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La sangre fría de Fernanda Melchor

Tras el gran éxito internacional de ‘Temporada de huracanes’, la escritora mexicana publica ‘Páradais’, una nueva indagación sobre la violencia

Camila Osorio
Fernanda Melchor
La escritora mexicana Fernanda Melchor posa en la ciudad de Puebla, el 29 de enero de 2021.Hector Guerrero

En una esquina de la Riviera veracruzana, en México, existe un lugar imaginario, lluvioso y claustrofóbico, llamado Paradise: un conjunto de casas residenciales de lujo donde trabaja Polo, un jardinero pobre y adolescente que no soporta la opulencia de sus empleadores y que le coquetea a la ilegalidad con la esperanza de liberarse de un trabajo miserable. “Todo fue culpa del gordo”, piensa Polo en la primera línea de Páradais, la nueva novela de la escritora mexicana Fernanda Melchor, en la que este jardinero se junta con un joven rico y obeso obstinado en abusar de una mujer adinerada. “Todo fue culpa de Franco Andrade y su obsesión con la señora Marián... a Polo le constaba que hacía semanas que el bato ya no hablaba de otra cosa que no fuera cogérsela, hacerla suya a como diera lugar”.

Páradais, publicada por Random House, es la tercera novela de Melchor, que estará disponible en las librerías de España el 4 de febrero y de México a partir del 15 del mismo mes. De forma similar a lo que hace en su segunda y muy exitosa novela Temporada de huracanes ––sobre el misterioso asesinato de una “bruja” en un pueblo miserable de Veracruz llamado La Matosa–– Melchor trae en Páradais un universo extremadamente violento construido poéticamente con la oralidad barroca de sus personajes (y una riqueza infinita de insultos).

Pero a diferencia de Temporada de huracanes, que se narra desde distintas voces, pero nunca desde las del victimario y su víctima, Páradais es mucho más cruda porque se ubica en el centro de la mente de los victimarios. Fue la oportunidad de ponerme a pensar cómo el deseo se puede tornar en algo tan oscuro, cómo está ligado a la agresión y la muerte, y cómo se vuelve patológico”, explica a EL PAÍS Fernanda Melchor sobre la novela. “Yo quería hablar de un caso prematuro, sobre cómo empieza una vida de obsesión y de violencia. A mí me parece difícil meterme en una mente así, pero me concentré en el que cree que solo es un testigo, que es Polo”.

A diferencia del pequeño pueblo pobre de Temporada, su nueva novela se ubica en un lugar cargado de tensiones de clase para entender la marginalidad de estos dos hombres, Polo y Franco. “El México que vivimos es sombrío, contradictorio, lleno de desigualdad, y eso crea muchísimo odio y rencor en todas las clases sociales”, dice Melchor. “Un personaje en un pueblo lleno de narcos vive una marginación muy distinta a la de un muchacho que crece teniéndolo todo, pero que tiene carencias afectivas, emocionales, de educación, de cariño. Esa es la balanza entre Polo y Franco: ambos son personajes marginales, expulsados de sus propias comunidades, y viven en mundo de fantasía”.

“Todo fue culpa del gordo” no es únicamente la defensa de Polo: es una invitación a que los lectores naufraguen, desde la primera frase, en las ideas de fuga de dos victimarios aunque sean repulsivas. “En Páradais, los crímenes violentos contra las mujeres proporcionan una lente a través de la cual observar la capacidad humana de destrucción y los límites de la redención”, explica Sophie Hughes, traductora de Temporada de Huracanes al inglés y quien actualmente trabaja en la traducción de la nueva novela. “El libro trata de escudriñar en el fondo del cerebro machista y misógino del violador”, opina la escritora Guadalupe Nettel. “No en una ideología compleja, sino en una brutalidad instintiva”.

Para Mariana Enríquez, escritora argentina en el género del horror, un enorme logro de Páradais es lograr que el lector se sienta completamente asqueado por la violencia. “Me parece que vemos mucha violencia en cine, en imágenes constantemente, y la violencia es algo muy incorporado en nuestra percepción cotidiana”, dice Enríquez. “Creo que en general le perdimos el horror de la violencia. Pero el final de Páradais es bastante insoportable y lograr hacer eso, lograr sacar al lector de la anestesia al ponerte eso tan en tu cara, me pareció interesantísimo”.

Detrás de la violencia

Existen cientos de libros sobre violencia, pero pocos tan exitosos como la anterior novela que la escritora mexicana publicó en abril de 2017. Temporada de Huracanes vendió, solo en México, más de 37.000 copias (digitales e impresas) y la editorial Random House la tuvo que reimprimir 11 veces para seguir supliendo a las librerías cuando se agotaba. Temporada también fue traducida a decenas de idiomas, y las traducciones multiplicaron el éxito del libro a nivel internacional: en Alemania, Melchor ganó el Premio Internacional de Literatura en 2019; en Estados Unidos, la novela fue una de cinco finalistas al prestigioso Man Booker Prize International, en 2020.

“Yo quería escribir una novela sobre un crimen como A sangre fría, de Truman Capote”, explica la autora varias veces sobre su anterior libro. Su novela se basó inicialmente en la noticia de un feminicidio ocurrido en 2012 en la que se hablaba de cómo un hombre había asesinado a una mujer por considerarla una hechicera. Inspirada por el libro en el que Capote entrevistó a detectives, familiares y victimarios tras el asesinato de una familia en Kansas en los años cincuenta, Melchor consideró investigar en el pueblo de Veracruz donde había ocurrido el crimen contra la supuesta bruja. Pero la guerra entre los cárteles del narco en la zona le impidió viajar. “Entonces decidí escribir una novela, imaginar a los personajes y a todo el pueblo”.

