El artista William Kentridge lleva al Liceo su arte total con la ópera ‘Wozzeck’
El creador sudafricano estrena en Barcelona su puesta en escena de la obra de Alban Berg con la que triunfó en Salzburgo en 2017 y que adquiere más relevancia con la guerra en Ucrania al estar protagonizada por un soldado antihéroe
El artista plástico y visual sudafricano William Kentridge lleva este mes al Gran Teatro del Liceo su arte total con la producción de la ópera Wozzeck, que estrenó en Salzburgo con enorme éxito en 2017. Esta ópera expresionista y atonal, compuesta por Alban Berg en 1922, narra la historia de un primer antihéroe masculino, de un soldado sencillo, un hombre alejado de dioses y mitos, maltratado por sus superiores en medio de un conflicto bélico y que, sintiéndose acosado y traicionado por todos, acaba asesinando a su mujer cuando sabe que tiene un amante. “Es el antihéroe que sufre la deshumanización”, ha explicado en la presentación del montaje este jueves Víctor García de Gomar, director artístico del Liceo, que ha calificado a Kentridge como un “artista descomunal”. El Liceo ha programado seis funciones ―del 20 de mayo al 4 de junio―, que dedicará a la mezzosoprano Teresa Berganza, fallecida este viernes.
Wozzeck está inspirada en la obra que escribió el escritor George Büchner en 1830 sobre un soldado torturado por las sombras de la guerra y la explotación y que refleja una posición ya “visionaria” al recoger imágenes como “nubes bañadas de sangre”. “Son como una premonición de futuros bombardeos”, afirma García de Gomar. Basándose en esa obra, Alban Berg compuso la ópera con interrupciones durante los años de la Primera Guerra Mundial y expresó así su alegato antimilitarista. Kentridge inscribe su producción en la Gran Guerra. Matthias Goerne, el barítono que encarna a Wozzeck, que ya representó el papel en Salzburgo, ha subrayado que la tragedia descrita parece encajar con “nuestro mundo actual”, en alusión a la guerra en Ucrania. “No ha perdido nada de relevancia. Con la guerra que estamos sufriendo y lo que estamos viendo parece que haya sido concebida ahora”, ha dicho.
Kentridge, que no ha podido asistir a la presentación por estar recogiendo un premio en Nueva York, ha concebido la escenografía como una trinchera de Flandes mientras en las paredes de un escenario móvil se visualizan vídeos con las imágenes que atormentan la mente de Wozzeck, pinturas expresionistas y títeres. La idea es reflejar el trauma que supusieron los bombardeos a gran escala de la Primera Guerra Mundial con decorados gestados en talleres en Johannesburgo. “Es muy interesante trabajar con él”, ha afirmado Goerne. “Es uno de los mejores artistas que tenemos en el planeta”. El Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona le dedicó la temporada pasada una exposición monográfica con sus películas, dibujos y tapices.
La soprano Anne Marie Kremer, que encarna el personaje de Marie, ha destacado que Berg es un compositor extremo con muchos agudos y graves en sus partituras. “Pasa con más compositores, pero mucho más con él”, ha afirmado. De su personaje ha subrayado su reivindicación feminista cuando decide labrar su propio camino para ella y su bebé lejos de Wozzeck.
Josep Pons, director musical, ha calificado la producción de “maravillosa” con “toda su belleza, dramatismo y esplendor”. En 2006, ya dirigió Wozzeck en el Teatro Real de Madrid y afirma que la ópera le fascinó entonces y le sigue fascinando hoy. “Es una obra perfecta. Y la más difícil del repertorio. Fue un gran éxito [en Madrid] pero también un escándalo. Los palos se los llevó el pobre Bieito”, ha afirmado en alusión a aquella producción. Pons ha descrito que Wozzeck tiene la particularidad de ser la primera ópera que habla del drama de gente humilde y real, de llevar el ritmo al límite, de jugar con tonales y atonales y tener momentos dodecafonistas: “Tiene una riqueza inmensa. Es como Bach. No nos damos cuenta, pero todos los elementos están”.
Las disculpas del Liceo
Víctor García de Gomar, director artístico del Liceo, ha vuelto a pedir disculpas tras haber afirmado el lunes que las puertas de Jaume Plensa que cerrarán los porches del teatro de La Rambla servirán para proteger ese espacio y “no ser cómplices de cosas que pasan aquí, desde gente que se pincha con heroína, que quiere dormir, situaciones de violaciones y prostitución”. “Quiero reiterar mis disculpas por estas afirmaciones muy desafortunadas”, ha insistido nada más arrancar el acto de presentación de la ópera. “Las puertas tienen la misión de embellecer. El teatro apela a la diversidad y cualquier metáfora o comentario no responden ni a mi espíritu ni al de la institución”. El proyecto Constel·lacions de Plensa consta de tres puertas con unas letras estampadas de acero inoxidable. “Quería rendir homenaje al Liceu y a un arquitecto que ha dado muchos días de gloria como Gaudí y al mundo de Miró”, dijo Plensa.
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