Emilio de Justo, una cita de altura en Las Ventas

Emilio de Justo (Torrejoncillo, Cáceres, 39 años) asume este domingo uno de los grandes compromisos de su carrera. A las seis de la tarde aparecerá en solitario en la puerta de cuadrillas de la plaza de Las Ventas para lidiar seis toros de distintas ganaderías. Ejemplares escogidos y de bella presencia de los hierros de Palha, Victoriano del Río, Victorino Martín, Domingo Hernández, Pallarés y Parladé le esperan en los chiqueros.

“No me conformo con ser figura, quiero hacer historia y marcar una época. Me encuentro muy fuerte mentalmente y en un momento de gran madurez y confianza. Por ello, afronto la tarde más importante de mi vida”.

Con estas palabras justificaba su gesta el pasado 9 de marzo, en el acto de presentación del cartel, junto a Rafael García Garrido, empresario madrileño, cinco de los seis ganaderos anunciados y un nutrido grupo de amigos e incondicionales.

De Justo es hoy uno de los toreros que más interés despierta entre los aficionados por su madurez, su técnica depurada, su capacidad lidiadora y la hondura de su tauromaquia.

Se presentó en público en 1998, debutó con picadores el 20 de abril de 2002 en la plaza de Cáceres, accedió al escalafón superior en la misma plaza el 26 de mayo de 2007 y, a partir de entonces, le tocó vivir una larga travesía de 11 años en la que la ausencia de contratos —solo lidió 40 corridas— la suplió con una fuerte vocación, a prueba de dificultades que parecían insalvables.

A pesar de todo, nunca pensó en abandonar. “No me lo he planteado, pero lo he pasado muy mal porque veía que era muy difícil entrar en las ferias; siempre te asaltan dudas, porque el tiempo pasa y no sabes qué va a ser de ti. Muchas veces he visto el futuro muy negro, pero nunca pensé en abandonar”, comentaba el torero en el blog El toro, por los cuernos después de que le cambiara la suerte.

De hecho, el 30 de septiembre de 2018 se rompió su mala racha y salió por la Puerta Grande de Las Ventas tras dos soberbios volapiés a dos toros de El Puerto de San Lorenzo.

Contaba entonces que durante esa etapa oscura había viajado a Colombia de la mano de un amigo y allí, en plazas de pueblos, recuperó la ilusión. Después llegó Francia, donde resurgió como torero. “Colombia me mantuvo con vida y Francia me ofreció el reconocimiento que necesitaba”, comentaba entonces.

Con el ánimo recuperado y de la mano de los toros de Victorino Martín, que le han acompañado en el triunfo, Emilio de Justo inició una nueva y ascendente etapa en su vida profesional, en la que ha podido demostrar sus muchas cualidades como torero.

El pasado año culminó todas sus aspiraciones y se consagró como figura reconocida por todos. Triunfó en la Feria de San Miguel de Sevilla y volvió a traspasar la Puerta Grande madrileña en dos ocasiones: el 4 de julio, ante toros de Victoriano del Río, y el 2 de octubre, la tarde en la que cortó las dos orejas a un encastado toro de Domingo Hernández.

Y en 2022, desde lo más alto de la consideración como torero grande, Emilio de Justo acepta lidiar seis toros en solitario en la plaza de Las Ventas, una cita de altura, uno de los compromisos más difíciles que puede afrontar quien se viste de luces, un reto que da y quita, que lo puede consagrar como gran figura o frenar seriamente sus aspiraciones.

La cita, este Domingo de Ramos, a las seis de la tarde.