El éxito de Temporada se explica, en parte, por escribir sobre violencia en México sin tener que poner en el centro el actuar extremadamente sangriento de los narcos. “No es mirar solo la violencia, sino todo lo que hay debajo de la violencia, lo que hay arriba de la violencia, lo que hay alrededor que explica que la violencia está ahí”, opina el escritor Emiliano Monge, y amigo de la escritora, sobre el trabajo de Melchor en Páradais y Temporada. El narcotráfico está presente pero casi como un ruido de fondo, como una consecuencia más de otros problemas políticos, sociales, o emocionales.

Otra parte del éxito de Temporada fue trasladar la realidad de Veracruz, su violencia pero también sus enormes campos de caña, a la literatura mexicana. “En México hay regiones literarias muy cartografiadas, muy reconocibles”, opina el escritor Luis Jorge Boone, pareja de Melchor. “Pero ese trópico de Veracruz no estaba tan representado, no había una novela que hablara de frente de eso”.

Fernanda Melchor nació en Veracruz, donde creció, en 1982. Allí también estudió Periodismo e hizo sus primeras crónicas en medio de la guerra contra el narco. Su único libro de no ficción, Aquí no es Miami, publicado en 2013 por Almadía y reeditado por Random House en 2018, es una colección de varias crónicas en las que los carteles transforman Veracruz así como Veracruz transforma a los carteles. “Tanto desmadre por una avioneta de narcos”, dice su madre en el primero de estos textos, cuando varios ciudadanos confundieron las luces de los aviones cargando droga en la noche oscura con posibles ovnis en el cielo.

La escritora mexicana Fernanda Melchor, este viernes en Puebla.
La escritora mexicana Fernanda Melchor, este viernes en Puebla.Hector Guerrero (EL PAÍS)

La reedición de Aquí no es Miami en el 2018 incluye una investigación adicional que casi podría funcionar como una pista para entender el universo de Melchor: Reina, esclava o mujer. Se trata de un texto sobre una mujer joven que fue primero reina del Carnaval de Veracruz, luego amante de un narco, luego abandonada en la absoluta pobreza, luego acusada por la prensa de asesinar a sus dos hijos. Como en Temporada, el texto revela una necesidad que tiene Melchor por investigar la violencia más allá de lo que escribieron los diarios de notas rojas (notas que Melchor archiva desde hace varios años).

“Todo delito debe servirle a la sociedad”, escribe Melchor, parafraseando a Michel Foucault. “Pues un crimen gratuito, sin móvil alguno, resulta inimaginable para una comunidad que debe entonces recurrir a la formulación de causas únicas y singulares, eludiendo la reflexión sobre las circunstancias estructurales que rodean y atraviesan el crimen”.

Circunstancias estructurales como “la crisis económica, la violencia machista, la desintegración familiar, el fracaso del sistema de seguridad social y de protección de infancia en México”. Fernanda Melchor escribe sobre el crimen para hablar sobre algo más violento que el crimen, algo realmente insoportable como la desigualdad social en un conjunto residencial como Páradais. “El crimen no es un acto, sino toda una atmósfera”, escribió sobre Temporada el crítico del New York Times, Julian Lucas.

No fue fácil para Melchor concentrarse en su tercera novela después de hacer un gol literario tan gigantesco con la segunda. “El éxito de Temporada hizo difícil aclarar esta intención mía con Páradais. Me decía ‘¿qué tal que se parezca mucho a Temporada y que a la gente le parezca repetitiva? Porque hablo otra vez violencia, y de Veracruz, y otra vez con personajes masculinos”, dice Melchor sobre esta novela que comenzó en 2016, pero que frenó temporalmente en medio del boom que tuvo Temporada en 2019. “Hasta que me di cuenta de que esas preguntas no son útiles en la cabeza, y tardé un buen rato en liberarme de ese ruido y ver la idea que quiero contar”. La terminó en 2020, cuando las cuarentenas obligatorias por la pandemia le permitieron quedarse en casa.

Los escritores mexicanos Antonio Ortuño y Fernanda Melchor, en la Feria del Libro de Guadalajara de 2017.
Los escritores mexicanos Antonio Ortuño y Fernanda Melchor, en la Feria del Libro de Guadalajara de 2017.Héctor Guerrero

Pero si Temporada de huracanes logró crear la atmósfera vertiginosa para rodear al crimen, Páradais es la novela en la que Melchor encontró la helada sangre que perseguía Capote en Kansas. “Yo he cometido ningún asesinato jamás,” dice Melchor. “Pero es algo que me intriga muchísimo, me intriga entender por qué hay gente que cruza esa línea”. Una novela que está muy lejos del paraíso, y muy cerca del infierno. “Páradais una lectura profunda de la mentalidad de la violencia en México”, afirma el escritor Antonio Ortuño, amigo de Melchor. “Es como un golpe seco, un libro que avanza de manera más sobria y más concreta que Temporada. A mí me parece puro thrash metal, puro hardcore”.

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Sobre la firma

Camila Osorio
Corresponsal de cultura en EL PAÍS América y escribe desde Bogotá. Ha trabajado en el diario 'La Silla Vacía' (Bogotá) y la revista 'The New Yorker', y ha sido freelancer en Colombia, Sudáfrica y Estados Unidos.

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