hijo del actual duque de Alba, pero no acudió este miércoles a la elitista localidad suiza. Finalmente lo recogió el responsable de la fundación. El NFT de la carta de Colón consiste en una animación de unos tres minutos de duración del artista hispano venezolano Pedro José Sandoval, de una serie de esculturas, imágenes y música originales, en torno a la figura de Colón y sus numerosos viajes a América. El NFT se exhibirá ahora en el Palacio de Liria, sede de la Fundación Casa de Alba.

Con todo, resulta extraño que la presentación de semejante iniciativa se haga en el Foro de Davos. Porque cuando uno posee no una sino una veintena de la cuarentena de cartas escritas por Cristóbal Colón a la reina Isabel y lo que quiere es promocionarlas como documentos históricos acude a alguna de las respetadas ferias internacionales del libro u organiza una exhibición en un gran museo. Aunque si lo que uno quiere es poner la carta en valor en el mercado acude a quien sabe de dinero y de negocios y esa es la especialidad de Davos.

La carta fue valorada hace años por la casa de subastas Christie’s en 100 millones de dólares (unos 93,7 millones de euros). Se trata, claro, de una valoración meramente teórica. Al tratarse de un documento histórico su posible venta o incluso la salida temporal de la carta de España para una investigación o una exposición tendría que estar previamente autorizada por la Junta de Calificación de Bienes del Patrimonio Histórico Español, perteneciente al Ministerio de Cultura, que difícilmente accedería a ello. Pero no sucede lo mismo si de lo que se trata es de un NFT.

El comprador de un NFT puede demostrar la autenticidad del mismo a través de un código blockchain, el mismo que usan las criptomonedas. Algunas estimaciones del mercado sitúan el valor del NFT de la carta de Colón entre los 10 y los 20 millones de dólares (9,3 y 18,7 millones de euros), aunque la Casa de Alba insiste en que su objetivo inicial no es la venta, desde luego no en los próximos tres años.

WISeKey anunciaba este miércoles que este “NFT será el primero que se ofrezca en forma de préstamo en lugar de venta”. Y añadió: “Se trata de una nueva forma de invertir en arte, especialmente para los museos y las fundaciones privadas que deseen compartir esta increíble colaboración sin ninguna o muy poca huella de carbono. Imagine que cientos de miles de personas puedan admirar este vídeo desde cualquier lugar del mundo. Es una pieza de museo y WISe.ART gestionará su futuro”. Pero hay más alternativas.

Otro detalle de las cartas de Colón.
Otro detalle de las cartas de Colón. David Fernández (EFE)

“La creación de uno de estos activos permite obtener financiación en el mercado o alquilarlo para una exposición. El objetivo principal son los museos, especialmente de países del Golfo, que tienen grandes edificios pero carecen de grandes obras de arte. Esta puede ser una forma de dar a conocer el inmenso patrimonio de la Casa”, subraya Moreira, que nació en La Línea de la Concepción, vive en Suiza y su empresa cotiza en Wall Street. De hecho, Goldman Sachs acaba de otorgar una línea de crédito con NFTs como garantía para recibir efectivo, un paso más en los préstamos respaldados por criptomonedas que ya era una realidad en EE UU.

Imagen del vídeo que acompaña el NFT de la carta de Colón.
Imagen del vídeo que acompaña el NFT de la carta de Colón.

Moreira, un habitual de Davos desde hace más de 15 años, ha elegido además un lugar emblemático para la entrega de estos premios: el famoso Piano Bar del Hotel Europa en Davos. Allí Barry, el famoso pianista, ha compartido instrumento con alguno de los expertos en geopolítica mundial más mediáticos, o ha acompañado a algún antiguo secretario del Tesoro estadounidense decidido a dejarse la voz, mientras un enorme público de banqueros, periodistas, empresarios y asesores políticos bailaba y cantaba al compás. Puede parecer un mundo virtual, pero es absolutamente real. Claro que es Davos.

Otra imagen del vídeo.
Otra imagen del vídeo.

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Sobre la firma

Alicia González
Editorialista de EL PAÍS. Especialista en relaciones internacionales, geopolítica y economía, ha cubierto reuniones del FMI, de la OMC o el Foro de Davos. Ha trabajado en Gaceta de los Negocios, en comunicación del Ministerio de Economía (donde participó en la introducción del euro), Cinco Días, CNN+ y Cuatro.

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