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Actores y directores de teatros del Ministerio de Cultura denuncian los reiterados retrasos en los cobros de sus nóminas

Israel Elejalde: “El trato que recibimos es denigrante”

Israel Elejalde, en primer término, durante una función de 'Lo fingido verdadero', que se representa estos días en el Teatro de la Comedia.
Israel Elejalde, en primer término, durante una función de 'Lo fingido verdadero', que se representa estos días en el Teatro de la Comedia.Sergio Parra
Rocío García

Actores y directores contratados por los teatros pertenecientes al Ministerio de Cultura, como el Centro Dramático Nacional (CDN) o la Compañía Nacional de Teatro Clásico (CNTC), se declaran hartos y maltratados por los retrasos reiterados en los pagos de sus nóminas. Llevan así muchos años, concretamente desde 2014, cuando el entonces ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, decidió equiparar el trabajo de los artistas con las actividades de prestación de servicios, por lo que desde entonces sus nóminas no se abonan mensualmente sino como facturas. Cada cierto tiempo estos profesionales denuncian públicamente una situación que consideran injusta, pero lo máximo que han conseguido son buenas palabras, promesas de búsqueda de nuevas fórmulas y mucha solidaridad. Esta semana, la directora Carolina África y el actor Israel Elejalde han vuelto encender la mecha de la protesta con mensajes en las redes sociales, donde han sido secundados por muchos colegas de profesión.

Más radical fue la denuncia del actor vasco Ramón Barea, que en marzo de 2021 decidió renunciar a su papel en el espectáculo Shock 2, programado por el CDN y dirigido por Andrés Lima, tanto por el retraso en los pagos, a lo que en su caso se unía la falta de dietas a los artistas que viven fuera de Madrid. “Es una ilegalidad enorme y una chapuza”, aseguró entonces Barea.

Escena de 'Lo fingido verdadero', dependiente de la Compañía Nacional de Teatro Clásico.
Escena de 'Lo fingido verdadero', dependiente de la Compañía Nacional de Teatro Clásico.Sergio Parra

“¿Sabes lo que me enamoraría de verdad a mí hoy?”, se preguntaba este lunes en Twitter Carolina África. “Que el Inaem [Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música] me hubiera pagado alguna de las dos facturas por la dirección de El cuaderno de Pitágoras. Y ni un duro, señores. Eso sí, mi IVA ya me lo han cobrado”. En declaraciones a este periódico, la directora de El cuaderno de Pitágoras, que se estrenó el pasado 18 de enero en la sala pequeña del Teatro Valle-Inclán de Madrid (sede del CDN) y que agota las entradas todos los días, explica que ella, como trabajadora autónoma que es, ha presentado dos facturas, una en el mes de noviembre, una vez acabados los ensayos de la función, y la segunda en enero, tras el estreno. Está indignada: “A día de hoy no he cobrado estas facturas, con la agravante de que como el año fiscal termina el 31 de diciembre yo ya he tenido que pagar el IVA por un trabajo que he realizado y no me han abonado. Este domingo próximo acaban las representaciones y no he visto un duro”, asegura África, que se ha puesto en contacto tanto con Alfredo Sanzol, director del CDN, “el primero que lucha contra esta situación”, como con los responsables del Inaem. Pero ninguno le ha podido dar una solución. “Es un problema ajeno a la dirección artística del CDN y en el Inaem siempre remiten a Hacienda”. Los actores de El cuaderno de Pitágoras se encuentran en la misma situación, sin cobrar desde hace casi dos meses.

Es el caso también de Israel Elejalde, protagonista de Lo fingido verdadero, obra de Lope de Vega que se representa estos días en el Teatro de la Comedia, sede de la Compañía Nacional de Teatro Clásico. Elejalde, uno de los protagonistas de la última película de Pedro Almodóvar, Madres paralelas, explica que la situación de los actores es diferente a la de los directores. “Nosotros no somos autónomos, somos trabajadores por cuenta ajena, como funcionarios sin fijeza, y por ello nos deberían de pagar a finales del mes trabajado, pero no es así”, asegura el actor, que, con el problema añadido del cierre contable el 15 de diciembre pasado, él ha cobrado solamente los primeros 15 días de ese mes de ensayos. Desde entonces no ha recibido nada, al igual que sus compañeros de reparto. “Yo tengo algún ahorro y me lo puedo permitir, pero hay otros compañeros, sobre todo los que viven fuera de Madrid, que están pagando alquileres de pisos sin cobrar un duro”, añade Elejalde. Es una situación insostenible, añade el intérprete: “El trato que recibimos es denigrante. Periódicamente hacemos protestas, nos quejamos, pero desde la Administración se echan la pelota de unos a otros. Se aprovechan de la precariedad de nuestro oficio para tratarnos de esta manera indigna”.

Imagen de ‘El cuaderno de Pitágoras’, obra de Carolina África que se representa en el Centro Dramático Nacional.
Imagen de ‘El cuaderno de Pitágoras’, obra de Carolina África que se representa en el Centro Dramático Nacional.Luz Soria

Las explicaciones que ofrecen desde el Inaem (Instituto Nacional de las Artes Escénicas y la Música) son las mismas de siempre. “Somos muy sensibles a las dificultades que genera en los artistas ese marco contractual. Nuestra prioridad absoluta son las nóminas de los artistas y estamos trabajando en nuevas fórmulas para revertir esta situación, pero, por el momento, el sistema no nos lo permite”, ha explicado una portavoz autorizada del Inaem a este periódico. En una nota del instituto, se asegura que se trata de un proceso que obliga a cumplir con unos determinados trámites burocráticos que ralentiza el proceso de pago. Esta situación, continúa la nota, se agrava especialmente en el mes de diciembre, cuando la tramitación coincide con el cierre y apertura del ejercicio presupuestario. “Lo que queda claro con todo esto es la necesidad de una urgente reforma del Inaem”, finaliza la propia nota del organismo.


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