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Los dos exilios del anticapitalista Josep Renau, el muralista que precedió a los grafiteros

El IVAM revisa la trayectoria del artista valenciano en México, donde trabajó con Siqueiros, y en la Alemania del Este, tras salir de España al final de la Guerra Civil

Josep Renau arte
La marcha de la juventud hacia el futuro, boceto de Renau para mural que se exhibe en la exposición del IVAM.
Ferran Bono

Sus fotomontajes y murales siguen impactando, a pesar de la saturación de imágenes de la sociedad actual. Era lo que pretendía Josep Renau (Valencia, 1907-Berlín Este, 1982) cuando componía sus feroces críticas al capitalismo o sus enormes pinturas urbanas, que debían adoctrinar a la clase trabajadora: impactar con sus mensajes en la conciencia del espectador. La mayor parte de sus obras fueron realizadas durante el exilio de su “matria”, como llamaba a España, una larga etapa de 43 años de su vida que centra la exposición que se ha presentado este miércoles en el Institut Valencià d’Art Modern (IVAM), conformada por dos centenares de piezas, algunas monumentales, entre fotomontajes, murales, pinturas, carteles y películas.

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Comunista republicano e introductor del arte de las vanguardias, Renau fue director general de Bellas Artes durante la Guerra Civil y desempeñó un papel clave tanto en el traslado de las obras del Museo del Prado para salvaguardarlas de los bombardeos en Madrid, como en el encargo a Picasso de lo que acabaría siendo el Guernica. Al final de la contienda salió de España y pasó por un campo de concentración francés antes de vivir primero en México (1939-1958) y después en la República Democrática Alemana (1958-1982).

Sala de la etapa berlinesa de Josep Renau, con sus bocetos para murales.
Sala de la etapa berlinesa de Josep Renau, con sus bocetos para murales. Miguel Lorenzo (©Miguel Lorenzo)

Por eso, el recorrido expositivo se inicia aludiendo a la relación entre Renau y el gran muralista mexicano David Alfaro Siqueiros, quien incorporó al artista valenciano, con el que compartía ideología, al equipo internacional que realizó el mural Retrato de la Burguesía, uno de los hitos del muralismo revolucionario mexicano. Una reproducción de esta obra, dos pinturas de Siqueiros declaradas monumento nacional en su país y una nutrida representación de los carteles de cine de la etapa mexicana de Renau integran la parte mexicana de la muestra, que se puede ver hasta el 9 de enero.

También se han incorporado obras del soviético Zhitomirsky para que dialoguen con las de Renau y hay un apartado dedicado a su pareja, Manuela Ballester, sin la que “no se podría entender el trabajo del cartelista valenciano”, según explica José Ramón Escrivà, comisario de la exposición, junto a Josep Salvador. Renau dibuja la confrontación entre México y Estados Unidos por una parte, y entre la República Democrática y la República Federal alemana por otra, a partir de pinturas y murales que cuentan con la “esperanza” de hacer el arte operativo. En los últimos años de su vida viajó en varias ocasiones a España, sin llegar a instalarse de nuevo. Su vida ya estaba en Berlín.

Boceto de los murales para la residencia de estudiantes de la ciudad alemana de Halle Neustadt (1968-1974)
Boceto de los murales para la residencia de estudiantes de la ciudad alemana de Halle Neustadt (1968-1974)

La muestra también exhibe completa la serie de fotomontajes, tal vez la más conocida de Renau, The American Way of Life, una ácida visión del capitalismo estadounidense con la que contrapone la visión tradicional de la “felicidad doméstica estadounidense” en el contexto de Guerra Fría entre soviéticos y americanos. El racismo, las “trampas” de la cultura popular o la manipulación de la imagen comercial de la mujer, entendida como objeto sexual, “son objetos de sus ataques”, apostilla Escrivà.

'The Big Parade',de la serie 'American Way of Life', de 1957, de Josep Renau.
'The Big Parade',de la serie 'American Way of Life', de 1957, de Josep Renau.

El tercer apartado de la exposición refleja “las nuevas formas de expresión” que encuentra Renau a su llegada a Alemania del Este, donde el arte ya no aparece solamente en dibujos y pinturas, sino también en la imagen urbanística de las ciudades. Renau incorpora murales en vestíbulos en sus primeros años en Berlín, mientras que, tiempo después, “recoge una nueva perspectiva reconstruyendo las ciudades bombardeadas” en la Segunda Guerra Mundial, y, en este nuevo reto, “se incorpora dentro de un programa público de integración de arte y edificación”, señala Salvador. Algunos de sus impresionantes bocetos reproducidos ahora en la muestra no se llegaron a concretar en murales o bien fueron destruidos.

Josep Salvador, Nuria Enguita y Josep Ramon Escrivà, ante la reproducción del mural de Siqueiros y Renau, entre otros.
Josep Salvador, Nuria Enguita y Josep Ramon Escrivà, ante la reproducción del mural de Siqueiros y Renau, entre otros.Miguel Lorenzo (©Miguel Lorenzo)

“Esta proyección pública del muralismo de Renau y su mensaje muchas veces subversivo han influido en los grafiteros y le confieren una vigencia añadida”, apunta Escrivà. “Es verdad que él no trabaja en la clandestinidad, sino que trabaja por encargo, como también lo hacen ahora muchos artistas urbanos. Muchos grafiteros ven en Renau a un antecedente y un mito”, añade el comisario.

“Hay un universalismo, un internacionalismo, que le viene de lo que es pensado tanto como de lo que es vivido”, señala la directora del IVAM, Nuria Enguita. “Y hay una comprensión de la relación entre fascismo y capitalismo y un conocimiento de sus contradicciones, que es tanto pensamiento como experiencia directa. Porque los exilios mexicano y berlinés son dos exilios en la frontera. Dibujados sobre la línea misma de la confrontación: del México que sufre la presión fronteriza del imperio USA y el Berlín dividido de la Guerra Fría”, concluye la directora del museo, que tiene en depósito los fondos de la Fundación Renau, un artista también reivindicado en los últimos años por el Museo Reina Sofía. Con anterioridad, no obstante, cayó mucho tiempo en el olvido, tal vez por su identificación con el régimen represor de la RDA, según el historiador del arte Oliver Sukrow, y al margen de consideraciones artísticas.

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Sobre la firma

Ferran Bono
Redactor de EL PAÍS en la Comunidad Valenciana. Con anterioridad, ha ejercido como jefe de sección de Cultura. Licenciado en Lengua Española y Filología Catalana por la Universitat de València y máster UAM-EL PAÍS, ha desarrollado la mayor parte de su trayectoria periodística en el campo de la cultura.

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