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Denis Villeneuve, una carrera entera para llegar hasta ‘Dune’

El cineasta estrena su adaptación de la novela de Frank Herbert y relata su amor por el libro desde que era un adolescente

Tommaso Koch
Denis Villeneuve, antes de la proyección de gala de 'Dune' en el festival de Venecia, el 3 de septiembre.
Denis Villeneuve, antes de la proyección de gala de 'Dune' en el festival de Venecia, el 3 de septiembre.Joel C Ryan (AP)

Hollywood siempre presumió de hacer realidad los sueños. Aunque el paso del tiempo y las múltiples sombras de la industria han vaciado casi del todo esa promesa. Algunas veces, sin embargo, todavía sucede. Y Denis Villeneuve jura que su Dune es una de esas excepciones. Dice que la célebre novela de Frank Herbert, de 1965, le impactó cuando era un adolescente. Y acudió “muy expectante” al cine a ver la adaptación que David Lynch filmó en 1984. Desde entonces, al parecer, el libro ha resistido cuatro décadas al lado de su cama. De ahí que llevarlo ahora a la gran pantalla suponga, para el canadiense (Trois-Rivières, 53 años), la más deseada de todas las fantasías. “La principal presión venía de mí mismo. Debía lidiar con la dificultad de satisfacer el adolescente que fui y la parte de mí que tanto adoró esa obra”, contaba el creador a un grupo de periodistas en el reciente festival de cine de Venecia, donde su filme se estrenó. Hoy, viernes, llega a las salas españolas.

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Todo el periplo del director, en el fondo, puede ser narrado como un cuento de hadas hollywoodiense. Érase una vez un chico que decidió coger otro camino. Frente a tres generaciones de notarios en la familia, se decantó por la ciencia. Y luego la abandonó para abrazar el cine. Lo consiguió, filmó dos películas, pero consideró que no estaban a la altura de sus propias expectativas. Así que se paró, durante nueve años, y se dedicó a su hija, Salomé, según la web Imdb. Volvió detrás de la cámara en 2009, cuando se sintió listo para realizar algo de lo que sentirse “orgulloso”: Politécnico. Y, a partir de ahí, su carrera fue subiendo cada vez un peldaño, en ambición y tamaño de la producción: Incendios, Prisioneros, Enemy, Sicario.

Entre la huella de sus primeros estudios, la pasión por los cómics de Moebius o Alejandro Jodorowsky y su adoración por 2001: Odisea en el espacio, se pasó a la ciencia ficción. Pero, a posteriori, incluso sus dos anteriores largos, La llegada y Blade Runner 2049, secuela de la obra maestra de Ridley Scott, también pueden verse como los últimos entrenamientos antes de atreverse a escalar hacia la cumbre. Ahí arriba, siempre le esperó Dune. Y él subió al fin hasta el listón más alto de su trayectoria. “Sé que puede sonar pretencioso, pero si quieres intentar algo artístico tienes que empujar los límites, tratar de explorar territorios desconocidos y traer algo nuevo. El propio acto de hacer una película está directamente conectado con el riesgo”, defendía Villeneuve.

La versión de Lynch

En este caso, aún más. Porque la complejidad de la novela ya dejó sin oxígeno la adaptación que pretendía realizar el propio Jodorowsky, con Orson Welles y Salvador Dalí, entre otros. Y el largo que sí rodó Lynch trasladó el vértigo a muchos espectadores: fue tachada en su momento de obra fallida y demasiado caótica, aunque hoy algunos la reivindican como película de culto. “Me acuerdo de quedarme hipnotizado. Había tantos elementos tan fuertes, pero, a medida que el filme avanzaba, también empecé a sentir que desconectaba del libro en ciertos aspectos. Recuerdo que me sentí satisfecho a medias. De todos modos, nunca se trató de compararse, no tengo esa arrogancia: David Lynch es uno de los mayores maestros de la historia reciente del cine”, afirmaba Villeneuve. E insistía en que su propio juicio le asustaba más que cualquier maldición que sobrevolara el libro.

La mayoría de la crítica, de momento, ha aprobado su adaptación. Aunque revistas como The Hollywood Reporter o Variety tampoco han mostrado especial entusiasmo. Desde luego, el creador ha logrado simplificar al menos parcialmente el dificilísimo enredo del libro, que apenas se entendía en el arranque del filme de Lynch. La historia, obvio, es la misma: en el planeta Arrakis se extrae la Especia, el material más preciado del universo. De ello se encargan desde hace años los despiadados Harkonnen, hasta que el emperador decide cambiar: la misión le tocará ahora a los Atreides, que se trasladan a su nuevo hogar junto con su hijo, el joven Paul. Mientras el chico crece y se hace hombre, el mundo entero se tambalea. Traición, confianza, ecologismo, fanatismo, corrupción política y religiosa, sororidad o colonialismo se mezclan en una trama colosal, tanto que Villeneuve decidió dividirla en dos filmes.

En vídeo, tráiler de 'Dune'.Vídeo: WARNER BROS

“Tristemente el libro es todavía más relevante hoy. Sentía que estaba haciendo un filme histórico sobre el futuro más que ciencia ficción. La primera parte es solo una introducción a este mundo, y aun así es la película más grande que haya hecho”, explicaba el director. De momento, el contrato solo garantizaba esta entrega. La segunda dependerá del éxito de la primera. El cineasta confesaba un sentimiento extraño: “Es como si hubiera hecho medio cuadro o media sinfonía. Pero estas películas son muy costosas y yo firmé para hacer la primera parte. Funciona así, es un juego”.

Le garantizaron, eso sí, un presupuesto y una libertad también envidiables. El director es conocido por pelear por su independencia creativa. Pero, en este caso, por lo visto, sus deseos eran órdenes. “Mi mejor decisión fue la elección del reparto. La lista de actores es bastante cercana a la que yo soñaba. Me sentí como un niño en una tienda de chuches”, relataba. Y espera que el público experimente algo parecido cuando asista al enorme espectáculo que ha preparado. También confía en que Dune se vea donde la imaginó: “No hay nada como la experiencia de la gran pantalla. Amo el streaming, lo uso para revisitar películas, me da acceso a muchas obras del pasado. Pero estamos hablando del presente. Y las películas están pensadas para verse en una sala”. Tal vez el empuje de su filme arrastre al público de vuelta. Tras meses de pesadillas sanitarias y butacas vacías, sería otro sueño que se cumple: el regreso al cine.

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Sobre la firma

Tommaso Koch
Redactor de Cultura. Se dedica a temas de cine, cómics, derechos de autor, política cultural, literatura y videojuegos, además de casos judiciales que tengan que ver con el sector artístico. Es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Roma Tre y Máster de periodismo de El País. Nació en Roma, pero hace tiempo que se considera itañol.

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